lunes, 27 de marzo de 2017

MARGARITA SE REÚNE CON DEPORTISTAS Y ESCONDE LA HERENCIA DE SU MARIDO: CAOS Y 3 MIL 700 MDP PERDIDOS


Margarita Zavala, deseosa de la Presidencia, convocó a los deportistas de élite mexicanos. Ellos le hicieron saber que la actual gestión de la Conade ha sido desastrosa: los recursos les son escamoteados, no se ve rumbo, los resultados no llegan. La esposa del expresidente Felipe Calderón no se cansó de prometer que, en caso de que ella regrese a Los Pinos, volverán los buenos tiempos… El problema es que durante el calderonismo también imperaron la mediocridad, el amiguismo y el caos. De hecho, en el sexenio pasado se perdieron 3 mil 700 millones de pesos destinados al deporte.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El idilio entre deportistas de alto rendimiento y el director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Alfredo Castillo, llegó a su fin. En un encuentro con Margarita Zavala, aspirante a la candidatura presidencial por el PAN, un grupo de atletas –incluso quienes han sido muy cercanos al funcionario– cuestionaron el trabajo de Castillo, se quejaron de sus desatenciones y clamaron por que regresen los tiempos en que los panistas dirigían el deporte nacional.
Una veintena de deportistas y exdeportistas se reunieron el jueves 23 con Zavala en las oficinas de Dignificación de la Política, la asociación civil que preside. En el jardín del inmueble, ubicado en la colonia Del Valle, la aspirante a la Presidencia de la República agasajó a los atletas con un desayuno.

Después los invitó a compartir sus propuestas para mejorar el deporte. Aunque ni siquiera ha asegurado la candidatura presidencial por su partido, Zavala ya piensa en diseñar, de la mano de los atletas, el programa con el que, aseguró, conseguirá “los mejores resultados de México en los Juegos Olímpicos”.

Pero más que propuestas, deportistas y exdeportistas aprovecharon el foro para desahogarse. Cada uno contó las malas experiencias que ha atravesado, las ocasiones en que ha pedido ayuda de la Conade y recibió un “no” por respuesta “porque no hay dinero”; los atletas subrayaron los vicios añejos del deporte nacional, como la falta de capacitación de entrenadores y metodólogos, la ausencia de médicos y fisiatras en competencias y los programas de activación física cojos, que se constriñen a “30 minutos de actividad y no a un estilo de vida”.

También cuestionaron los cambios al formato de la Olimpiada Nacional porque algunas categorías menores fueron eliminadas, la ausencia de respaldo por parte de los empresarios mexicanos, los atletas juveniles que no tienen oportunidades porque “no han ganado nada” y deportes que siguen siendo invisibles, sin importar que formen parte o no del programa olímpico.

Zavala se regodeó cuando escuchó frases como “se les extraña” y “cuando estaban ustedes nos sentíamos acompañados”, en alusión al sexenio de Felipe Calderón, su esposo, como presidente. “Ojalá haya un cambio muy grande”, dijo la subcampeona olímpica Aída Román. “Necesitamos un director de la Conade que sepa lo que está haciendo”, soltó la nadadora paralímpica Doramitzi González. La sonrisa de Zavala se extendía.

El lanzador de martillo Diego del Real, cuarto lugar olímpico en Río 2016, le pidió que al llegar a la Presidencia alinee a los organismos deportivos, pues cada uno persigue distintos objetivos. “El Comité Olímpico jala para los Juegos Olímpicos; la Conade, pues no sé lo que busquen, la neta; los estados, la Olimpiada (Nacional); el Conade (Consejo Nacional del Deporte), la Universiada. Uno jala para un lado, y el otro, para otro lado”.

El saltador sonorense Luis Rivera incluso le propuso un proyecto para promover el voto a través de la cultura física y que no sólo aproveche la imagen de los deportistas de alto rendimiento. Lamentó que las propuestas que le ha hecho al presidente Enrique Peña Nieto no han sido escuchadas.

Entre los asistentes estuvieron la raquetbolista Paola Longoria, los arqueros Aída Román (plata olímpica en Londres 2012) y Juan René Serrano, la tiradora Alejandra Zavala (cuarto lugar en Río 2016), las nadadoras Nuria Diosdado y Karem Achach (11 en Río 2016) y otras cuatro integrantes del equipo de nado sincronizado, los jugadores de bádminton Lino Muñoz y Cinthya González; la multimedallista paralímpica Amalia Pérez y los remeros en retiro Patrick Loliger y Analicia Ramírez, entre otros.

Nuria Diosdado fue una de los 12 que tomaron la palabra. No dudó en externar su apoyo a Zavala: “Yo voy con usted, soy su admiradora. En este sexenio no tenemos la puerta abierta para hablar de nuestras dificultades”.

La nadadora contó que, de hecho, el jefe de mantenimiento les acababa de avisar que en los próximos días disminuirá la temperatura de la alberca del Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR) porque no hay gas y tampoco dinero para pagarlo.

