Saltillo, Coah.- Los ecos de la tragedia que vivió la región
el sábado pasado, en la que ocho personas murieron al desplomarse una
avioneta, continúan sacudiendo a la sociedad saltillense.
Ayer por la mañana, en el que era su espacio, la voz de Toño Dávila se hizo presente en la frecuencia de La Reina, cuando sus compañeros de micrófono rindieron un muy emotivo homenaje. La grabación de su despedida el pasado lunes 11 dominó el escenario en diversos círculos: “ya nos vamos equipo, nos vemos aquí el próximo lunes, siempre y cuando Dios quiera”.
Horas después en el oratorio de las capillas Renacimiento, comunicadores, políticos, líderes sindicales y empresarios acompañaron a familiares y amigos de Toño, su esposa Irma y su pequeño hijo en las honras fúnebres.
En forma paralela, centenares de personas asistieron a la misa de cenizas presentes del capitán piloto aviador Alfonso Andrés Remond Ebergenyi, en la Iglesia Santa María Reina de los Apóstoles.
Pero la tragedia no sólo sacudió esferas emocionales de quienes conocieron y valoraron a todas y cada una de las ocho personas que fallecieron en el accidente, sino que además revivió con fuerza la polémica sobre las condiciones generales de operación del Aeropuerto Internacional Plan de Guadalupe.
Antonio Domínguez Lara, presidente de la Asociación de Industriales y Empresarios de Ramos Arizpe (AIERA), expuso que “se debe revisar de manera muy precisa si existiera alguna irregularidad técnica en esa ruta de aproximación, porque van dos aeronaves que se estrellan en el Parque Industrial Pideco, y los dos con saldos fatales”.
Por su parte, Raúl González González, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio de Coahuila, expuso de manera muy precisa: “necesitamos si saber si en esa ruta de aproximación hay naves industriales de mayor altura a la permitida, antenas o cableados que signifiquen un peligro para las aeronaves en su aproximación al aterrizaje.
“No queremos una tragedia mayor, porque imagínense que así como se estrelló contra una bodega sin utilización o una nave sin uso, imagínense que en esa instalación hubieran estado 100 o 200 personas en pleno turno de trabajo en su interior, ¿de qué estaríamos hablando en este momento?, porque la instalación se incendió por el impacto”, cuestionó el entrevistado.
Ayer por la mañana, en el que era su espacio, la voz de Toño Dávila se hizo presente en la frecuencia de La Reina, cuando sus compañeros de micrófono rindieron un muy emotivo homenaje. La grabación de su despedida el pasado lunes 11 dominó el escenario en diversos círculos: “ya nos vamos equipo, nos vemos aquí el próximo lunes, siempre y cuando Dios quiera”.
Horas después en el oratorio de las capillas Renacimiento, comunicadores, políticos, líderes sindicales y empresarios acompañaron a familiares y amigos de Toño, su esposa Irma y su pequeño hijo en las honras fúnebres.
En forma paralela, centenares de personas asistieron a la misa de cenizas presentes del capitán piloto aviador Alfonso Andrés Remond Ebergenyi, en la Iglesia Santa María Reina de los Apóstoles.
Pero la tragedia no sólo sacudió esferas emocionales de quienes conocieron y valoraron a todas y cada una de las ocho personas que fallecieron en el accidente, sino que además revivió con fuerza la polémica sobre las condiciones generales de operación del Aeropuerto Internacional Plan de Guadalupe.
Antonio Domínguez Lara, presidente de la Asociación de Industriales y Empresarios de Ramos Arizpe (AIERA), expuso que “se debe revisar de manera muy precisa si existiera alguna irregularidad técnica en esa ruta de aproximación, porque van dos aeronaves que se estrellan en el Parque Industrial Pideco, y los dos con saldos fatales”.
Por su parte, Raúl González González, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio de Coahuila, expuso de manera muy precisa: “necesitamos si saber si en esa ruta de aproximación hay naves industriales de mayor altura a la permitida, antenas o cableados que signifiquen un peligro para las aeronaves en su aproximación al aterrizaje.
“No queremos una tragedia mayor, porque imagínense que así como se estrelló contra una bodega sin utilización o una nave sin uso, imagínense que en esa instalación hubieran estado 100 o 200 personas en pleno turno de trabajo en su interior, ¿de qué estaríamos hablando en este momento?, porque la instalación se incendió por el impacto”, cuestionó el entrevistado.
(ZOCALO/ Redacción /22/04/2014 - 03:00 AM)
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