El asomo de una
controversia que podría multiplicar desorden y mala imagen al ya lastimado
sector turismo
Uno de los graves problemas que padece el Municipio es
el desorden urbano y la carencia de buenos servicios.
Hará unos meses que funcionarios sin escrúpulos de la
actual administración hicieron de las suyas.
Desde Control Urbano emitieron permisos de construcción
sobre la playa El Crestón, en San Carlos.
Eso permitió que particulares erigieran viviendas sobre
terreno federal, acabando con otra playa popular.
Hoy empresarios y residentes de San Carlos enfrentan
otra bronca, pero de mayor dimensión por los actores
implicados.
Se sabe que por Decreto Presidencial la vocación de la
tierra en San Carlos es eminentemente turística.
Contiguo a ese polo de desarrollo se levanta el ejido
Buenos Aires, en mucho dominado por los Nápoles.
A ese ejido Rodolfo Félix Valdés les otorgó una
millonada por un proyecto que nunca resultó.
Recientemente, los del Buenos Aires han hecho algunas
gestiones en el Registro Agrario Nacional.
Antes, se movieron en el Programa de Certificación de
Derechos Ejidales y Titulación de Solares Urbanos (Procede).
De ahí se les benefició cambiando el destino de 5800
hectáreas de dominio ejidal a inmobiliario.
En resumen, traen un proyecto de dos polígonos de 680 y
800 lotes para construcción de viviendas.
El proyecto se localiza entre el bulevar Beltrones y el
Delfinario de San Carlos.
Pero hay varios asegúnes, como la insuficiente
capacidad instalada de servicios en la Comisaría.
Desde hace varios meses en San Carlos se “tandea” el
servicio de agua potable.
Tampoco hay suficiente capacidad instalada en el
sistema de drenaje.
Respecto a la “luz”, empresarios y residentes traen una
controversia con la Comisión Federal de Electricidad.
Eso no es todo, pues el proyecto de mil 480 lotes se
contrapone a la Ley 254, con atribuciones del Ayuntamiento.
Los del Buenos Aires exigen a la comuna la emisión de
claves catastrales para cada lote.
Empero, para la emisión de ese trámite deben cumplirse
los requisitos de ley. Y no es así.
Además de la garantía de agua, luz y drenaje, deben
cumplirse se una serie de condiciones.
Entre ellas los proyectos de pavimentación y que los
solicitantes donen tierra para áreas verdes, calles, banquetas y
andadores.
Con la copia del Procede, los del Buenos Aires exigen a
Catastro Municipal la emisión de las claves.
De obtenerlo, se dirigirían al RAN para amarrar la
pinza para avanzar en el amarre de sus propósitos.
Aunado al incumplimiento de los requisitos exigidos por
la Ley 254 está la carencia de servicios.
Pero los líderes ejidales, al modo, iniciaron la venta
de “derechos de posesión”.
De no intervenir la autoridad municipal, y pronto, eso
podría convertirse en un caos.
En San Carlos hay muchas historias parecidas, como la
famosa “Torre Pelícanos” de los canadienses trácalas.
Por supuesto, en esas correrías han participado
funcionarios estatales y municipales con su tajada de
billetes.
Recurriendo a la ley los turisteros se entrevistarán en
breve con Mónica Marín
Martínez.
Acompañados por algunos residentes, los empresarios
expondrán el caso a la Presidenta Municipal.
Hay que echarle una ojeada a los expedientes de
Catastro, de Control y de Infraestructura Urbana.
San Carlos, su imagen de servicios ydesarrollo
turístico, ya no aguanta más tropelías.
Habrá qué estar pendientes, esperando que se hagan
valer las leyes y la cordura.
Mónica es de sentido común, sabe la importancia de
respetar y hacer respetar leyes y reglamentos.
La Presidenta Municipal seguro llegará a buenos
acuerdos e impondrá el orden.
Más vale que sea así. Porque la situación presagia no
buenos, sino malos aires.
Por mientras, salud.
fdovilles@hotmail.com
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