Mediante
un posicionamiento, exponen que el 21 de diciembre coincidió la presentación de
la estrategia de flexibilización de mercados de gasolina y diésel, de parte de
CRE, Sener, Pemex y Profeco con el inicio de las denuncias de desabasto de
combustible en varios estados de la República; el 28, SHCP anunció alzas
sucesivas de sus precios, para 2017...
Ciudad
de México (DP).- La Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Gasolineros
advierte que al Gobierno y a Pemex la realidad del reclamo popular por los dos
fenómenos relacionados, el desabasto y el alza ya anunciada de gasolina, los
rebasó.
Mediante
un posicionamiento, exponen que el 21 de diciembre coincidió la presentación de
la estrategia de flexibilización de mercados de gasolina y diésel, de parte de
CRE, Sener, Pemex y Profeco con el inicio de las denuncias de desabasto de
combustible en varios estados de la República; el 28, SHCP anunció alzas
sucesivas de sus precios, para 2017.
Los
funcionarios de Pemex, de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y de Sener
trataban de vender la privatización parcial de los ductos y tanques de almacenamiento
de Pemex, por medio del arrendamiento, como solución a los problemas de abasto,
pero la realidad del reclamo popular por los dos fenómenos relacionados, el
desabasto y el alza ya anunciada de gasolina, los rebasó.
En
los últimos días, Pemex ha explicado que los desabastos se deben al robo de
combustibles y a compras de pánico. Mientras tanto la CRE y Hacienda explican
que habrá precios controlados, al alza, de febrero en adelante y hasta que se
vayan liberando precios en diferentes zonas del país, a lo largo del año.
Se
mencionan como causas el tipo de cambio y el alza en el precio del crudo.
Cuando se importa más del 60% de la gasolina, esto no debe sorprender. Pero el
hecho que estos funcionarios omiten mencionar, es que esta alza y la escasez,
aceleradas ahora precisamente para crear las condiciones atractivas para la
llamada apertura del mercado de las gasolinas, es decir, para nuevos enormes
negocios privados, encuentran sustento, en el largo plazo, en la destrucción
deliberada de la refinación a cargo de Pemex.
El
desmantelamiento de la refinación inició cuando Salinas cerró la refinería 18
de marzo y no se construyó ninguna otra.
En
noviembre, el procesamiento de crudo fue de 779,863 barriles únicamente, lo
cual nos regresa ¡40 años!, a enero de 1977. Y la regresión continúa. Solo el
pasado lunes 19 de diciembre, en la refinería Antonio M. Amor, la misma que
abastece la zona más afectada por falta de combustible, la planta reformadora
de naftas sufrió una fuga que provocó un incendio.
La
consecuente salida de la planta y de otras en cascada causó una baja de
producción del 15% por varios días. La refinería Madero está al 45% de su
capacidad de producción, la de Salina Cruz al 50%, la de Tula al 41% y
Cadereyta y Madero en porcentajes semejantes.
Esto
se debe a la falta de mantenimiento y de abasto de crudo adecuado, todo ello
producto de la reforma energética.
Sorprendentemente,
después de vapulear a Pemex Refinación durante años por sus márgenes negativos
como una razón para su operación, nos dicen que Pemex no estaba recuperando sus
costos logísticos.
¡Sacan
a relucir el dato como un justificante más para el nuevo incremento del precio
de la gasolina!
Mientras
tanto el gobierno seguirá cobrando la misma tasa impositiva fija por litro de
IEPS. Cuando cuando el precio del crudo o el tipo de cambio bajen, Hacienda
garantizará sus ingresos, comprimiendo los márgenes de ganancia más que
proporcionalmente y empujando así a que los precios se mantengan altos.
En
su defensa del nuevo sistema, en el que Pemex es obligado a transferir valor a
su competencia, al rentar sus ductos y tanques, el presidente de la CRE,
Guillermo García, aprovecha la oportunidad para denostar a Venezuela y llevar
más agua al molino de negocios personales de la élite a la que pertenece, que
se sumaría al ya enorme negocio privado asociado a la importación de gasolinas.
