Jorge Melendez Preciado |
No sale uno del asombro de los dislates de Enrique Peña Nieto cuando una
vez más volvemos a encontrar un rosario de contradicciones en quien
continúa sorprendiendo a propios y extraños. A los primeros, ya que una
buena cantidad de priístas indicaron que no aceptarán sus imposiciones. A los
segundos, porque es necesario preguntarse ¿qué ocurrirá de llegar a la Silla
del Águila, de la cual ignora quién es el autor?
Al estar con el Sindicato de Trabajadores Petroleros de
la República Mexicana ?uno de los más corruptos de acuerdo co
nota del
diario Reforma (16 de enero pasado) ? expresó que habría
sorpresas en
Petróleos Mexicanos. Aunque tiempo atrás afirmó que abriría la paraestatal a la
iniciativa privada. En una entrevista con articulistas del periódico El
Universal (mismo día), aceptó que en la empresa nacionalizada por el general
Lázaro Cárdenas se dé la libre iniciativa.
Es decir, el exgobernador del Estado de México habla de cosas diferentes de
acuerdo al público que lo escucha. En ocasiones se muestra audaz, sin precisar
cómo hacerle, y en otras simplemente tiene miedo de que lo critiquen o hasta
desaprueben si siente que hay oposición. Pero en este asunto nodal no es el
único en el que duda: en el de las telecomunicaciones señala: “Estoy a favor de
que surja una tercera o cuarta cadena de televisión si el mercado y las
condiciones de viabilidad lo permiten”. Y añade que “esto no está sujeto
simplemente a una decisión de hagámoslo o no, sino a las condiciones de
viabilidad del mercado, pero estoy a favor (sic dubitativo), creo que hay
que abrir el mercado (resic que tiembla). En síntesis, sí pero no. Tal
vez, a lo mejor. Pero lo más seguro es que quién sabe.
Como vemos, propio de un estadista que sabe a lo que se enfrentará, ha
solicitado estudios y análisis de los problemas y está decidido, a enfrentarlos
no obstante quien se oponga.
Igual que muchos jefes de Estado en el neoliberalismo, hay que encarar los
retos siempre y cuando los organismos internacionales (el Banco Mundial, el
Fondo Monetario Internacional, la Organización de Cooperación y Desarrollo
Económico) nos den luz verde. ¡Ah! Además los bancos, las televisoras,
los comerciantes y las cámaras nos lo permitan, porque si los enfadamos entonces
nos negarán el dinero para seguir adelante.
Otro apunte. No quiere que “las personas estén a expensas de los partidos y
los gobiernos al recibir sólo dádivas”. ¡Bien por este muchacho!, hay que
amarrarle las manos a todos para evitar el clientelismo nocivo que existe
desde hace lustros. Sólo que más adelante, el esposo de Angélica Rivero, La
Gaviota, asegura que no eliminará “el programa Oportunidades”.
Quizá su gran amigo, el expresidente Carlos Salinas de Gortari, quien fue
el creador del programa Solidaridad –el cual ha cambiado de nombre pero sigue
con el sello de ayudar para ganar conciencias y votos–, lo haya aleccionado de
que es mejor pájaro en mano (a través de un maíz hasta podrido) que
ciento volando. Contradicción evidente.
Claro hay afirmaciones que son un monumento. Está en contra de los
monopolios, pero se apoya en los sindicatos petrolero, magisterial, cetemista y
un largo etcétera.
Eso sí, es congruente. Asegura que hizo bien el presidente Felipe Calderón
en buscar la amnistía del director del Centro para el Estudio de la
Globalización de la Universidad de Yale,
Ernesto Zedillo Ponce de León, en el caso Acteal. Y que haría lo mismo con
Calderón si alguien quiere juzgarlo por su “guerra” contra el narcotráfico. Es
decir, los de arriba siempre se protegen, no vaya a ser la de malas de
que algunos acelerados busquen hacer justicia como le sucedió al
exmandatario Luis Echeverría que estuvo encarcelado en su casa algunos meses. A
los amigos, decía un prócer, “justicia y gracia; a los otros, la dura
ley”.
En este tipo de cuestiones –quien administró una entidad donde ocurrió el
mayor número de feminicidios en todo el país–, en las de gobernabilidad tenemos
un atraso superior. No sólo se pronunció por un presidencialismo absoluto, sino
que indicó que “una Cámara [legislativa] no puede ser rehén de la
presencia importante y respetable que tengan [las] minorías, pero que tampoco
están [dichas fracciones] para imponer su condición sólo por ser una minoría
eventualmente virulenta, ruda, difícil”.
En un buen romance, cuidado quien discrepe conmigo: si llego al
poder o lo someto mediante el dinero (como hizo con muchos en el Estado de
México) o no les permitiré que se me insubordinen. ¿Negociaciones políticas?,
¿gobiernos de coalición?, ¿posiciones contrarias? Es el diccionario del nuevo
político del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que ofrece una situación
propia del cavernario Galindo antes de que existiera una reforma
política.
Que se olvide Manlio Fabio Beltrones de su intento de modificaciones
constitucionales: ya que el bloque peñista impedirá todo lo que no le satisfaga
a ese mal lector, peor conocedor de la realidad nacional, aunque eso sí,
aparentemente muy carismático y decidido a ganar de todas, todas, como expresó
hace poco y ahora se le olvida.
La entrevista donde estuvieron José Antonio Crespo, doctor en historia del
Centro de Investigaciones y Docencia Económicas, AC (CIDE); Mauricio Merino,
doctor en Ciencia Política del CIDE; Alberto Aziz, profesor e investigador del
Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social; Sara
Sefchovich, licenciada y maestra en sociología y doctora en historia por la
Universidad Nacional Autónoma de México, y otros da para más revela a un hombre
intolerante y dubitativo.
Los resultados son claros: existe una rebelión en 13 entidades por las
imposiciones de candidatos enriquistas a puestos de elección. En Chiapas,
la senadora María Elena Orantes renunció al PRI y expreso que “los acuerdos de
cúpula que ofenden los principios del partido han establecido entregar las
candidaturas a representantes de otros partidos”, ya que el candidato a
gobernador posible será alguien del Partido Verde Ecologista de México, Manuel
Velasco, “y una senaduría se le dará a un funcionario de TV Azteca, Luis Armando
Melgar”.
En Baja California, se quiere imponer en la senaduría a la esposa de Jorge
Hank Rhon, María Elvia Amaya, cuyo equipo cercano fue detenido nuevamente en
flagrancia por traficar especies de animales exóticos.
Sabemos bien que la televisión infla personas, aunque la realidad
desinfla globos copetones.
*Periodista
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