jueves, 16 de agosto de 2018

MUNICIPALIZACIÓN DE LA CEA A CAMBIO DE LA LIBERTAD DEL KIRIKY


De Empalme ya se ha dicho todo y se sabe todo. Bueno, casi todo. El gobierno priista que todavía encabeza Carlos Enrique Gómez Cota, ha sido, según los empalmenses el peor de la historia.

Tres años de corrupción e impunidad. Tres años de ausencia y vacío. Tres años esperando que las instituciones funcionen y pongan en su lugar a quien tengan que poner.

El silencio cómplice del Gobierno del Estado tiene lógica: lo necesitan.

Carlos Enrique Gómez Cota podrá ser la vergüenza para los priistas sonorenses pero lo ocupan. No importa que tenga dos meses sin entrar al palacio municipal, su firma tiene validez.

¿Por qué el Gobierno del Estado está interesado en destrabar el conflicto laboral que mantiene a El Kiriky fuera de palacio? Porque lo necesitan dentro.

Por eso, el Estado está negociando con los trabajadores para que liberen el palacio porque les urge entregarle a Empalme el organismo operador del agua.

En este mes que le queda al actual gobierno debe quedar lista la municipalización de la CEA para después entregarle a una empresa francesa.

La idea es hacer lo mismo en otros municipios de Sonora.

La firma de Gómez Cota es el pase automático para su libertad. Así que firma porque firma.

Lo mismo pretende hacer en Cananea y en Guaymas.

Les quedan 30 días para entregar los organismos operadores del agua a los municipios.

El estado quiere hacerlo antes del 16 de septiembre, no quieren que se les compliquen las cosas con los nuevos gobiernos, el problema son los sindicatos.

La empresa francesa, que por cierto opera el canal de Suez en medio oriente, no quiere lidiar con sindicatos, menos con los de la CEA.

Antes como antes y ahora como ahora, si Padrés no cumplió con otorgarnos agua las 24 horas del día, queda claro que el actual gobierno tampoco ha podido resolver el problema, por eso desde el principio optó buscar alianzas en la iniciativa privada, pero algo salió mal, seguramente porque se hicieron mal las cosas.

La desaladora está atorada. La licitación está impugnada, la CEA cada vez es más incompetente y ante tanta incompetencia prefieren vía fast track entregarla a los municipios el organismo para que después una empresa francesa los opere. De este tamaño el fracaso.

Mientras, los guaymenses y empalmenses tendremos que seguir padeciendo la peor crisis de abasto de agua potable en los últimos años.

(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ AGUEDA BAROJAS/ 14 Agosto 2018)   
        


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