Una investigación judicial en México y
Estados Unidos, descubrió cómo una familia en Tijuana mantiene nexos con
cárteles de la droga en Centro y Sudamérica para el tráfico y trata de menores
centroamericanos. El rescate de dos infantes salvadoreños y la detención de 11
personas fue la primera etapa de una operación internacional para desarticular
esta red de tratantes.
Para organizar el traslado de
menores migrantes desde Centroamérica, quienes salían de sus países para ser
reunidos con sus familias en Estados Unidos, Catalina alias “Doña Cata”, como
los cabecillas de otras bandas, se reunía con representantes de cárteles de
droga de Colombia, El Salvador y Perú en Estados del sur de México.
La mujer de más de 50 años
tenía ocho viviendas distribuidas tanto en zonas exclusivas como marginadas de
Tijuana, utilizadas para recibir y mantener a los menores y para vivir con su
familia.
Ubicadas en la delegación
Playas de Tijuana, cuatro en el Cañón Azteca, en la colonia Independencia, en
la Zona Urbana 70-76 y en la colonia Altabrisa, todas fueron cateadas por
autoridades federales y municipales desde las primeras horas del martes 22 de
septiembre de 2015, cinco fueron aseguradas y 11 personas quedaron detenidas.
De la líder de la red de
trata, se pudo saber por testigos de su vida diaria en el Cañón Azteca, que es
aficionada a las apuestas, actividad en la que habría gastado el dinero
obtenido del tráfico y trata de niños centroamericanos, porque en el inmueble
que habitaba no tenía artículos de lujo. El mayor reflejo de gasto se pudo
apreciar en las ampliaciones hechas a su casa.
Sus hijas y demás señoras de
su familia integradas a la red de trata sí demostraban el dinero obtenido del
delito, al habitar casas ubicadas en mejores zonas de la ciudad, en la
adquisición de automóviles de lujo y
motocicletas de colección, entre otras cosas.
De acuerdo a la autoridad, la
red estaba conformada por mujeres en su mayoría. La no detención de los
esposos, y el hecho de que algunos de los domicilios no hayan sido asegurados,
quedando a disposición de los cónyuges, evidencia que no pudieron fincar cargos
contra los hombres.
Por esa razón los familiares
de los detenidos pudieron- después de los cateos- continuar habitando los
inmuebles, entrar y salir sin problemas. Al final, solo el domicilio donde
fueron localizados los menores centroamericanos, ubicado el fondo del Cañón
Azteca, quedó a resguardo de la Procuraduría General de la República (PGR).
Aunque todavía permanecen
prófugos algunos de los integrantes de la red, autoridades mexicanas y
estadounidenses se expresaron a favor del operativo, detrás del cual hay una
investigación promovida por las áreas coordinadas con autoridades de la Unión
Americana, iniciada desde 2014.
Entre quienes todavía son
buscados por participar en el grupo liderado por “Doña Cata”, autoridades
identificaron a una mujer de cabello castaño apodada “La Michelle”, quien el
día de los cateos, fue vista cuando ingresaba a la vivienda cateada en Calle
Alta Brisa de la colonia del mismo nombre.
La mujer, quien iba a bordo
de una camioneta BMW de reciente modelo con placas vigentes del Estado de
California, acompañada por otra fémina y un hombre, fue captada por la lente de
un fotógrafo de ZETA, a quien le recriminó por estar cerca de su domicilio, le
pidió se identificara y le exigió alejarse del lugar.
En México, la indagatoria se
abrió desde la Unidad Especializada en Investigación de Tráfico de Menores,
Personas y Órganos de la SEIDO, así como de la Unidad de Inteligencia Regional
de la Policía Federal.
“Dichos informes indican que
algunos de los menores que estuvieron en poder del grupo de traficantes fueron
víctimas de abuso sexual y de actos violentos”, informó la Secretaría de
Seguridad Pública Municipal (SSPM) de Tijuana.
En el operativo participaron
más de 40 agentes municipales y federales, todos fuertemente armados y algunos
encapuchados, también se decomisaron vehículos, equipos de comunicación y
divisas estadounidenses.
La situación jurídica de los
11 detenidos, acusados de delincuencia organizada, deberá ser resuelta a más
tardar el lunes 28 de septiembre, cuando venza el plazo de 96 horas con el que
cuenta la representación social de la Federación.
DE TRÁFICO DE MENORES A TRATA
Cuando el Departamento de
Seguridad Nacional en Estados Unidos inició con las investigaciones sobre esta
red, en un primer momento pensó se trataba solamente de un grupo dedicado al
tráfico de niños migrantes para trasladarlos con sus familias en la Unión
Americana.
Sin embargo, conforme avanzó
la recolección de información por parte de las áreas de inteligencia, “se tuvo
información que se dio al menos un caso de las niñas fue abusada, entonces se
convirtió en caso de trata de personas”, detalla Juan Ibarguren, agente
especial del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas
en inglés).
Ibarguren tiene amplia
experiencia en la operación y desarticulación de redes de trata. En 2009, fue
galardonado por su participación en el Operativo “Coffee Country” sobre una red
dedicada a la falsificación de documentos y tráfico de personas indocumentadas.
“Tuvimos una participación
muy activa en identificar víctimas y arrestos, hasta que se llegó a las
detenciones”, explicó el funcionario estadounidense en referencia al operativo
coordinado por la PGR con la Subprocuraduría Especializada en Investigación de
Delincuencia Organizada (SEIDO).
