PACTO DE GUERRA EN EL PRI GUAYMAS
Por Miguel Leyva Guerrero
A MENOS DE DOS SEMANAS DE LA ELECCIÓN interna para la renovación de la dirigencia municipal del PRI en Guaymas, los grupos involucrados en este proceso de plano ya “reventaron” el pacto de civilidad signado apenas la semana pasada en la fonda de Plutarco Elías Calles (Sede local del PRI), y por lo que se ve ya no hay ninguna posibilidad de acuerdos, el choque de trenes será inevitable y por consiguiente se presentará una fractura más en este partido.
Con antelación habíamos comentado que este “pacto de civilidad” era menos que nada, que era un juego de artificio, que solamente serviría para la foto y rápidamente el tiempo nos dio la razón con el ataque mediático lanzado por la ex alcaldesa y candidata Susana Corella hacia su contrincante tricolor, Pedro Romano Terrazas, al referir que hay “quien quiere ganar con la intriga y la mentira lo que no pueden ganar con votos”.
Este ataque de la ex alcaldesa se publicó en los periódicos locales, y de hecho es una estrategia que desde hace más de una semana se había programado para limpiar la imagen de Corella Platt, con este espinoso y enmarañado asunto de la venta de un predio contiguo al complejo industrial de Maquilas Rocafuerte, en la entrada norte de la ciudad.
En este asunto se maneja la venta de 14 hectáreas en medio millón de pesos, y el turbio manejo de este proceso ventilado ya en medios de comunicación, se lo achaca la ex alcaldesa al grupo de Pedro Romano Terrazas, es decir, a Germán Uribe, Carlos Zataráin y compañía.
Sin embargo, como “El Borras”, el grupo de Susana Corellla desentierra de nueva cuenta el hacha de guerra, rompiendo el “pacto de civilidad” que se había comprometido a respetar, con todo y que nunca aporta elementos que definan a plenitud el auspicio y/o promoción de Romano y compañía en el manejo mediático de la venta de los terrenos de marras.
Así pues, el pacto de civilidad se ha convertido en un pacto de guerra y de hecho creemos que esta jamás dejó de darse tras bambalinas.
Es entendible que Pedro Romano no se haya quedado con los brazos cruzados y en un comunicado señala: “Es más que claro que Susana Corella se equivoca de calle, al acusarme de que intento ganar con “mentiras”, “intrigas” y “amenazas”,pues como lo demuestra mi amplia trayectoria política, estoy muy alejado de esos métodos que condeno”.
Luego entonces, podemos asegurar que en el PRI las cartas están tiradas y el grupo de Susana Corella, (Otto Claussen, Antonio Astiazarán y compañía), simplemente se aferrará al Consejo Político que mantiene bajo su control para poder imponer a la ex alcaldesa como nueva dirigente tricolor, con todo y que no tenga un centímetro de trabajo partidista recorrido en este instituto político.
Dicen por ahí que “Chango viejo no aprende maroma nueva”, y por lo menos, en el PRI las mañas y artimañas no cambian, y esto del mentado pacto de civilidad fue solamente una trampa para Pedro Romano a quien trataron de colocar como el malo de la película.
Sin embargo, todo cae por su propio peso, y para infortunio de los ilusos que piensan todavía que hay posibilidades de regresar a la casa de piedra (Otto Claussen Iberri), la deteriorada imagen de este partido es lo que terminará por sepultarlo entre el electorado porteño.
Los guaymenses ya no quieren más de lo mismo, no quieren las mismas imposiciones, las mismas trampas, los mismos vicios de quienes no han aprendido que los primeros en orden son los primeros en derecho, y que pasandose estos valores entendidos por el arco del triunfo, le apuestan a la imposición para seguir saciando sus ambiciones políticas y de grupo, con todo y que una victoria en la dirigencia del PRI, no les garantice aboslutamente nada.
Retomo lo dicho por el propio Pedro Romano: “Con este PRI no ganamos”
Yo le agrego: Con este PRI, la gente de abajo, la gente de lucha y esfuerzo de años, no llegará jamás.
Vale pues.
