El primer allanamiento de la casa de Chan, que ocupa en calle 4 y Paparique ocurrió el martes de la semana anterior y el segundo apenas este miércoles.
Con el primer allanamiento, Chan se asustó pues sus hijas fueron abusadas, buscándole a él. En ese entonces, los policías explicaron a los vecinos que Manuel Humberto vendía drogas.
Y este miércoles la imputación de puchadores se extendió a los vecinos de Manuel, quienes se indignaron, pero nada hicieron por denunciar a los policías abusivos, que amparados en capuchas, fornituras, fusiles y patrullones pasaron por entre cuanto domicilio se les antojó, destrozando enceres, pateando muebles, abriendo gavetas y tirando ropas al suelo.
Para merecer tal hostigamiento y hasta la imputación policial de vendedor de drogas, Chan había denunciado ante Río Doce que la Procuraduría General de Justicia del Estado de Sinaloa le fabrica delitos cometidos en contra de la integridad sexual de sus hijas, Yumiko Analí y Adelina Abigail, quienes a principios de marzo del 2014 se fugaron de su casa y fue él quien las encontró, tras encabezar investigaciones propias.
La denuncia y el hostigamiento son producto de que el padre de familia acusó que nadie lo ayudó en la búsqueda de sus hijas y que fueron precisamente los policías quienes se burlaron de la virginidad de sus niñas, aduciendo que “la virginidad de tus hijas no vale nada”.
Chan fue a los medios e interpuso denuncia pública.
Ahora es perseguido por alzar la voz contra el gobierno. Denunció ante periódicos y sus palabras fueron impresas en papel, el gobierno de Mario López Valdez le responde con armas, policías engorilados, y con averiguaciones previas abiertas en su contra.
(RIODOCE/ LUIS FERNANDO NÁJERA/
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