En
el PRI parece consolidarse una convicción: el único candidato que le garantiza
un triunfo en las elecciones por la gubernatura de Sinaloa en 2016, es
Guadalupe de Jesús Vizcarra Calderón.
Y
hay muchos elementos para creer que así sería. El empresario de la carne es el
que aparece siempre punteando en las encuestas, muy por encima de los otros
aspirantes de todos los partidos; es el primero en el rubro de conocimiento
ante la gente y también en cuanto a preferencia electoral. Tendría todo el
apoyo presidencial y eso no es poca cosa, porque no solo se trata de la
decisión para elegir al candidato (o candidata), sino con qué recursos se
impulsaría su campaña.
Hay
otros elementos, tal vez más discutibles, pero que vale la pena tomar en
cuenta. Si el candidato es Vizcarra no tendría oposición en el PRI. Ya no son
los tiempos del panismo en que se apoyó la candidatura de “oposición” de Mario
López Valdez, sino de un priismo que sabe darle las vueltas que sean necesarias
a una tuerca para que ajuste al propósito. Tal vez el caso más ilustrativo de
lo que aquí ocurriría es Juan Millán, que anda buscando que se sepa que si es
Jesús Vizcarra el candidato, él no se opondría.
Otro
elemento a considerar es el gobernador, qué actitud asumiría, y lo que se
estima es que no le quedaría otra que ajustarse a la línea presidencial,
recibiendo a cambio, claro —el sistema da para todos—, algunas posiciones en el
congreso local, alguna presidencia municipal…
Pero
hay otro factor nada desdeñable: Héctor Melesio Cuen. El ex rector fue junto
con Jesús Vizcarra en el 2010, como candidato a la presidencia municipal y la
ganó. Pero, además, fundó un partido estatal que en la primera elección obtuvo
más de 130 mil votos. El PAS es ahora un partido consolidado en su estructura
que tendría garantizados entre 150 mil y 200 mil votos en la próxima elección.
Melesio Cuen, lo dijo en una entrevista con Ríodoce —y lo dice en privado—, no
tendría ninguna duda en aliarse con el PRI si el candidato es Jesús Vizcarra.
Cuen
Ojeda quiere ser gobernador y advierte que está dispuesto a sumarse a una
coalición de partidos si él es el candidato y, que si no es así, el PAS iría
solo en 2016. Pero eso es lo que dice; en realidad esperará las definiciones en
el PRI para tomar una decisión porque si algo tiene claro es que nunca iría
contra Jesús Vizcarra.
¿Qué
pasaría si el candidato no es el dueño de Sukarne? Eso sí es impredecible, pues
los escenarios podrían ser muchos; hay aspirantes muy acelerados que han
llegado al punto de la enfermedad; que dicen estar preparados para ser el
candidato pero que parecen no estarlo para no ser. Uno de ellos es Heriberto
Galindo, que piensa que le toca por “justicia” y que el pasado no importa. Otro
caso es Gerardo Vargas Landeros, que sabe que no será candidato del PRI pero
que puede convertirse en un elemento de negociación para el malovismo. Incluso
en la perspectiva, ya más personal, de encabezar una alianza semejante a la de
2010.
Pueden
hacerse perfiles del resto de los aspirantes pero es ocioso. Solo hay que decir
que ninguno garantizaría la unidad del priismo y que, si el candidato no es
Vizcarra, alimentaría las aspiraciones de algunos que ahora están agazapados.
Manuel Clouthier dice que no le dan los tiempos, pero no deja de ser un
posicionamiento político. Heriberto Félix Guerra ha estado muy callado pero no
hay que descartar que si ve condiciones favorables, venga por sus fueros. Solo
si ve condiciones. No hay que olvidar que fue secretario en el sexenio de
Calderón y muchas cuentas tendría que aclarar si el PRI saca a la luz sus
expedientes.
Juan
Millán se quedaría quieto si el candidato es Vizcarra pero no si es cualquier
otro. Y puede jalar para donde le dé la gana y con quien le parezca más
conveniente, por el PRI o por una alianza opositora, con Gerardo Vargas o con
Cuen… o con cualquier otro. Ya esperará también las definiciones. Y lo mismo
harán muchos de los priistas que en 2010 jugaron con Malova pero que tienen una
pata adentro del partido y la otra afuera: esperar.
BOLA Y CADENA
DESPUÉS
DE JESÚS VIZCARRA, el candidato más fuerte es el senador Aarón Irízar. Pero es
un lobo solitario. Eso es bueno y es malo. No tiene equipo pero tampoco está
peleado con nadie. Bueno, con casi nadie. Tal vez sea un mito o un mitote, pero
se escucha por todos lados que Vizcarra no le perdona todavía que lo haya
dejado solo en la zona norte donde, durante la elección de 2010, era delegado
del PRI. Vizcarra fue apabullado allá y el que cargó con el muerto fue Irízar
López.
SENTIDO CONTRARIO
EL
GOBERNADOR DIJO QUE SÍ se dragará el canal de navegación de Mazatlán pero no
dijo cuándo. Y es que no puede asegurar nada.
Ni siquiera que habrá dragado solo porque el presidente Peña Nieto lo
anunció en septiembre del año pasado, en medio de la algarabía de los
empresarios. La obra, debe saberse, no aparece contemplada en el presupuesto de
egresos que está por discutirse en la Cámara de Diputados. ¿Saben por qué?
Porque la SCT no ha sustanciado y justificado técnicamente el proyecto.
HUMO NEGRO
A UN
AÑO DE LOS HECHOS DE IGUALA, México y el mundo se siguen preguntando ¿Dónde
carajos están los estudiantes desaparecidos? ¿Qué hicieron con ellos? ¿Cuándo
se conocerá la verdad?
(RIODOCE/
COLUMNA “ALTARES Y SÓTANOS” DE Ismael Bojórquez/ 27 septiembre, 2015)
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