Javier Corral Jurado, gobernador electo
de Chihuahua, así como funcionarios mexicanos y estadunidenses de inteligencia,
coinciden en que son falsas las versiones que indican que Rafael Caro Quintero
volvió por sus fueros y trata de arrebatarle al Cártel de Sinaloa la plaza de
Ciudad Juárez. Aún más, según ellos, en el fondo se trata de una cortina de
humo tendida por el actual mandatario, César Duarte, a quien le preocupa que
una vez que deje el cargo, se le finquen cargos por corrupción.
CIUDAD JUÁREZ, Chih. – EL PASO,
Texas (Proceso).- Funcionarios de inteligencia de México y de Estados Unidos lo
ponen claro: la presunta incursión del narcotraficante Rafael Caro Quintero en
Ciudad Juárez para apoderarse de esa plaza es una cortina de humo del
gobernador saliente de Chihuahua, César Duarte, afirmación con la cual coincide
el mandatario electo de la entidad, Javier Corral Jurado.
“No hemos detectado la
presencia de Caro Quintero en esta zona, ni en Juárez ni en otras áreas de la
plaza de Chihuahua; ni creemos que ocurra, porque ese narcotraficante no tiene
la capacidad para hacerlo”, asegura a Proceso, a condición del anonimato, un
alto funcionario de una de las agencias federales de Estados Unidos en El Paso,
Texas.
El pasado 5 de julio Jorge
González, fiscal general de Chihuahua, declaró ante periodistas que tenía
información acerca de que Caro Quintero “pudiera venir aquí a disputar con el
Cártel de Sinaloa parte del trabajo o de las acciones que ellos
delincuencialmente realizan”.
En entrevista con Proceso, Javier
Corral, gobernador electo y exlegislador federal panista, sostiene que,
contrariamente a lo que dijo el fiscal González –lo cual después fue ratificado
por el gobernador Duarte en una entrevista con la estación de radio MVS–, no se
tienen pruebas para sostener esa afirmación.
“No hay ningún elemento,
ninguna fuente policiaca confiable tanto de la Policía Federal como militar,
que confirme ese dicho”, dice Corral al reportero.
Las fuentes de inteligencia
consultadas, tanto de Estados Unidos como de México y que aceptaron hablar a
condición del anonimato, no descartan que Caro Quintero –exlíder del Cártel de
Guadalajara– aún trafique drogas, pero sostienen que no tiene la capacidad ni
el poder para arrebatar una plaza, y menos una tan importante como Ciudad
Juárez.
“Caro Quintero ya está viejo
(64 años), no tiene los hombres ni el poder para disputar algo como Juárez y
menos al Cártel de Sinaloa, que la domina junto con los grupos que quedaron del
Cártel de Juárez. Lo que se dijo es un truco político de Duarte para desviar la
atención de lo que venía diciendo Corral: que lo va a meter a la cárcel por
corrupto”, comenta una fuente de los servicios de inteligencia mexicanos
encargados de Chihuahua.
En El Paso, Texas, los
agentes federales de Estados Unidos incluso admiten haberse sorprendido por la
declaración del fiscal González.
“Lo que menos quiere Caro
Quintero es acercarse a Estados Unidos. Lo queremos y lo vamos a llevar ante la
justicia para que pague por la muerte de (Enrique) Kiki Camarena” –agente de la
DEA asesinado en febrero de 1985 en Guadalajara–, explica uno los funcionarios
estadunidenses.
Fragmento del reportaje que se publica
en la edición 2078 de la revista Proceso, ya en circulación.
(PROCESO/ REPORTAJE ESPECIAL/ J. JESÚS ESQUIVEL /27 AGOSTO, 2016)
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