martes, 25 de agosto de 2015

CUANDO LA PERRA ES BRAVA. Y LA RUTA DE ESCAPE DE PADRÉS


O salieron de piel bastante delgadita los señores Agustín Rodríguez y Roberto Romero López, o aprovecharon los últimos días de poder sexenal para cobrarle facturas al ex representante del gobierno de Sonora en el DF, Luis Fernando Rodríguez.

Todo parece indicar que se trata de lo segundo. Porque en los últimos años, no hay día en que a ambos personajes del cerradísimo círculo del padrecismo dejen de endilgárseles todos los epítetos del amplio repertorio que se fueron encargando de construir en el imaginario colectivo sonorense: corruptos, rateros, gandallas, abusivos, ineptos, nepotistas, traficantes de influencias…

Luis Fernando Rodríguez ni siquiera les dijo la mitad de esos calificativos. Es más, ni siquiera aludió directamente a ellos, sino que en un video hecho circular en redes sociales admitió que la ciudadanía les cobró a los malos gobiernos con votos y los echó del poder, al mismo tiempo que se ponía a las órdenes de Ricardo Anaya, el nuevo dirigente nacional del PAN, que por cierto hizo del discurso anticorrupción su lema de campaña.

Eso fue suficiente para que Rodríguez y Romero, a quienes posteriormente acusó ahora sí directamente, ‘le pidieron la bola’ a condición de que se retractara de lo expuesto en el video de marras. El joven Rodríguez, a quien se le conoce mejor como ‘El Sardinitas’, se sostuvo en sus dichos y prefirió presentarle su renuncia al gobernador, con quien asegura, no ha tenido oportunidad de hablar después de este affaire.

Lo cierto es que este parece el primero de muchos deslindes que se verán en lo sucesivo, sobre todo después del 13 de septiembre, cuando ya sin el peso del compromiso de la chamba, muchos ‘panistas de nómina’ comiencen a pintar su raya, sobre todo si en ello les va su futuro político o la eventualidad de pisar bote, frente a lo que se viene.

Y lo que se viene no parece ser un cuento de hadas, sino quizá la peor historia de terror para varios que, trepados en el ladrillo sexenal, realmente pensaron que allí se quedarían por siempre. Ya ven lo que dice el dicho, ese de que el poder marea a los inteligentes, pero a los tontos los apendeja. Y muchos de estos especímenes no se caracterizan precisamente por poseer un IQ superior al de cualquier roedor.

En este contexto se inscribe la advertencia hecha por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a instancias de una solicitud hecha por el diputado federal electo Abel Murrieta Gutiérrez, para que el gobierno federal se comprometiera a llamar a cuentas a los responsables del mega atraco presupuestal en Sonora.

Osorio Chong aseguró que el gobierno federal no será obstáculo para que se haga justicia y se finquen responsabilidades. El propio Abel Murrieta sostuvo que en la agenda de la próxima legislatura federal, el tema de lo ocurrido en Sonora sería prioridad.

Claro, existe escepticismo al respecto, sobre todo considerando que hasta hoy, el gobierno de Padrés ha podido pactar impunidades a pasto pero –aquí hay un ‘pero’ que vale la pena tomar en cuenta: las condiciones después del 13 de septiembre no serán las mismas para Padrés y su banda.

Comenzando por el hecho de que no es lo mismo ser gobernador en funciones, que ex gobernador en fuga. Y por como pintan las cosas, Padrés se perfila como la antítesis de aquel que llegó a Palacio de la mano de su familia y actores disfrazados de ‘ciudadanos’ (enfermera, obrero, maestro, empresaria, etc) en una imagen que anticipaba un sexenio de mentiras. Hoy, lo más seguro es que Padrés abandone el Palacio por la puerta trasera y en las penumbras.

De hecho, crece la versión de que ni siquiera asistirá al acto protocolario de cambio de poderes, frente al temor a la rechifla popular, lo cual sería otro más de los hechos históricos e inéditos a los que nos acostumbró el actual gobierno de Sonora, sobre todo en lo que a corrupción y saqueo se refiere.

Insisto, salvo los llamados ‘Memozombies’, defensores a ultranza de un gobierno que falló por todos lados, muchos advertimos que la figura de Guillermo Padrés se desgastó desde los primeros años, al grado que en su primer referéndum (las elecciones de 2012) apenas pudo conservar una precaria mayoría en el Congreso local, y eso porque el dinero le alcanzó para cooptar a un diputado del PANAL y una del PRD. Precaria, pero le alcanzó para sacar adelante temas bastante escabrosos como el COMUN, el nombramiento del presidente del Supremo Tribunal de Justicia; para bloquear investigaciones sobre presuntos desvíos de recursos y demás. Temas que hoy están a punto de reventarle en la cara.

Con todo y que en ese periodo que va de 2012 a 2015 a Padrés le siguió alcanzando incluso para pactar con el PRI sonorense algunos temas importantes, llegó un momento en que los priistas se tuvieron que ‘destetar’ de plano, porque el saqueo era de tales dimensiones que corrían el riesgo de ser arrastrados a la debacle junto con los padrecistas.

No se alcanzaron a ‘destetar’ del todo, y por eso entregaron algunas plazas en Ayuntamientos y distritos locales y federales al PAN, si no, la elección 2015 en Sonora hubiera sido lo más cercano al ‘carro completo’ que estilaba el PRI hasta antes de los 90.

Sin embargo, y vale la pena volver sobre esto: el sistema político mexicano está diseñado para entronizar imbéciles que, en ejercicio del poder, tienen facultades plenipotenciarias y metaconstitucionales; pero también está diseñado para triturar liderazgos que en su momento se pensaron inamovibles, intocables.

Elba Esther Gordillo y la negativa judicial para concederle que cumpla su sentencia en arraigo domiciliario es el ejemplo más a la mano, pero no es el único.

¿Hasta dónde le va a alcanzar a Padrés para negociar impunidades para él y los suyos? ¿Hasta dónde el PRI está dispuesto a pasar como cómplice? ¿Cuáles son las cartas que Padrés tiene bajo la manga para negociar, en las actuales condiciones?

Esas son preguntas que se responderán en los meses por venir.

Coincido con quienes sostienen que la llegada de Ricardo Anaya a la dirigencia nacional del PAN es una extensión del concertacesionismo cupular de Gustavo Madero. La coordinación de diputados federales panistas en la persona de Marko Cortez, hijo putativo de Madero, apunta en el mismo sentido.

Enfrente tienen a Manlio Fabio Beltrones, que le entiende y muy bien a ese tema. Llegado el momento, y si se mantiene la tendencia a nivel nacional, donde apareció de nuevo Andrés Manuel López Obrador como el precandidato presidencial mejor posicionado (en Sonora eso parece un despropósito, pero Sonora es el 0.5% del electorado nacional), la moneda de cambio de los panistas podría ser esa: un nuevo cierre de filas con el PRI para meterle una nueva zancadilla al Peje.

Los Maderistas-Anayistas bien podrían venderle a Manlio caro su amor, aventureras, rumbo al 2018, que se mira lejos, pero no tanto. Quizá por allí sea la ruta de escape de Padrés. Espero estar muy, pero muy equivocado.

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(DOSSIER POLITICO/ Arturo Soto Munguía/ 2015-08-24)

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