Tras el caso Iguala
y los constantes escándalos, el sol azteca perdió bastiones, y abrió la puerta
para que Morena se convierta en la cuarta fuerza política
El porcentaje que perdió el PRI lo ganó Morena, que se
posicionó como la cuarta fuerza política en San Lázaro
6 delegaciones en el DF se quedaron en poder del PRD
5 territorios fueron para Morena en su primera
aparición en la boleta electoral
3 demarcaciones se quedaron bajo el control del PRI
2 delegaciones fueron para el PAN
La agonía del PRD
comenzó la noche del 26 de septiembre del año pasado, cuando en Iguala 43
estudiantes normalistas fueron desaparecidos bajo la orden del presidente
municipal, el perredista José Luis Abarca.
El partido del sol
azteca cargó con la culpa de esa tragedia que repercutió a nivel internacional
y el domingo pasado le cobró la factura.
Los ciudadanos le
negaron el voto y lo relegaron en el Congreso de la Unión y en la Asamblea
Legislativa del Distrito Federal, le quitaron la gubernatura de Guerrero y,
sobre todo, la de la Ciudad de México donde se mantenían en el poder desde
1999.
La dirigencia
nacional, a cargo de Carlos Navarrete, no tuvo más opción que salir a reconocer
públicamente que algo están haciendo mal.
“Los electores
decidieron, hay que respetar su decisión, el PRD tiene que enfrentar su
realidad en el DF, revisar qué estamos haciendo bien y qué estamos haciendo
mal, algo debemos estar haciendo mal, de ahí el por qué de estos resultados en
el país también, y toda la dirigencia nacional y las dirigencias estatales
deben evaluar las cosas y tomar decisiones”, dijo en entrevista para Radio
Fórmula.
Pero a Navarrete
quizá esta situación no le sorprendiera tanto.
El 1 de junio, El
Universal difundió un audio en el que presuntamente el líder nacional
perredista asegura que su partido se enfilaba hacia una derrota en las
elecciones de 2018.
“Tengo una impresión
que ahora vamos a pasar el 15 (2015) en algunas delegaciones, pero no veo en el
18 (2018) ni personajes, ni un partido con capacidad de renovación para repetir
la jefatura de gobierno 18 a 24 (2018 - 2024); o nos la gana el PRI o nos la
gana Morena, veo esa perspectiva”, se escucha decir supuestamente a Navarrete.
El líder del PRD lo
negó. Aseguró que la conversación estaba sacada de contexto e incluso amenazó
con demandar al diario, pero -real o no- el pronóstico se cumplió, incluso
antes de lo esperado.
LA DEBACLE DEL DF
En su primera
aparición en las actas, Morena, encabezado por el exjefe de gobierno Andrés
Manuel López Obrador, le asestó un duro golpe al PRD al arrebatarle cinco
delegaciones en el Distrito Federal.
El domingo al
concluir la jornada electoral, Raúl Flores, presidente del PRD en el DF, se
adelantó a levantar la mano de sus candidatos y asegurar que habían ganado
nueve demarcaciones de manera segura.
Sin embargo,
conforme se consolidaban los números, las autoridades electorales confirmaron
que Morena había ganado la delegación Cuauhtémoc, Azcapotzalco, Tlalpan,
Tláhuac y Xochimilco, mientras que el PRI se apoderaba de Magdalena Contreras,
Milpa Alta y refrendaba Cuajimalpa.
El PAN por su
cuenta, mantuvo su bastión histórico en Benito Juárez y recuperó el de Miguel
Hidalgo que apenas en las pasadas elecciones había ganado el PRD.
Entonces Flores
ajustó sus números y de nueve pasó a cinco: Iztapalapa, Coyoacán, Iztacalco,
Venustiano Carranza y Álvaro Obregón.
La Gustavo A.
Madero, la tercera demarcación más importante por territorio y presupuesto
estaba aún en el aire, Morena y PRD la reclamaban simultáneamente como uno de
sus triunfos.
