Sandra Malpica fue asesinada en su casa
ubicada en Tezonapa, Veracruz. La bala de un arma larga atravesó su ojo
izquierdo y acabó con su vida, pero las autoridades de Veracruz argumentaron
que se trató de un suicidio.
A casi tres meses del asesinato, la
familia de la joven de 19 años reclama que no hay una orden de aprehensión en
contra del sospechoso del crimen, la pareja de Sandra, y que la corrupción le
ha permitido seguir en libertad.
“Los de la Fiscalía de Veracruz dicen
que tienen que recabar datos mientras que él, el asesino, sigue prófugo.
Nosotros exigimos justicia al crimen de mi hermana, que el responsable sea
castigado”, reclama Diana Malpica, hermana de la víctima.
Ciudad de México, 16 de julio
(SinEmbargo).– Sandra Malpica Lira, de 19 años, fue asesinada de un balazo
proveniente de un fusil en Tezonapa, Veracruz. El sospechoso del crimen, pareja
de la joven, huyó desde el día de los acontecimientos y hoy ni siquiera se ha
emitido una orden de aprehensión en contra de él, acusa la familia de la
víctima.
Sandra Malpica Libra era la
mediana de tres hermanos, ama de casa y, desde cuatro años atrás, vivía en
unión libre con Juan Pablo “N”.
“Ella estaba dedicada a la
familia. Le gustaba bailar, era muy alegre, sociable, le gustaba ayudar a los
demás” platica Diana Malpica, hermana de la víctima.
Sandra fue asesinada la
madrugada del viernes 20 abril en su casa ubicada en el ejido Tepelcingo. Diana
destaca que -días antes del asesinato- su hermana le comentó a la familia que
tenía problemas con su pareja por una infidelidad.
La joven recuerda que Sandra
avisó que el jueves, 19 de abril, acompañaría a Juan Pablo a una fiesta. “Esa
noche cuando ella la matan, ella estaba con él”, asegura.
El mes en que Sandra fue
asesinada fue el periodo más letal para las mujeres en lo que va del año. En
total 218 mujeres fueron privadas de la vida a nivel nacional, de esos casos 70
fueron calificados como feminicidios y 210 como homicidios dolorosos de acuerdo
a las cifras del Secretariado Ejecutivo de Sistema Nacional de Seguridad
Pública (SESNSP).
Desde el 23 de noviembre de
2016, una Alerta de Género opera en 11 municipios de Veracruz: Boca del Río,
Coatzacoalcos, Córdoba, Las Choapas, Martínez de la Torre, Minatitlán, Orizaba,
Poza Rica de Hidalgo, Tuxpan, Veracruz y Xalapa. La medida contra la violencia
feminicida no alcanza el territorio donde Sandra fue asesinada.
Sandra y el joven acusado del asesinato.
Foto: Especial
EL FALSO SUICIDIO
Los padres de Sandra fueron
notificados del crimen por los suegros de la víctima esa misma madrugada,
quienes vivían al lado de donde residía la joven pareja. “Ellos [suegros de Sandra]
le dijeron a mis papás que ella se había suicidado”, comenta Diana.
Tras recibir la noticia, los
señores Malpica se dirigieron a la vivienda y hallaron el cuerpo sin vida de su
hija.
“Mi papá encontró un
casquillo percutido de una arma AR15, (calibre .223) y fue como supo que ella
no se suicidó. Uno no se puede suicidar con esas armas largas. Ella tenía un
disparo en el ojo izquierdo”, detalla la hermana de la víctima.
La joven explica que otro
hecho que les abrió sospechas, es que los padres del Juan Pablo notificaron a
la familia a las 4:30 de la mañana, y la joven, según el reporte forense, murió
alrededor de las 02:00 de la mañana.
“Ellos le dieron tiempo a su
hijo de escapar. En el lugar ya no estaba el arma con la que la mataron solo el
casquillo percutido”, explica.
Sandra fue asesinada y su familia lucha
para que se haga justicia. Foto: Cortesía de la familia
El papá de Juan Pablo también
dijo a sus consuegros que había dado parte a las autoridades, pero “cuando mi
papá acude a la Policía, ellos no sabían nada”.
La familia asegura que el
presunto responsable es hijo de un reconocido productor cañero en Tezonapa y
que su familia mueve influencias para que la investigación no avance.
Ejemplo de ello, expone, es
que las autoridades también trataron de invisibilizar el caso y darle
carpetazo, pues al inicio en uno de los dictámenes oficiales y documentos de
peritos argumentaron que la muerte fue un suicidio y que se desconocía con qué
arma se había provocado la muerte.
“Pero en el lugar, cuando vinieron
ministeriales ya habían encontrado el casquillo percutido”, insiste la hermana.
Diana recuerda que tuvieron
que luchar para que las autoridades de Fiscalía de Córdova reconociera que ella
fue privada de la vida y aunque ahora se investiga el delito como un
feminicidio, la indagatoria va muy lenta.
Tan solo hasta mayo de este
año, el estado de Veracruz reportó un total de 64 asesinatos de mujeres, de los
cuales, 28 son investigados como feminicidios y el resto, 36 son calificados
como homicidios dolosos.
De los 315 feminicidios que
señala el Segob a nivel nacional, Veracruz es el estado con mayor número de
casos reportados.
“Los de la Fiscalía dicen que
tienen que recabar datos mientras que él, el asesino, sigue prófugo. Nosotros
exigimos justicia al crimen de mi hermana, que el asesino sea castigado”,
reclama Diana.
(SIN EMBARGO/ SUGEYRY GÁNDARA/ 16 DE JULIO 2018)
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