Los casos de víctimas por violación
equiparada aumentaron 22 por ciento en los primeros nueve meses de 2018
respecto al año anterior. A la par, las denuncias por abuso sexual
incrementaron 10% durante el mismo periodo, y la corrupción de menores subió
27.58% en el Estado
“Las violaciones, abuso
sexual, acoso y corrupción de menores con fines de explotación sexual están a
la alza, Baja California Sur se ha convertido en semillero de abusadores
sexuales, y esto tiene que ver muchas veces por la complicidad de ciertas
instituciones, hay policías metidos en esto, recordemos el caso de marzo de
2016 en Todos Santos, un policía manejaba una red de prostitución que
seguramente también había menores de edad, entonces, la entidad sigue en doble
rojo en ese tema”, refirió á ZETA un miembro del Consejo Ciudadano de Atención
a Víctimas del Delito en el Estado.
De acuerdo con el
Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), la
violación equiparada tiene que ver con la cópula con personas incapacitadas
para resistir física o psíquicamente el acto, por razones de padecimientos
físicos o mentales, edad u otras condiciones o situaciones de indefensión.
El registro de víctimas por violación
equiparada creció un 22 por ciento en los primeros nueve meses de 2018 en
comparación con el año anterior. Además, existe una cifra negra superior al80%
de delitos que no se denuncian.
José Antonio Hirales Mejía,
de 54 años, originario de La Ribera en Los Cabos, con domicilio en Sandía y
Toronja de la colonia Indeco, presunto abusador de menores identificado por
seis víctimas; goza de plena libertad
“Gran parte de las mujeres
que acuden han sufrido de algún tipo de violencia doméstica, sexual, y no
solamente de extraños, también de familiares, muchos no denuncian por pena, y
otras siempre protegen al hombre. Hay una cultura del machismo que a las
mujeres no nos hacen mucho caso”, expuso Silvia Lupián Durán, titular del
Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia Penal y coordinadora general
de las mesas de Seguridad y Justicia en Baja California Sur.
“Me siento mal, me siento
triste de que haya una sociedad que no respete a las niñas, a las mujeres, que
ahora por tener falda no respeten a las niñas, usas falda, tú lo provocaste,
son personas que no tienen conciencia. Como yo y más jovencitas que pasamos por
lo mismo, tienen miedo a volverlo encontrar y que nos diga ‘por tu culpa me metieron
a la cárcel’ y quiera hacer otra cosa y no nada más conmigo, sino con otras
niñas”, lamentó Jennifer, víctima reciente de abuso sexual y que tuvo el valor
de denunciar a su agresor.
Otro de los delitos que
repunta en lo que va de 2018, es la corrupción de menores, lo cual refiere a la
manipulación o abuso de incapaces por parte del autor del delito, quien hace
participar a la víctima de forma prematura u obscena, en actividades de
naturaleza sexual, prostitución, pornografía y conductas que afectan el
desarrollo de la víctima.
Comparando los primeros nueve
meses de 2017 con 2018, este año hay más denuncias por corrupción de menores en
un 27.58%.
“Se está atendiendo mucho el
tema de delincuencia organizada, pero las autoridades no están viendo el problema,
está bien que se invierta en patrullas, en policías, pero también deben buscar
alternativas para mejorar las condiciones de la población, la ciudadanía está
ciscada ante tanta inseguridad, pero hay conductas que se están disparando y
por descuido”, demandó el representante del Consejo Ciudadano de Atención a
Víctimas del Delito.
VÍCTIMAS DESESPERADAS
El miedo se apoderó de
estudiantes de la Escuela Secundaria Técnica 17 de La Paz, ubicada en Calle
Guillermo Prieto y Uxmal de la colonia Pueblo Nuevo, donde en una semana se
registraron cinco casos de abuso sexual y acoso a estudiantes y a una madre de
familia.
Los hechos se registraron el
7 de noviembre, cuando Jennifer, de 13 años, caminaba en dirección a la
secundaria cuando “un señor” se atrevió a tocarle los glúteos y se masturbó
frente a ella.
“Iba caminando sola y a un
tipo que le alcancé a ver la cara. Sentí pasos, volteé para atrás y me pregunta
la hora se la di y entonces aprovechó, tocó mis nalgas, le dije qué le pasa y
lo aventé para la calle; él se dio la vuelta a un carro que estaba
estacionado, tiene sus pantalones abajo
y masturbándose frente a mí. Lo que yo hago es correr e irme para la
escuela”, compartió la adolescente, quien de inmediato informó a sus maestros y
posteriormente a su madre.