Mañana le seguimos…en la RUEDA DE LA FORTUNA
Facebook: Manuel Miguel Leyva Guerrero
Twitter: mikeleyva75
Correo: mleyva1175@gmail.com
Por Miguel Leyva Guerrero
A MENOS DE DOS SEMANAS DE LA ELECCIÓN interna para la renovación de la dirigencia municipal del PRI en Guaymas, los grupos involucrados en este proceso de plano ya “reventaron” el pacto de civilidad signado apenas la semana pasada en la fonda de Plutarco Elías Calles (Sede local del PRI), y por lo que se ve ya no hay ninguna posibilidad de acuerdos, el choque de trenes será inevitable y por consiguiente se presentará una fractura más en este partido.
Con antelación habíamos comentado que este “pacto de civilidad” era menos que nada, que era un juego de artificio, que solamente serviría para la foto y rápidamente el tiempo nos dio la razón con el ataque mediático lanzado por la ex alcaldesa y candidata Susana Corella hacia su contrincante tricolor, Pedro Romano Terrazas, al referir que hay “quien quiere ganar con la intriga y la mentira lo que no pueden ganar con votos”.
Este ataque de la ex alcaldesa se publicó en los periódicos locales, y de hecho es una estrategia que desde hace más de una semana se había programado para limpiar la imagen de Corella Platt, con este espinoso y enmarañado asunto de la venta de un predio contiguo al complejo industrial de Maquilas Rocafuerte, en la entrada norte de la ciudad.
En este asunto se maneja la venta de 14 hectáreas en medio millón de pesos, y el turbio manejo de este proceso ventilado ya en medios de comunicación, se lo achaca la ex alcaldesa al grupo de Pedro Romano Terrazas, es decir, a Germán Uribe, Carlos Zataráin y compañía.
Sin embargo, como “El Borras”, el grupo de Susana Corellla desentierra de nueva cuenta el hacha de guerra, rompiendo el “pacto de civilidad” que se había comprometido a respetar, con todo y que nunca aporta elementos que definan a plenitud el auspicio y/o promoción de Romano y compañía en el manejo mediático de la venta de los terrenos de marras.
Así pues, el pacto de civilidad se ha convertido en un pacto de guerra y de hecho creemos que esta jamás dejó de darse tras bambalinas.
Es entendible que Pedro Romano no se haya quedado con los brazos cruzados y en un comunicado señala: “Es más que claro que Susana Corella se equivoca de calle, al acusarme de que intento ganar con “mentiras”, “intrigas” y “amenazas”,pues como lo demuestra mi amplia trayectoria política, estoy muy alejado de esos métodos que condeno”.
Luego entonces, podemos asegurar que en el PRI las cartas están tiradas y el grupo de Susana Corella, (Otto Claussen, Antonio Astiazarán y compañía), simplemente se aferrará al Consejo Político que mantiene bajo su control para poder imponer a la ex alcaldesa como nueva dirigente tricolor, con todo y que no tenga un centímetro de trabajo partidista recorrido en este instituto político.
Dicen por ahí que “Chango viejo no aprende maroma nueva”, y por lo menos, en el PRI las mañas y artimañas no cambian, y esto del mentado pacto de civilidad fue solamente una trampa para Pedro Romano a quien trataron de colocar como el malo de la película.
Sin embargo, todo cae por su propio peso, y para infortunio de los ilusos que piensan todavía que hay posibilidades de regresar a la casa de piedra (Otto Claussen Iberri), la deteriorada imagen de este partido es lo que terminará por sepultarlo entre el electorado porteño.
Los guaymenses ya no quieren más de lo mismo, no quieren las mismas imposiciones, las mismas trampas, los mismos vicios de quienes no han aprendido que los primeros en orden son los primeros en derecho, y que pasandose estos valores entendidos por el arco del triunfo, le apuestan a la imposición para seguir saciando sus ambiciones políticas y de grupo, con todo y que una victoria en la dirigencia del PRI, no les garantice aboslutamente nada.
Retomo lo dicho por el propio Pedro Romano: “Con este PRI no ganamos”
Yo le agrego: Con este PRI, la gente de abajo, la gente de lucha y esfuerzo de años, no llegará jamás.
Vale pues.
Mañana le seguimos…en la RUEDA DE LA FORTUNA
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