Los conflictos entre
el PRD y Morena han sido constantes, uno de los que hizo mella en la elección
fue cuando Martí Batres le pidió a Mancera la renuncia de Héctor Serrano,
secretario de Gobierno del DF. A Serrano se le acusó de sumarse a la campaña
del PRD, por lo que de acuerdo a Morena no hubo equidad durante la contienda.
EL NUEVO MAPA DE LA ALDF
Tras las elecciones
del domingo, el PRD perdió la aplastante mayoría que lo caracterizó los últimos
años en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
El voto que se
registró fue diferenciado y el hecho de que un partido ganara la delegación no
se tradujo en el triunfo de quienes competían para diputados en los distritos.
Para algunos expertos
este fenómeno se debió a la promoción del voto diferenciado, pero para otros
perredistas la lectura es que las tribus internas del PRD jugaron la elección a
conveniencia.
Hasta ayer, el
conteo preliminar refería que de los 40 diputados bajo el principio de mayoría
apuntaba a que Morena quedaría como la primera fuerza dentro del recinto de
Donceles con aproximadamente 17 curules, 15 serían para el PRD, 5 para el PAN y
3 para el PRI.
El esquema que
presenta a Morena a la cabeza de la ALDF tendría el riesgo de que la Comisión
de Gobierno quedara en manos de los afines de Andrés Manuel López Obrador, lo
que obligaría al PRD a negociar a fin de consolidar las iniciativas que envíe
el ejecutivo local, Miguel Ángel Mancera.
‘ESTÁ MUY CLARO’
Para Miguel Ángel
Mancera los resultados del PRD en los comicios del domingo no son una
evaluación de los ciudadanos a su gestión sino un reflejo de la división entre
los grupos de izquierda.
“Está muy claro, si
en este momento las izquierdas hubieran trabajado juntas, en un solo esquema de
unidad para la contienda electoral, no solamente en la Ciudad de México sino en
otros lugares, pues los resultados hubiesen sido diferentes. Hay que asumir el
escenario con el que se cuente y se trabaja”, dijo Mancera en rueda de prensa.
El jefe de Gobierno
no pasó por alto el hecho de que ahora gobernará la capital del país con Morena
como una de las fuerzas políticas principales que tendrá al menos a cinco
delegados.
PIERDE GUERRERO Y EL CONGRESO
Las proyecciones del
PRD en el Congreso de la Unión también fallaron.
Aunque el dirigente
nacional, Carlos Navarrete apostó por mantener un tendencia de votación entre
el 12 y 16 por ciento -lo que les garantizara representar la tercera fuerza-
los perredistas cerraron con apenas el 10 por ciento, muy por abajo del PRI que
retuvo el 29 por ciento, y del PAN que tuvo el 20 por ciento.
El porcentaje que
perdió el PRI lo ganó Morena, que se posicionó como la cuarta fuerza política
en San Lázaro.
A la debacle del
Distrito Federal, la Asamblea Legislativa y el Congreso de la Unión, se suma los
resultados obtenidos en el estado de Guerrero, donde la candidata Beatriz
Mojica perdió ante el abanderado del PRI-PVEM, Héctor Astudillo.
La derrota dejaría
al PRD sin otro de sus bastiones electorales y económicos más importantes en el
país, el cual había mantenido desde hace diez años bajo su control.
Justo en Guerrero,
el PRD recibió el castigo por lo ocurrido en Iguala, donde permitió la llegada
de José Luis Abarca y María de los Ángeles Pineda al gobierno municipal, pese a
las imputaciones que los ligan de manera directa con grupos del crimen
organizado.
El fantasma de
Ayotzinapa fue un factor que se hizo presente a lo largo de la campaña de la
candidata del sol azteca en el estado.
A Mojica se le acusó
de tener nexos cercanos con el matrimonio Abarca-Pineda.
El rechazo a la
candidata perredista fue directo. A pesar de que acuñó como propia la frase de
“nunca más” permitir que ocurra una tragedia como la de Iguala, Mojica no
escapó a los efectos de Ayotzinapa.
(REPORTE
INDIGO/ ICELA LAGUNAS - Martes 9 de junio de 2015)
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