Desde
que el 11 de julio pasado Joaquín Guzmán Loera, líder del Cartel de Sinaloa,
salió del penal de máxima seguridad de El Altiplano, en el Estado de México, al
interior del gobierno de Enrique Peña Nieto surgió una crisis silenciosa que
poco a poco se convirtió en un grave
problema del cual no encuentran como salir.
Por
un lado, desde el más alto nivel se solapó y auspició la salida de Guzmán Loera
de la prisión. Pero no fue una operación limpia, quedaron muchas huellas y
cabos sueltos en el camino y se está intentando a toda costa borrarlas.
Por
otro lado, la fuga causó una desagradable sorpresa y múltiples sospechas al
gobierno de Estados Unidos, quien fue el artífice de la captura del Chapo en
febrero de 2014. Ahora la administración
de Barack Obama quiere volver a capturarlo y desde hace dos meses empuja al
gobierno de Peña Nieto a una cacería en contra del capo que dejaron salir.
Como
lo señaló Ríodoce el domingo pasado, los operativos para reaprender a Guzmán
Loera se han focalizado en el triángulo dorado, el invaluable bastión del
Cártel de Sinaloa ubicado entre los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durando.
Las acciones las encabezan agentes de la
DEA del gobierno de EU, la Secretaría de Marina y el Ejército. Fuentes de
inteligencia del gobierno de México afirman que la búsqueda intensiva comenzó
hace por lo menos un mes. A la par de
los propios operativos hubo una ola de muertes y desapariciones calentando la
zona de influencia del Chapo.
De
acuerdo a información proveniente de áreas de inteligencia de la Marina, el
socio más confiable para el gobierno de EU, en los operativos hasta ahora
realizados lograron capturar a un piloto y dos personas más que trabajan para
el Chapo. La captura del piloto fue
revelada el 8 de octubre pasado por la Procuradora Areli Gómez en una reunión
celebrada con Senadores. Pero nada se ha dicho todavía de los otros dos
detenidos.
Según
la información recabada, cuando Guzmán Loera salió del penal se trasladó en un
vehículo hasta Querétaro y de ahí una aeronave lo habría estado esperando para
transportarlo al Triángulo Dorado. La
complicidad al más alto nivel en la fuga le dio suficiente tiempo a Guzmán
Loera y a su gente de implementar el operativo para sacarlo del área de El
Altiplano, pese a los dos cordones de seguridad de la Policía Federal y el
Ejército implementados alrededor de la colonia Santa Juana, donde se encuentra
la prisión.
La
forma en que Guzmán Loera se trasladó delata la confianza que tenía el capo de
que no sería detenido en ninguno de los trayectos. Todo estaba bien amarrado.
Siguiendo
la pista de la información proporcionada por el piloto y los dos detenidos, el
operativo dirigido por el gobierno de EU se concentró la última semana en
Tamazula, Durango y en las inmediaciones de Cosalá, en Sinaloa. La cadena de
noticias NBC informó el 16 de octubre
que fuentes del gobierno de EU les confirmaron que se llevó a cabo un operativo
en un rancho de Cosalá, en el cual probablemente pudo resultar herido Guzmán
Loera de una pierna y la cara, pero no habrían logrado su captura.
El
Chapo no solo tiene intereses económicos en Cosalá, sino también sentimentales.
Desde el año pasado la Secretaría de Marina investigó las visitas que el Chapo
recibió de la diputada local del XVI distrito de ese municipio,Lucero Guadalupe
Sánchez López, quien entonces tenía 25 años de edad. De acuerdo a la información
obtenida, la Marina tiene información de que presuntamente Sánchez López estaba
esperando un hijo de Guzmán Loera y que habría quedado embarazada en una de sus
visitas al penal.
El
senador Alejandro Encinas, integrante de la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional reveló el miércoles
pasado que en los 477 días que el Chapo estuvo preso recibió 386 visitas, 272
visitas de sus abogados, 68 de familiares y 46 visitas conyugales. Algunas de
las visitas fueron de la diputada Sánchez López usando documentación falsa.
Luego
de algunas filtraciones en la prensa en junio pasado, la legisladora afirmó en
conferencia de prensa que ella no era pareja de Guzmán Loera y que jamás lo
había visitado. Afirmó que esa versión ponía en peligro a sus tres hijos, uno de ellos de apenas seis meses de
nacido. Su ex esposo Rubén Chávez Cháidez fue ejecutado por hombres armados con
AK 47 en enero de 2014, es decir varios meses antes de que ella quedara
embarazada de nueva cuenta.
Según
los datos oficiales del Consejo Estatal Electoral de Sinaloa, Sánchez López fue
candidata en Cosalápor la Coalición Unidos Ganas Tu (PAN-PRD-PT) y Partido
Sinaloense. De acuerdo a su biografía, sin ninguna experiencia política previa
en 2013 se convirtió en la diputada local “más joven en la historia de
Sinaloa”.
Fuentes
vinculadas al operativo contra Guzmán Loera afirman que la situación dentro del
Cártel de Sinaloa es caliente pero estable. No se puede decir lo mismo del
gobierno de Peña Nieto. La filtración del video con audio de la fuga de Guzmán
Loera a un noticiero matutino de Televisa no queda nada bien, mientras por otro
lado intentan convencer al gobierno de EU que sí lo quieren capturar.
La
existencia y contenido de ese video fue
dada a conocer en exclusiva en esta columna y en un reportaje de mi autoría
publicado por la revista Proceso el 2 de agosto pasado. Forma parte de la
averiguación previa iniciada por la PGR sobre el escape del Chapo.
En
un intento de revertir la crisis simulando transparencia, Osorio Chong y su
equipo mostraron a la opinión pública el video de la fuga de Guzmán Loera sin
audio. Mientras mostraba el video, el titular de la Comisión Nacional de
Seguridad, Monte Alejandro Rubido, afirmó que no había nada inusual en la
conducta del Chapo, incluso segundos antes de desaparecer de la celda.
Las imágenesy el audio en donde claramente se
perciben golpes contra el concreto dentro de la celda son poco, en comparación
al contenido de las declaraciones ministeriales rendidas en el expediente de la
fuga, las cuales ya di a conocer. Los testimonios dados por custodios, policías
federales y elementos del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN)
muestran que prácticamente desde su llegada a El Altiplano, el Chapo gozó de
privilegios que derivaron en su escape.
La
cárcel de supuesta máxima seguridad se convirtió rápidamente en una sede
alterna del Cártel de Sinaloa, donde Guzmán Loera despachaba sus negocios y
asuntos personales. El Chapo nunca fue aislado ni neutralizado y el gobierno
de Peña Nieto lo sabía, como también
sabía que Guzmán Loera planeaba su escape.
Lo
irónico es que el mismo gobierno que lo dejó ir, ahora por presión del gobierno
de EU, lo intenta capturar. ¿Lo hará?
(RIODOCE/
ANABEL HERNANDEZ/ 18 octubre, 2015)
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