“En el CNAR se hacen eventos donde se gastan millones nada más para poner una alfombra. Ahorita queremos ir a competir y no nos mandan porque no hay dinero. Necesitamos viajar como los grandes para tener resultados de grandes, pero no nos dan lo que necesitamos y nos piden estar en el Top 8 del mundo. Creen que mandarnos a entrenar es despilfarrar, y como no somos medallistas olímpicas, no nos dan. No nos están dando lo necesario para ganar”, criticó la atleta.

Diosdado se refería a la presentación de las Academias Conade que se realizó el pasado martes 7. Ahí, Castillo anunció que se erogarán 150 millones de pesos para desarrollar deportes como voleibol, artes marciales mixtas, tenis, beisbol y boxeo, y otros 300 millones más para remodelar el CNAR y convertirlo en un centro de entrenamiento “de clase mundial”.

El acto, que se extendió durante tres horas, fue una presentación lujosa en la que fueron contratados como anfitriones los comentaristas David Faitelson, de ESPN, y Roberta Rodríguez, de Claro Sports, y se invitó como embajadores a deportistas y exdeportistas profesionales que viven en distintos estados y fuera de México. A todos se les pagó el viaje. La organización del evento estuvo en manos de la empresa de marketing deportivo Moveo Lab. Todos los gastos corrieron por cuenta de la Conade.

CAMBIO DE POLÍTICA

Cuando en abril de 2015 Alfredo Castillo llegó a la Conade, Nuria Diosdado y el equipo de nado sincronizado fueron de los primeros atletas que le dieron la bienvenida. En cuestión de días, el servidor público les entregó uniformes y equipamiento nuevo. Las deportistas se descosieron en halagos.

“Este tipo de apoyos nos hace sentir que tenemos un respaldo, que están al pendiente de uno, cosa que antes no veíamos. Sin duda está interesado y al pendiente de las noticias que día a día existen con mis compañeros atletas y eso te hace sentir que tienes a alguien al frente preocupado por ti y que busca llevar este ciclo de una muy buena manera”, dijo Diosdado en mayo de 2015.

Casi dos años después, el sentimiento de Diosdado es distinto. La administración de Castillo pasó de aplicar la política de puertas abiertas a la de cerrazón. Una vez concluidos los Olímpicos –la competencia internacional que más reflectores acapara–, y con Castillo ratificado como director de la Conade a pesar de los escándalos, los atletas pasaron a segundo plano, sin considerar que 2017 es el inicio del ciclo olímpico.

“Me siento decepcionada y poco escuchada. El año pasado lo que pedíamos se nos daba. Ahorita es luchar contra corriente. En cuestiones en las que los atletas no nos deberíamos meter tenemos que presionar, porque vemos que las cosas no fluyen. Nosotras vamos a pagar el viaje del fisiatra porque con uno no nos alcanza para las 12 del equipo. Lo saben y no hay reacción. Nos dicen que no hay presupuesto pero te das cuenta de que el dinero está metido en otros lados y no realmente en lo que debería, que es que un equipo multidisciplinario viaje completo.

–¿Por qué dejaron de tener todo en este año que hay Mundial? –se le pregunta.

–El año pasado por los Olímpicos había un poco más de interés, pero no sólo hay que estar ahí cuando hay una competencia importante. Este año que no hay “nada” se pierde la importancia del atleta. Nosotras apoyamos que llegara, nos pareció correcto que limpiara las federaciones, pero no lo hizo con todas y ahí empezó la disyuntiva: ¿lo hace realmente por mejorar el deporte o sólo por cubrir algo? Yo no tengo problemas con la Conade ni con Alfredo, lo único que busco es que se tomen las mejores decisiones para los atletas, y más en los deportes que damos resultados. No tenemos medalla olímpica, pero venimos de un lugar 16 del mundo, hace ochos años, a estar en el Top 8.

–En las Academias Conade se está gastando en deportes profesionales. ¿Estás de acuerdo en que el dinero se ponga ahí cuando hay otros organismos que ya se encargan del deporte profesional?

–Para eso sí hay dinero. Hay deportes, como nado sincronizado, a los que nadie les apuesta y, si no es por el dinero gubernamental, no se ve. Qué bueno que se abran estas academias, pero por qué para deportes que ya están muy posicionados. No me parece bien que se gaste tanto dinero en este proyecto.

–¿Favorece el lucimiento político estar con campeones de box, jugadores de Grandes Ligas o tomarse fotos con el tenista español Rafa Nadal?

–No sé. Mandar a niños al extranjero para que entrenen con Nadal aunque el tenis no es un deporte que ha dado resultados… Ojalá que salgan atletas muy buenos, pero ¿por qué reducir el presupuesto a deportes que van subiendo?

–¿Qué se rehusó a darles la Conade previo al Mundial de natación?