Al día siguiente, su mamá, de
nombre Glenda, la acompañó hasta la escuela y regresó por la misma ruta, donde
tuvo la sorpresa de toparse con el mismo sujeto, quien intentó hacer lo mismo
con ella.
La madre de la menor se armó
de valor y lo enfrentó, tomándolo de la camisa y llevándolo hasta la secundaria
para que fuera reconocido.
“Las niñas por medio del
cerco lo identifican, era el mismo hombre que les había faltado al respeto, me
quedo con él y llega la Policía; traigo mucho coraje, porque voy a ver qué pasó
con él, saber qué procede, y me dicen que ya lo soltaron, que les dan 24 horas,
cuando me habían dicho que eran 72 horas”, lamentó.
La denuncia quedó establecida
bajo el número LPZ/9476/2018/NUC por el delito de exhibicionismo y abuso sexual
de personas menores de edad.
“Voy a la atención a la mujer
y me salen con que me tengo que esperar a que les llegue el papel para empezar
a proceder, entonces si hubiera sido al revés, y yo lo hubiera matado al
hombre, ahí si entra derechos humanos y van sobre mí, y ahora que son varias
las niñas, no nomás soy yo y mi hija, son varias niñas que tienen ese problema
y el hombre dónde está, ya se nos peló, ya se fue. Ahora toca esperar a que
pase algo feo, y no tenemos por qué esperar a eso”, lanzó.
El temor de Glenda por su
hija es grande, pues asegura, no es posible que hayan soltado al hombre, por no
encontrar delito por perseguir.
En su Artículo 80, el Código
Penal considera grave “a quien sin propósito de llegar a la cópula ejecute un
acto sexual en una persona menor de catorce años de edad o persona que no tenga
capacidad para comprender el significado del hecho o que por cualquier causa no
pueda resistirlo o la haga observar o ejecutar dicho acto; se le impondrán de
dos a cinco años de prisión y multa de doscientos a quinientos días. Si se
hiciera uso de la violencia física o moral, la pena prevista se aumentará en
una mitad”.
El 7 de noviembre se
interpusieron seis denuncias en contra de este sujeto, cinco de ellas por
alumnas de la Escuela Secundaria Técnica 17 y una más por la señora Glenda.
“(La autoridad) Está
esperando a que viole a una persona para hacer algo, no esperen a más personas,
no esperen a que viole, no esperen a que mate, no esperes nada de eso porque el
día mañana o pasado lo va a volver a hacer, a decir ‘la voy a tocar y no me
hacen nada, lo vuelvo a hacer’, somos seis personas, seis mujeres que piden que
lo detengan, que piden justicia, está mal que lo suelten”, comentó la
jovencita, haciendo un llamado a las instituciones de seguridad y justicia a la
congruencia, para defender a la población, en especial a niños y niñas.
“Tengo 13 años y pido que
hagan justicia, que vean, que hablen; lo pido por todas las niñas que han
pasado por eso”, agregó la mejor.
Lo preocupante es que ante la
inoperancia de las instituciones, los padres de familia aseguran que harán
justicia por propia mano.
AUTODEFENSAS EN ESCUELAS
Estudiantes de diversas
escuelas de los alrededores de la colonia Pueblo Nuevo en La Paz están alertas,
los padres de familia han intensificado la vigilancia en los alrededores.
El director de la Escuela
Secundaria Técnica 17, Francisco Romero, reprochó que la conducta de la persona
es inapropiada y se tiene que hacer justicia.
“La impartición de justicia
yo no sé dónde está, porque al dejarlo libre implica que no hay delito,
entonces qué es lo que se quiere, para nosotros hay una conducta antisocial que
debe de ser reprendida de alguna u otra manera. Dicen las alumnas, la misma
madre, ¿qué quieren, que violen a una niña, que cometan un delito sexual, ante
una conducta de esa persona que no está bien? El malestar es por la propia
comunidad educativa y las autoridades de aquí”, denunció el directivo.
La Secretaría de Educación
Pública ya tiene conocimiento y se requiere especial ayuda, pues diariamente
cientos de jovencitas van y vienen de sus casas a la escuela, la mayoría en
transporte público o caminando, en algunos casos en la oscuridad, principalmente
aquellas que acuden al turno vespertino, cuando desde las seis de la tarde ya
hay penumbra.
“Hay una vigilancia
permanente alrededor de la escuela, pero ante esa comunicación con ellos del
problema que estamos teniendo, que no es de ahorita, ya tiene varias semanas,
que se actúe, se investigue y se llegue a esas personas, y es que ahorita fue
por aquí, por esta calle Tenochtitlán y por la Tuparam también hay otros
individuos que están saliendo con la misma característica, no nada más es uno”,
lanzó Romero.
