Apenas doce inspectores federales y
cuatro estatales, se encargan de vigilar los mil 500 kilómetros de litorales en
Baja California, tanto por el Pacífico y el Golfo, donde se concentra la
mayoría de las especies de alto valor comercial
Redes delincuenciales
dedicadas a la extracción furtiva de especies marinas de alto valor comercial
operan impunes en las costas de Baja California y llegan hasta el mercado
asiático, principalmente, convirtiéndose en una faceta más del crimen
organizado que obtiene ganancias incalculables.
En Baja California, especies
de alto valor comercial como la langosta, el abulón, el pepino de mar, la
almeja generosa, erizo, callo de hacha y en escama la cabrilla, jurel y rockot,
pasando por la totoaba, son una oportunidad de obtener capital, aunque su
extracción, transporte, almacenamiento y comercialización de manera ilícita
implique riesgos.
Con sus mil 500 kilómetros de
litorales, Baja California es el segundo Estado con más costa en el país, pero
cuenta con solo doce inspectores federales y cuatro estatales. El abandono de
los litorales es campo abierto para el saqueo de especies marinas, muchas de
las cuales se han visto amenazadas al grado que se han tenido que tomar medidas
nunca antes experimentadas, como es el caso de la almeja pismo en San Quintín.
En el Golfo de California
existen más de 400 puntos de desembarco para pescadores artesanales, “lo que
muestra lo complicado que podría resultar la vigilancia de este sector, especialmente
cuando estos puntos pueden cambiar con facilidad y Conapesca cuenta únicamente
con 210 inspectores de pesca para los 17 estados con litoral”, expone el
estudio “La Pesca Irregular en México: Una Barrera a la Competitividad”,
elaborado por la organización Environmental Defense Fund de México (EDF de
México) y el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
Alfonso Rosiñol de Vecci,
presidente de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera (Canainpesca) en Baja
California, refirió que ninguna de las zonas pesqueras en la región y en el
país tiene la cantidad de personal para vigilar adecuadamente.
El tema ya se le expuso al
nuevo secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación, Baltazar Hinojosa, a quien se solicitó reforzar la inspección y
vigilancia.
El secretario de Pesca y
Acuacultura de Baja California, Matías Arjona Rydalch, secundó la versión de
Rosiñol. La falta de inspectores “ha dado pie a que la pesca furtiva sea más
fácil de realizar”.
Al iniciar la actual
administración estatal se solicitó a la Comisión Nacional de Acuacultura y
Pesca (Conapesca) más inspectores para Baja California; la petición fue
atendida y de ocho elementos federales se incrementó a doce, aunque “nunca
serán suficientes para las especies que tenemos tanto por el Golfo como por el
Pacífico”, según los dichos del funcionario estatal.
Existen dos zonas con
actividad furtiva marcada: El Rosario, al sur de San Quintín, por el lado del
Pacífico; por el lado del Golfo, Bahía de los Ángeles. En este último lugar los
pescadores furtivos de Sonora saquean, se regresan y “nadie les dice nada”,
explicó Arjona.
Los furtivos se están
acabando el abulón y la almeja generosa, mientras que la biomasa se está viendo
afectada.
El furtivo “no solo te está
quitando un pez que tú podrías agarrar, sino que atenta contra el futuro de la
pesca”, complementó Rosiñol, en entrevista por separado.
El titular de la Secretaría
de Pesca y Acuacultura de Baja California
(SepescaBC) dijo estar dispuesto a colaborar con la autoridad federal,
en este caso la Conapesca, en la creación de estrategias para combatir esta
actividad ilegal, a la vez que resaltó el papel de la Secretaría de Marina, ya
que sin su presencia “esto estuviera mucho más crítico”.
“Siento que no ha habido un
líder en atacar el problema de la pesca furtiva; el coordinador general para
las acciones no lo veo y a mi juicio debería ser la Conapesca”, reiteró el
funcionario estatal.
ZETA solicitó entrevista con
el subdelegado de Conapesca en Ensenada, Óscar Guillermo Baylón Grecco, pero no
atendió la petición.
LOS COMPRADORES
Otra acción de vigilancia por
parte de inspectores federales debe ser el punto de consumo, como restaurantes,
sugirió Matías Arjona, “no generalizo, pero definitivamente hay producto ilegal
que se consume en los restaurantes y no hay ningún tipo de inspección en la que
se les solicite la facturación, se audite cuántos kilos de equis producto
tienen en el congelador y la comprobación legal”, sentenció.
Por otro lado, Alfonso
Rosiñol de Vecci indicó que en el caso de la totoaba “claro que tienen que
estar organizados para hacer llegar ese
buche hasta China”.
Quienes se dedican a la pesca
de totoaba, así como a la extracción furtiva del resto de especies de alto
valor comercial, logran capturarlas, bajarlas en las playas o muelles, pasar
por las carreteras y sacarlas del país, expuso.