Autoridades mexicanas
confirmaron que la investigación no concluyó con un operativo, “es una parte
porque es una estructura grande que operaba en Tijuana”, confirmó el secretario
de seguridad de Tijuana, Alejandro Lares.
Durante meses, agentes
policiales de ambos lados de la frontera planearon el operativo de 12 horas de
duración iniciado a las 3:00 am del martes 22 de septiembre.
“Se planeó con inteligencia,
en horarios, en traslado, en detenciones, en procesamiento de los indicios,
cadenas de custodia y entrevistas”, compartió el funcionario.
Sobre los involucrados, no se
descarta que entre los miembros de la red se encuentren ciudadanos
norteamericanos, quienes podrían ser requeridos en Estados Unidos para que se
les formulen cargos en su contra.
El agente del ICE explicó:
“En Estados Unidos, un ciudadano que comete un crimen en otro país, es
responsable de ese crimen cuando vuelve a Estados Unidos”.
Por su parte, el cónsul de Estados
Unidos en Tijuana, William Ostick, afirmó: “Vamos a perseguir a los
responsables de nuestro lado de la frontera, trasladaban a las víctimas a
Estados Unidos”.
El diplomático confirmó que
por lo menos una de las niñas salvadoreñas rescatadas en el operativo, fue
abusada sexualmente durante su estancia en Tijuana, aunque no se descarta que
haya más víctimas de trata.
“Es una problemática que no
es de una vez, ni una sola ocasión. Es un problema constante de migrantes
explotados mientras intentan viajar a Estados Unidos, es peligroso
particularmente para la gente más vulnerable”, añadió el cónsul.
TIJUANA: DESTINO Y ORIGEN DE TRATA
De acuerdo con el diagnóstico
sobre la trata publicado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en
2015, Tijuana es la principal ciudad de origen, tránsito y destino para la
trata de personas en México.
Alma Tucker, directora de Red
Binacional Corazones, asociación civil dedicada a la lucha contra la trata de
personas en esta ciudad fronteriza, expuso que la banda detenida tenía dos años
operando en Tijuana.
La activista celebró “se haya
desmembrado esa banda de criminales por medio de una investigación de varios
meses, demuestran que el trabajo en conjunto funciona, pero para que esto no
siga pasando, hay que organizarnos y denunciar de manera anónima”.
De 2011 a la fecha, la
Procuraduría General de la República ha documentado 209 casos, más del 50 por
ciento son víctimas menores de edad, en su mayoría mujeres.
Cifras del Instituto Nacional
de Geografía y Estadística (INEGI) indican que en 2012, se abrieron 61 procesos
judiciales por tráfico de indocumentados en Baja California, de los 317 en el
país.
No obstante, la cifra
disminuyó casi a la mitad a la registrada un año antes. En 2011, se
contabilizaron 119 personas procesadas por tráfico de personas, de un total de
477 en el país.
OPERACIÓN LUCERO
El 1 de septiembre de 2015,
ICE anunció la detención de 36 traficantes de personas en México, Guatemala, El
Salvador y Estados Unidos.
Información proporcionada por
la agencia norteamericana, detalla que la red traficaba cientos de personas a
la semana a Estados Unidos, incluidas familias y menores desde Centroamérica.
En el operativo se aseguraron
22 propiedades, dos en México y más de 2 millones de dólares tanto en efectivo
como en cuentas bancarias, además de 22 vehículos, seis armas, 14 lanchas,
tarjetas bancarias, equipos de comunicación y varios documentos.
Al igual que en el operativo
realizado en Tijuana, una de las principales líneas de investigación para
desarticular a la banda internacional consistió en seguir la pista al tráfico
de menores centroamericanos no acompañados.
Lo anterior no es mera
casualidad. El incremento en el flujo de menores migrantes no acompañados, se
reflejó en el verano de 2014. De 2013 a 2014, la Patrulla Fronteriza de Estados
Unidos capturó a 68 mil 631 menores no acompañados en todo el país. La cifra
superó por 30 mil a los detenidos en 2013.
Testimonios de menores
migrantes refugiados en Estados Unidos dan cuenta de las condiciones de vida en
países centroamericanos como El Salvador. Mientras los niños son hostigados y
obligados por pandillas a unirse a ellos, las niñas son víctimas de violaciones
o de trata por parte de grupos delincuenciales.
Para el tráfico de migrantes
indocumentados hacia la Unión Americana, Baja California y Chihuahua fueron
identificadas como las dos rutas principales en México.
Un reporte de la Fiscalía
General de Estados Unidos, expone cómo desde 2007, los cárteles de la droga y del tráfico de
armas, comenzaron a introducirse en el delito de trata de personas.
“Los cárteles de México
controlan las rutas de tráfico (de personas, drogas y armas) y pandillas de
Estados Unidos, tienen los contactos locales y el dominio de los espacios.
Estas bandas unen fuerzas para traficar víctimas a través de la frontera de
México hacia Estados Unidos”, detalla el documento.
El estudio, publicado en
2012, complementa: “Estas alianzas, otorgan tanto alcance internacional como
conocimiento local a las redes criminales para trasladar a las personas y
evadir la ley”.
(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ/ Inés García
Ramos / Fotos. Cortesía/ 28 de
Septiembre del 2015 a las 13:00:05)
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