Piedras Negras, Coah.-
Es sensación de fracaso. Es descontento y a veces abandono. Es tener que
explicar a sus hijos por qué no estuvieron ahí mientras ellos crecían. Es un
muro hecho de ausencias que no es fácil traspasar. Es “no tener cara”, dicen,
para explicarle a los hijos por qué fueron lo que fueron.
Al quedarse
huérfana a los 9 años de edad, junto a sus dos hermanos y bajo el cuidado de una
tía en el estado de San Luís Potosí, María S. confesó en entrevista que ha
vivido momentos muy difíciles, tratando de conseguir el alimento para poder
sobrevivir.
La mujer de 19 años de edad mencionó que su padre era leñador
y murió en un accidente en la sierra de Álvarez, y a los pocos meses después
falleció su madre de causas desconocidas.
“Fueron los días más amargos y
tristes para mí y mis hermanos, aunque mi tía nos cuidaba muy bien no tenía
dinero para comprar comida, tenía más de cincuenta años y también estaba sola”,
dijo con voz quebrantada.
Aseguró que en su intento de conseguir dinero logró
tener su primer trabajo en una tortillería, pero al ser menor de edad y
enterarse el dueño, la despidió.
Relató que al regresar a la casa de su
tía por la tarde y saber que sus pequeños hermanos no volverían a cenar, y ver a
sus vecinas comprar comida en la tienda de don Marcos, lloraba de tristeza y
preocupación.
“Mis vecinas me dijeron que no batallara, que las
acompañara y me enseñarían a conseguir el dinero suficiente para comer y hasta
para comprar algunas cosas del mercado, como ropa o un regalo para mi tía Inés o
mis hermanos Pepe o Valentín”, aseveró.
Planteó que nunca se imaginó que
a los quince años de edad empezaría a trabajar en la prostitución y que nunca se
lo dijo a sus hermanos; “yo creo que mi tía sí supo que me dedicaba a la
prostitución, porque antes de morir me dijo que me cuidara mucho y que tratara
de encontrar un hombre que me hiciera feliz”, dijo.
Añadió que hace dos
años tuvo muchos problemas con sus vecinas e incluso con su hermano menor
Valentín, con quien discutía siempre, ya que la ofendía por su
oficio.
En peligro de morir
Asimismo confesó que en
varias ocasiones estuvo en peligro de resultar lesionada o hasta en peligro de
morir, al estar en medio de pleitos y balaceras en palenques.
“Mi hermano
Pepe el mayor nunca me dijo nada, ni cuando salí embarazada, al contrario, él ya
trabajaba y me apoyaba, siendo todo lo contrario de Valentín”,
explicó.
Indicó que se enamoró de un hombre, quien es el padre de sus dos
hijos, pero él nunca le correspondió por haberla conocido en su profesión, al
ser un borracho y ojo alegre; “me enamoré de Carlos y fue cuando decidí tener a
mi primer bebé, sabiendo que era de él, pues en ese entonces sólo era mujer de
él”, aseguró.
Manifestó que aunque era muy joven y tal vez algo
ignorante, siempre se cuidó para no contraer alguna enfermedad sexual y al tener
sus dos hijos sanos se siente llena de alegría. A los pocos meses de haber
tenido a su bebé, volvió a quedar embarazada del mismo hombre, quien no valoró
nunca su compañía y siempre la maltrató y humilló, por lo que decidió residir en
otra ciudad, así llegó a Piedras Negras.
“Aquí en Piedras ya me establecí
y quiero vivir de otra manera, dejando atrás todo lo malo, todo mi pasado sin
que nadie me señale, quiero ser una buena madre, quiero que mis hijos cuando
crezcan estén orgullosos de mí”, dijo.
Aseguró que llama a su hermano
menor los sábados, al teléfono de la tienda de don Marcos y en ocasiones le
envía un poco de dinero y a su hermano Pepe lo está convenciendo de que se venga
a vivir con su esposa a esta ciudad.
Creo que las personas antes de
juzgar o señalar a una prostituta deben pensar que no conocen las razones del
porqué ellas se dedican a ese oficio, ya que son mujeres que sufren y no
decidieron dedicarse a eso.
Anhela formar una familia y ser
feliz
Aseguró que desea enamorarse otra vez, pero de alguien que sí
valga la pena y la ayude a salir adelante, que en ocasiones sueña como cuando
era niña, con ser feliz; “por las noches cuando regreso cansada de mi trabajo y
me voy a dormir, pienso, ya tengo a mis pequeños, sólo me falta un hombre que me
haga feliz”, dijo.
Ellas duermen sobre su pasado, y por la mañana,
mientras hacen su cama, tienen la certeza de que sus historias continuarán ahí.
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