Daniel de la Rosa Anaya,
procurador general de Justicia en el Estado, aseguró que en efecto las
denuncias fueron recibidas y serán atendidas lo antes posible con el fin de
evitar que el abusador de menores siga en la impunidad.
“Son denuncias que recibimos
en la Subprocuraduría de Atención Temprana y Justicia Alternativa, estamos
revisando la integración de las carpetas de investigación para proceder
legalmente en contra de este individuo,
se están recabando diversas entrevistas, incluso testigos presenciales;
una vez integradas las carpetas, estaremos judicializando los casos”, adelantó.
Así como se han esclarecido
hechos de mayor impacto, esto también habría de resolverse, ya que existe una
verdadera preocupación de la comunidad estudiantil.
“Por supuesto hay resultados
en este caso y se va a proceder legalmente en torno a esta persona, es
importante que si hay algunas otras denuncias de personas, que se han suscitado
de los mismos hechos, nos las hagan llegar o las presenten para de una vez, integralmente,
atender todas y cada una”, exhortó.
El único detalle es que
alguien no hizo su trabajo y deben existir represalias contra los servidores
públicos, pues por lo menos cinco familias de una misma secundaria estarán
preocupadas hasta que caiga el responsable.
Silvia Lupián Durán, titular
del Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia Penal en el Estado,
apuntó que es requerimiento urgente trabajar con los jóvenes para que prevengan
cualquier conducta que atente contra su integridad física o mental.
“En las mesas de Seguridad y
Justicia, autoridades de los tres niveles de gobierno, iniciativa privada y
asociaciones civiles, lo que estamos haciendo es por secundarias, conformar los
comités integrales. El objetivo es blindar a los jóvenes con información
suficiente, sobre cómo prevenir los delitos y que ellos sean multiplicadores
con jóvenes”, expuso.
VIOLENCIA SEXUAL SIN ATENCIÓN
Acorde con expertos, el abuso
sexual en menores de edad “es uno de los tipos de maltrato infantil con peores
repercusiones en sus víctimas”, por lo tanto, deben recibir atención individual
para evitar secuelas y traumas con el paso de los años.
“Como Estado carecemos de un
protocolo de atención, carecemos de los mecanismos adecuados para que la
víctima reciba, una vez que se presenta ante la autoridad a formular su
denuncia, de atención psicológica oportuna, atención médica adecuada y apoyo
psicológico, es muy triste ver en las salas de espera de las agencias donde se
presentan las denuncias, que las víctimas pasan a veces hasta dos horas
esperando ser atendidas, y mientras eso ocurre, están en total abandono, presas
de la angustia, del estrés”, denunció Arturo Rubio, presidente del Colegio de
Postgraduados en Derecho y Ciencias Afines de Baja California Sur.
Lamentablemente las víctimas
de algún tipo de violencia sexual, no sólo deben cargar con el trauma que le
provocó la agresión, sino con un largo proceso burocrático para interponer su
denuncia, lo que lleva a 8 de cada 10 personas a desistir.
“No tenemos una calificación
en cuanto a la sensibilidad personal de los servidores públicos en general,
debe haber honrosas excepciones, se carece de la sensibilidad para el trato a
la víctima, en Baja California Sur no se combate el delito, se combate la
estadística criminal, al final de una periodo administrativo se dice que redujo
la criminalidad, porque se levantaron menos denuncias. ¿Cómo se consigue esto?
Desanimando a la víctima a denunciar, hay delitos que se persiguen de oficio”,
refirió el abogado litigante.
El nuevo sistema penal
acusatorio, vigente en la entidad desde 2015, ha sido una forma de llevar la
justicia pronta para la población, sin embargo, los propios servidores públicos
no han sabido aplicarlo.
Además es un sistema
garantista, “de acuerdo con los programas y reformas constitucionales, se busca
que la víctima sea protegida y resarcida del daño, sin embargo, toda la
atención se sigue centrando a proteger al imputable, el cual tiene un defensor
desde el primer momento, tiene derechos humanos, tiene comisiones del Congreso
que están vigilando que se respeten sus derechos, pero a la víctima nadie la
cuida, nadie la tutela, nadie la protege”, evidenció Rubio Ruiz.
“No hay un mecanismo adecuado
de intercomunicación entre las dependencias, la Policía Municipal hace una
detención, el aviso que se da la policía persecutora no siempre es funcional y
eficaz, porque no hay un control, no hay un registro, es ineficaz el sistema;
necesitamos que exista una coordinación interinstitucional, interdisciplinaria,
para que la víctima sea atendida con esmero, cuidado y sobre todo que no se
genere impunidad. Pero no se revisa si hay conducta que se le pudiera imputar
al sujeto, implica un delito que es perseguible a partir de la flagrancia. Hay
una negligencia”, advirtió.