A finales de agosto de 2017,
durante la “Reunión Trilateral China/Estados Unidos/México sobre el Combate al
Tráfico y Demanda de Pez Totoaba”, encabezada en Ensenada por el secretario de
Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Pacchiano, el director ejecutivo
sobre la Importación de Especies Protegidas de la delegación china, Meng
Xianlin, expuso que en mayo de 2015 se prohibió el anuncio de venta de
productos de totoaba en su país.
Como parte de sus esfuerzos
de inspección y vigilancia, al sur de China detectaron la venta de totoaba, por
lo que autoridades de esa nación implementaron puntos de inspección en Hong
Kong, donde se detectó la irregular venta de esta especie; en una de ellas
encontraron 14 buches de totoaba, por lo que multaron al establecimiento con el
equivalente de entre 30 mil y 80 mil dólares.
RUTA MÉXICO-CALEXICO-LOS ÁNGELES-HONG KONG
Los trabajos en aquella
reunión tuvieron como objetivo básico acelerar el combate al tráfico ilegal de
la Totoaba macdonaldi, según el comunicado oficial de la Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales.
Debido a que este pez mexicano es muy valorado
en el mercado asiático, donde se vende su vejiga natatoria o buche, no su
carne, con fines medicinales no comprobados científicamente y como dote, regalo
o inversión financiera hasta por 60 mil dólares el kilo, la vaquita marina, el
cetáceo más pequeño del mundo, es una víctima colateral porque ambas especies
nadan juntas.
En la reunión trilateral se
dio a conocer que la ruta del transporte ilegal de los buches de totoaba pasa
por la frontera México-Estados Unidos, ya sea por las ciudades de Calexico o
Los Ángeles hacia Hong Kong.
Los tres países destacaron
que se debe incrementar la capacitación de los agentes aduanales para
identificar al pez y demás especies protegidas por las leyes internacionales;
la suma de esfuerzos es esencial en la atención de la preservación de especies
endémicas marinas; además de la cooperación entre los tres países para
identificar las redes y modos de operación del tráfico ilegal de totoaba.
LAS CAUSAS, LOS DETENIDOS Y LAS SANCIONES LEVES
Las sanciones a la pesca
ilegal no cumplen principios básicos de proporcionalidad y son mucho más laxas
que las de otros países, por lo que tampoco funcionan como un desincentivo real
a la ilegalidad, según el estudio del Imco.
La gran extensión litoral de
México y el aislamiento de muchas comunidades pesqueras, establece el estudio,
crean un acceso al mar prácticamente ilimitado para los pescadores, en
particular para las embarcaciones pequeñas
Pero aún en la remota
probabilidad de sorprender a alguien en una actividad de pesca ilegal, las
sanciones son en general administrativas y menores a las de otros países, por
lo que difícilmente afectan la decisión de pescar de manera ilícita, indica el
documento.
Los principales factores que
propician la pesca furtiva son los económicos, sociales, la falta de
participación pública, el gasto público inadecuado y -de nuevo- la falta de
vigilancia.
En suma, “un marco
regulatorio complejo y poco conocido, la falta de vigilancia, la corrupción,
las bajas barreras económicas de entrada al sector y la falta de coordinación
entre las instituciones encargadas de hacer cumplir la Ley en el agua”, resume
el estudio.
Según Rosiñol, las
autoridades capturan un porcentaje muy bajo de pescadores furtivos. Ahora bien,
agrega, si en cuestiones como la droga y posesión de armas los delincuentes son
liberados fácilmente, posiblemente en cuanto a pesca ilegal las penas tampoco
sean duras.
POCO VALOR AGREGADO
La pesca representa,
oficialmente, alrededor del 3 por ciento del Producto Interno Bruto, a decir de
Alfonso Rosiñol de Vecci, de la Canainpesca, sin embargo, este es su valor “en
muelle”. El gobierno no toma en cuenta el valor agregado en toda la cadena, no
lo contabiliza como pesca; no se cuenta el procesamiento, empaque y traslado
-ya sea para el consumo local o exportación-.
Esto concuerda con el
estudio: México no ha encontrado, a diferencia de otros países, la forma de
añadir valor a los productos de la pesca. Mientras que a nivel mundial, por
cada dólar que se saca del mar se agregan otros tres en la cadena de valor, en
México apenas se agregan 60 centavos, nivel similar a países como Chipre y
Nigeria.
El productor de sardina
insistió en que el producto extraído de manera ilegal no genera empleos en
plantas, ni paga impuestos.
Un furtivo puede vender el
producto muy por debajo del precio del mercado, señaló Rosiñol; el secretario
de Pesca coincidió de nuevo al señalar que, por ejemplo, un pescador furtivo de
langosta puede vender el kilo a 40 dólares -en la pasada temporada fue de 50
dólares- y, si saca 10 kilos en un día, ya se embolsó casi 8 mil pesos libres.
Toda esta contabilidad del
recurso provoca que ni sociedad ni gobierno conozcan el valor real de la pesca
a nivel nacional y ello genera que la Conapesca reciba un recurso muy limitado
para vigilancia por parte de la Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, concluyó Rosiñol.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA/ MARCO A. FLORES /LUNES, 30 ABRIL, 2018 12:00
PM)
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