La desesperanza de los gobiernos ya se refleja, Rubén Moreira, gobernador de
Coahuila, insiste en una participación mayor de las fuerzas armadas en su
entidad y asegura que los crímenes que están siendo cometidos corresponden en
mayor medida al fuero federal.
Desde el viernes 9 de marzo en Guadalajara, Jalisco, después de la captura de
Érick Valencia Salazar, alias “el 85”, líder de Jalisco Nueva Generación, la
movilización del grupo criminal se desató. Aunque las cifras del gobierno
jalisciense comandado por Emilio González son mínimas, se dice que en realidad
se dieron 20 narcobloqueos y 25 vehículos incendiados que paralizaron la ciudad,
provocando suspensión de clases, del servicio de transporte público y el cierre
de negocios. La jornada dejó cuatro muertes y 16 personas detenidas.
Tal como sucedió en Torreón, en agosto del año pasado, cuando en la
inmediaciones del estadio Santos Modelo se escucharon detonaciones de arma de
fuego mientras se celebraba un partido de futbol, el martes 13 en la capital
coahuilense durante un juego amistoso de beisbol entre los Saraperos de Saltillo
y su filial Saraperitos se registró una balacera que no dejó un saldo negativo,
pero sí le sacó un susto a aficionados y jugadores. Durante la misma jornada y
en la misma capital, hubo un enfrentamiento armado que dejó a cuatro personas
muertas.
Los hechos sucedieron entre los bulevares Luis Donaldo Colosio, Isidro
López y Eulalio Gutiérrez con la explosión de granadas.
También durante esta semana en Nuevo Laredo, Tamaulipas, se registraron
balaceras entre delincuentes y soldados.
Las corporaciones policiacas bloquearon
entradas y salidas de la ciudad fronteriza, y pidieron a los habitantes
permanecer en sus hogares por motivos de seguridad. De todos los incidentes, al
menos 12 personas fallecieron.
En el poblado de Las Herreras, Nuevo León, dos mujeres y cuatro hombres
cayeron muertos en un enfrentamiento a balazos con el ejército mexicano el lunes
12 de marzo. La batalla se suscitó en una carretera colindante a la comunidad
cuando los presuntos delincuentes se encontraron con un vehículo del ejército.
Según las autoridades, estos sucesos son consecuencia de la disputa entre los
cárteles del Golfo y los Zetas.
En Chihuahua, el foco de nuevo fue Ciudad Juárez, desde el pasado martes
cuando en hechos distintos, un total de 10 personas murieron. Destacó el deceso
de dos custodios del CERESO de Juárez que fueron acribillados mientras esperaban
el transporte público para ir a laborar.
La clase política no se salvó de la delincuencia. En Obregón, Sonora Jesús
Gámez Gómez, precandidato a diputado local priísta, fue herido por disparos de
arma de fuego junto a otras tres personas al salir de un restaurante.
En Durango, mientras de exhumaban cadáveres de una narcofosa, se encontró el
cuerpo de Alfonso Peña Peña, ex presidente municipal panista de Tepehuanes, y
diputado electo al momento de su desaparición el año pasado.
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