Otro
argumento perverso es que hay 40% de municipios del país en los que no hay
gasolinerías, y que el nuevo sistema cerrará esa brecha de desatención. Sin
duda García pretende con ello apelar a la sensibilidad del mexicano consciente.
Pero
la privatización, enfocada solo a la rentabilidad, no significará un mayor
avance, sino un retroceso en el abasto a zonas marginadas. Pemex demostró a lo
largo de los años que el aprovisionamiento nacional de la gasolina como
servicio público es posible, hasta que los dictados desde Washington quebraron
este esquema.
García
dice que hay subinversión en materia de transporte y almacenamiento de los
combustibles, sin decir que ha sido por decisión de estado, luego incurre en
abierta contradicción, al decir que Pemex tiene capacidad de transporte y
almacenamiento disponible.
Además,
esta última se relaciona con la no reconocida subinversión en materia de
refinación.
Resulta
también ofensivo el discurso de empoderamiento del consumidor, protección al
mismo, etc... en medio de un alza de precios orquestada desde el gobierno.
Aldo
Flores, Subsecretario de Hidrocarburos de la SENER, anuncia la creación de una
“reserva estratégica” en aras de la seguridad energética (reserva que hoy día
no pasa de 3 o 4 días), cuando el gobierno sistemáticamente ha creado
condiciones de inseguridad con el ataque a la refinación mexicana.
La
UNTyPP reitera que la solución a todos estos problemas de desabasto y alza de
precios radica en 10 puntos:
1.Proporcionar
los recursos financieros necesarios al sistema de refinación, para la
adquisición de todos los elementos necesarios para el adecuado funcionamiento
de las refinerías (reactivos, catalizadores, equipos, insumos, refacciones,
consumibles, etc,), así como en su caso recursos humanos debidamente
capacitados.
2.
Proporcionar a las plantas el mantenimiento necesario (correctivo, preventivo y
predictivo) para que puedan trabajar a su capacidad de diseño.
3.
Priorizar la entrega de crudo a las refinerías antes que a la exportación
proporcionado la cantidad y mezcla adecuada al diseño de las plantas, para que
las refinerías trabajen al 100% de su capacidad y poder reducir en la
importación de gasolinas.
4.
Detener las jubilaciones forzadas de los técnicos y profesionistas de las áreas
de proceso, pues se está perdiendo experiencia y conocimiento.
5.
Contratar al personal técnico necesario para la operación de las plantas y
evitar la sobrecarga de trabajo y jornadas extenuantes que pueden llegar a
producir accidentes.
6.
Detener la contratación de personal que no cumple el perfil en las áreas
administrativas y colocar en los puestos de dirección personal con experiencia
en la industria.
7.
Reorientar la inversión para construir las refinerías necesarias para
satisfacer la demanda nacional de hidrocarburos
8.
Detener el robo de combustibles obligando a la SEDENA a que cumpla la función
por la que se le paga y regresando al esquema de celaje por parte de personal
de Pemex. Así mismo utilizar las tecnologías existentes para detectar ordeñas y
garantizar la integridad de los ductos.
9.
Detener la entrega de los ductos y tanques de almacenamiento a las empresas
privadas, porque complicarán aún más el abastecimiento de gasolina y diesel de
parte de PEMEX y generará desabasto en zonas marginadas del país. No a la
política de encarecer la gasolina según costos de transporte, con el mismo
efecto.
10.
No al uso de la gasolina como instrumento de recaudación fiscal.
Sin
embargo el desastre energético que estamos viviendo solo se puede detener de
fondo con la abrogación de la reforma energética.
Por
ello, la UNTyPP buscará la coordinación con otras organizaciones sociales para
la movilización en este sentido y en contra de las medidas del gobierno con
respecto de los combustibles.
(DOSSIER
POLITICO/ REDACCIÓN / 2016-12-30)
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