–Pedíamos de dos a tres competencias y sólo tendremos una. Para esa pedimos ir con todo el equipo multidisciplinario: doctor, fisiatras, psicólogo, preparador físico, que por primera vez tenemos uno y hemos visto resultados. Él ya compró su boleto para irse a Japón en abril con nosotras porque la Conade no lo pagó. A ese equipo le prometieron un sueldo y ya se los bajaron. Estaban presupuestados dos campamentos, pero la Conade dijo que no nos va a dar ninguno. Son campamentos de aclimatación que debemos hacer previo a las competencias. No es lo mismo entrenar aquí. Cada una de nosotras estamos buscando los medios para conseguir el dinero porque no vamos a detener la preparación. Si no me dan lo que necesito y al final no cumplo con el resultado, yo soy la que paga las consecuencias y sufro represalias.

La esposa de Felipe Calderón afirmó ante los atletas que los principales problemas en el deporte, como en otros ámbitos, son la corrupción, la impunidad, la falta de transparencia y la no rendición de cuentas.

OLVIDOS A CONVENIENCIA

“Es increíble que la Conade no tenga nada que ver con la educación física y que en las escuelas públicas todo se reduzca a hacer tablas gimnásticas”, afirmó. “La impunidad genera corrupción porque hace que no pase nada. No pasa nada cuando le niegan la posibilidad de ayuda a un deportista, a nadie le reclaman nada porque a alguien no le llega (el dinero público).”

A Zavala se le olvida que justamente a los dos directores de la Conade durante el sexenio calderonista –Carlos Hermosillo y Bernardo de la Garza– no les pasó nada cuando fallaron con el objetivo primordial de combatir el sedentarismo –que aumentó entre personas con sobrepeso y obesidad–, y los programas de activación física fueron puestos en manos de amigos sin experiencia que, como era previsible, no entregaron resultados.

El primero no sufrió consecuencias cuando pagó con cheques sin fondos los premios económicos a los medallistas de Beijing 2008 y al segundo tampoco se le inició un procedimiento administrativo por haber entregado millones de pesos a estados y municipios para infraestructura deportiva sin cumplir con las Reglas de Operación del Programa Deporte.

De la Garza tuvo en sus manos 5 mil millones de pesos que la Cámara de Dipu­tados etiquetó para obras. La falta de seguimiento y supervisión por parte de la Conade ocasionó que muchas de esas obras no se concluyeran, otras ni siquiera se empezaron y esos recursos fueron desviados. Aunque la ley lo prohíbe, estados y municipios que no comprobaron los recursos asignados siguieron recibiendo partidas millonarias para la ejecución de proyectos dudosos (Proceso 1879).

De la Garza se valió de ardides para burlar las leyes y obtener beneficios personales. Uno de ellos consistió en crear fideicomisos (a los cuales, sólo en 2009, transfirió 446.8 millones de pesos) con estados urgidos de recursos para infraestructura, a los que les canalizó sumas millonarias, con lo cual se evitó el subejercicio presupuestal. Este esquema violó la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y su reglamento, así como el Presupuesto de Egresos de la Federación 2009, que claramente indica que las dependencias y entidades del sector público no pueden constituir fideicomisos públicos para evitar el subejercicio de recursos.

Los artífices de este desaseo del presupuesto público fueron De la Garza y sus colaboradores, entre ellos el exsubdirector general del Deporte, Jaime Gutiérrez Jones, y su amigo Manuel Portilla, subdirector de Cultura Física en ese entonces, mismo cargo que sigue ejerciendo con Alfredo Castillo.

A fin de evadir las Reglas de Operación, De la Garza trianguló recursos; condicionó la transferencia de recursos de los Programas de Infraestructura Deportiva Estatal y Municipal, así como del Bicentenario, a que los beneficiarios (los estados) adjudicaran de manera directa al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), entidad del gobierno federal que durante el sexenio de Felipe Calderón adjudicó de forma directa obras por miles de millones de pesos, entre ellas la Estela de Luz.

No había alternativa: el estado que quisiera recursos federales para infraestructura deportiva debería operarlos con el Fonatur. Esta imposición molestó a muchos de los beneficiarios, ya que ese organismo no sólo prestó un mal servicio, sino que subcontrató a las empresas que Bernardo de la Garza le indicaba, de tal suerte que los procesos licitatorios fueron obviados y las empresas locales no pudieron participar en la construcción de la infraestructura deportiva de sus estados (Proceso 1801).

Para marzo de 2013, los expedientes de casi 82% de las obras de infraestructura deportiva programadas entre 2009 y 2012 permanecían abiertos. Sólo 197 expedientes de un total de 1089 que abrió De la Garza estaban cerrados. El daño patrimonial ascendía a 3 mil 738 millones de pesos, que la Conade no pudo recuperar (Proceso­ 1898).

Este reportaje se publicó en la edición 2108 de la revista Proceso del 26 de marzo de 2017.


(PROCESO/ REPORTAJE ESPECIAL /BEATRIZ PEREYRA/27 MARZO, 2017)

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