IMPUNIDAD FOMENTA ABUSO
“En 2017 tuvimos once
denuncias por hostigamiento sexual, para lo que va de 2018 se redujo en un 90%
y el abuso sexual se nos disparó en un 10%; ahora el acoso sexual subió 155%,
no bajamos en 2018, la impunidad hizo que los delincuentes se animaran a más y
ahora tenemos mujeres violadas”, lamentó un miembro del Consejo Ciudadano de
Atención a Víctimas del Delito en Baja California Sur.
En voz de una víctima, se
requiere la total cooperación de las instituciones, pues de por sí es difícil
vivir con el abuso sexual, y compartir la experiencia es terrible, por lo cual
en ocasiones se guarda silencio.
“Fui violada y no le tuve
confianza a mi familia porque no había la comunicación, pero se lo dije a una
señora que era mi vecina y empezó a ayudarme, busquen el apoyo con las personas
que queramos, que le tengan más confianza”, compartió con ZETA.
En cuanto a lo que siente una
víctima de violación después de haber sido abusada, dijo:
“Bien difícil, sientes que se
te va la vida, que no vales nada, y muchas optan por la puerta falsa; no hay
que irse por la puerta falsa, hay que tocar la puerta correcta, hoy en día,
gracias a Dios, hay organismos ciudadanos que no necesariamente tiene que ser
de instituciones gubernamentales, muchas veces son instituciones de gobierno
‘para apoyar a la víctima’, pero son tan fríos que no encontramos el eco o la
ayuda, pero hay otros organismos ciudadanos donde nos pueden escuchar”, indicó.
Es clave que tanto los padres
detecten alguna actitud distinta en sus hijos como que las instituciones de
seguridad y justicia actúen de inmediato e investiguen.
Un caso que pudo pasar a
mayores fue el de una joven paceña, la cual grabó a su acosador y pudo
denunciarlo en redes sociales el sábado 27 de octubre alrededor de las nueve de
la noche, cuando la víctima salió de su trabajo y caminaba por 5 de Febrero y Revolución,
en pleno centro de la Ciudad.
“Hola, estoy en La Paz, Baja
California Sur, voy camino para mi casa, entonces iba así caminando y un tipo
se frenó al lado mío y empezó decirme ‘buenas noches’ y esas cosas, y es ese
tipo, vamos a ver… Y ahora viene para acá y me viene siguiendo, ese es su coche
con placas 295 PNG – 4 y bueno pues está oficialmente, está filmado y ahora se
hace el desentendido y ya se va”, dijo la víctima de acoso que denunció a su
agresor.
La grabación continúa, justo
por suerte pasa caminando una pareja.
Víctima (V): ¿Vienen juntos? ¿Vienen con
ese señor?
Pareja (P): Con quién o por qué…
V: Porque me está esperando allá desde
hace rato.
P: Yo te conozco a ti, vente para acá,
yo conozco a tu familia, vente mi amor, no te va a pasar nada.
Presunto Acosador (PA): Yo pensé que
necesitaba protección o algo.
V: No, qué protección ni qué nada.
P: ¿Qué te decía?
V: Usted estaba molestándome Y eso es un
delito… eso es un delito, señor.
PA: Está bien, ya me voy, pero mira, yo
no te dije nada.
V: Eso se llama acoso, señor, y es un
delito aquí y en cualquier parte del país, y usted no lo puede hacer a ninguna
mujer ni a ninguna persona.
P: ¿A dónde vas, m’ija?
V: Voy aquí a casa de mi familia.
En la Subprocuraduría de
Atención a la Mujer confiaron que sólo hay registro de cuatro denuncias, las
cuales son de acoso institucional, ejercidos por una figura de poder; los
lugares más comunes donde esto sucede son consultorios médicos, oficinas, entre
otros.
En tanto, estudiantes de
bachillerato CBTIS 62 confirmaron que constantemente son víctimas de acoso y
abuso sexual, pero no sabían que pueden denunciar.
“Algún tipo de hombre
borracho que se acerque y pues la acosa con palabras y así, tipos de piropos
nada más, muchas veces en los camiones. Una vez un muchacho se me acercó y se
puso, estaba agarrado el camión de esta parte y el otro muchacho del otro lado,
y cuando pidió alguien la bajada el muchacho se volteó y el camión frenó y pues
pasó eso (se le pegó al cuerpo por detrás) y se quedó así”.
Según la estudiante, no
denunció porque “siempre, siempre dicen que somos las mujeres”.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA/ INVESTIGACIONES ZETA/ MARTES, 20 NOVIEMBRE,
2018 01:00 PM)
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