Luis Javier Valero Flores
Probablemente no a todos, ni en todos los temas, pero en lo referente a
seguridad pública, tema por el cual el equipo del priista resolvió efectuar un
acto, a tan temprana edad de la campaña, en la ciudad que es, por desgracia,
emblemática en el tema de la seguridad pública y el fracaso de las políticas
gubernamentales en el combate al narcotráfico.
Se suponía que aquí, en el
acto del domingo anterior, presentaría -por lo menos así lo creímos muchos- el
programa, el plan, la concepción, el catálogo, o lo que fuera, pero completo,
integral, de lo que su gobierno, de triunfar, haría en esta materia, aquí, en el
antiguo Paso del Norte, y por extensión, en el resto del país, por lo menos en
la mitad de él, asolado como está por el flagelo de la violencia, pero nada de
eso, lo presentado por el candidato líder de las encuestas dista mucho de ser
tal, todo lo contrario, la propuesta presentada por Peña Nieto el domingo
anterior ofende a la comunidad juarense y a la chihuahuense en lo general.
Y
es que reducir la política de seguridad pública de un eventual gobierno suyo a
dos propuestas tan elementales como la de crear un Frente Nacional contra la
violencia y a la creación de academias regionales para las policías, para
enfrentar la impreparación y la corrupción de las agrupaciones policiacas, no
resiste el menor de los análisis.
Es, para decir en pocas palabras, mucho
menos que lo realizado por la actual administración federal, la que le apostó a
una estrategia equivocada, hoy todos lo podemos decir, pero que fue capaz de
enviar durante largos meses a tropas federales, tanto del Ejército, como de la
Policía Federal en cantidades superiores a la de una decena de miles.
Más aún,
con toda y la demagogia de un régimen incapaz de reconocer las grandes fallas en
el desarrollo social, tuvo capacidad para, por lo menos, reconocer que exista un
grave deterioro social -al que se le denomina pérdida del tejido social, como si
lo existente previamente tuviera características elogiables- y empleara algunos
cuantos miles de millones de pesos en programas que tuvieron intención de
contribuir a la recomposición de la sociedad juarense, pero que no ha tenido la
voluntad política para extenderle a Juárez un régimen de excepción fiscal para
afrontar la emergencia económica generada por la crisis de seguridad
pública.
En lugar de ello, como si no se hubiese gastado una enorme fortuna
en seguridad pública en el actual sexenio, prometió incrementar el gasto hasta
el triple de ese gasto, pero ni una palabra en temas como la prevención y el
tratamiento de las adicciones.
Para el candidato del PRI todo eso no existió,
mostrando un enorme descuido, imperdonable para quien aspira a la máxima
responsabilidad civil en México.
Además, y teniendo como referencia el
episodio de la presentación de su libro en la Feria Internacional del Libro en
Guadalajara -en el que no supo el nombre de tres libros con sus respectivos
autores- muestra que su participación en ellos van acompañados de grados
increíbles de descuido, de parte de él y de su equipo, pues uno supondría que
para llegar a eventos como los referidos lo haría con un mínimo de preparación,
y en el caso del acto en Juárez, con la presentación de una propuesta ambiciosa,
pero en el que, incluso, estuvo pletórico de errores de dicción "a tropezones"
diría la nota del periódico Reforma.
Vamos, pudo, por lo menos presentar la
elaborada por los especialistas invitados a los actos en los que participaron
Peña Nieto y Manlio Beltrones en la etapa previa a la designación del
candidato.
Y si hiciera falta, ya en el colmo de las ganas de acopiar
simpatías, pudiera haber presentado la tesis en materia de seguridad pública
elaborada a partir de la convocatoria de la UNAM, y que encabezara el hoy
desaparecido Jorge Carpizo, que es, con mucho, la mejor y más completa propuesta
para enfrentar la crisis de seguridad pública en México y que partió de las
condiciones concretas del país.
Nada de eso, todo apunta a que en el equipo
del priista ya es presa del exceso de confianza, que lo revelado por las
encuestas es la realidad electoral, que nada la cambiará y que muy poco importa
cuáles sean las propuestas, de todos modos los electores votarán por el
mexiquense.
Mal por ellos, mal para el país, porque, de ganar, ha mostrado
cual es el empaque real de quien nos hace ver a cada momento que es producto de
la mercadotecnia.
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