jueves, 13 de febrero de 2014

EL PRI DE GUAYMAS: ¿ SIN CABEZA, NI CUERPO NI CABALLADA?

La Viña del Señor

Los que en algún momento de euforia creyeron sinceramente en 2012 que con el triunfo de Otto Claussen Iberri, José Luis Marcos León Perea y Antonio Astiazarán Gutiérrez, el PRI retomaría los bríos de antaño, deben de tener claro lo equivocado de su apreciación.  

El carro completo de entonces con que arrasó el expartidazo a los candidatos de la alianza PAN-PANAL en todo el sur sonorense a excepción de Max Othón quien pasó sobre la “vagancia” de un experimentado Bulmaro Pacheco, en el puerto levantó expectativas entre las bases tricolores alentadas por el retorno a la Casa de Piedra de su partido y lo que ello significaba en cuestión de chamba, tramitología, etc., luego de un trienio pa´l perro con César Lizárraga en la alcaldía, en donde ni siquiera los panistas la batearon.

Dialéctica Priísta: Hegemonía-oposición-gobierno

Lejos estaban aquellos días del PRI hegemónico, hecho añicos por el uribismo-panismo de 1991 y de los fuertes liderazgos políticos de origen corporativo y clientelar de Florentino López Tapia o de “El General” Oscar Ulloa Nogales o la guía bajo los cacicazgos de Julio Ramón Luebbert Duarte o Marco Antonio Morroño Llano Zaragoza.

Luego de su estrepitosa derrota electoral de 2009 en que perdió la gubernatura en manos de Guillermo Padrés Elías, con apoyo indudable a pesar de lo que se diga de grupos internos como los de Ernesto Gándara Camou, Marco Antonio Llano, Carlos Zataraín y Manlio Fabio Beltrones Rivera, el priísmo ha batallado en conformar un liderazgo eficaz y coherente.

Y si en lo local, solo Antonio Astiazarán, ha sabido mantener cierto control sobre las estructuras del partido, ahora que al parecer sus intereses no se encuentran en el puerto y su alianza de facto con el actual alcalde, con quien sostiene la voz populi tiene serias diferencias, se cierne un mar de dudas sobre el futuro del tricolor de cara al venidero 2015. La selección interna de 2012 dejó cicatrices que a falta de operación y liderazgo no han sanado del todo y ahí está la marginación del grupo de Pedro Romano Terrazas para probarlo.

En todo este tiempo Susana Corella Platt, la dirigente formal del PRI guaymense ha debido nadar de muertito y solo de vez en cuando sale a flote a la luz pública en un que otro evento sin importancia, a la par de que la imagen del germano, quien siguiendo la vieja tradición política netamente priísta de que el alcalde en turno era el jefe político del partido en el municipio, está seriamente cuestionada por su propensión de llenar de funcionarios foráneos, de aviadores, cuates o buenos para nada (Gerardo Mass, Gianco Urías, Poncho Flores, Pilo Gaspar, Walter Décima sr. y jr., Fabrizio Lara Cano, El Tigre Bárcenas, etc., etc.) a su administración, haciendo a un lado a la gente identificada con la causa del tricolor, lo que ya le valió un amotinamiento de algunas voces de peso en el partido. Por cierto, en diversa reunión de quejas en la cuna de Plutarco Elías Calles, hasta el operador non del gobierno del Otro Rumbo, el empalmense Miguel Pilo Gaspar, salió raspado y señalado,  precisamente por su origen y procedencia rielera.

El vacío priísta: la caballada ni a Rocinante llega. 

Desaparecido físicamente Julio Ramón Luebbert, “El Príncipe de Miramar” de la escena política, tras su fallecimiento, quedó atrás una época de enfrentamientos con su archirrival el Morroño Llano, dejando tras de sí la leyenda negra de que con su apoyo llegaron a la alcaldía Sara Valle Dessens bajo las siglas del PRD en 1997, Bernardino Cruz Rivas (PAN) en el 2000 y Carlos Ernesto Bebo Zataraín (PRI) en 2003.

Con el camino libre el Morroño tiene rato operando la política priístas, a veces a favor de sus candidatos como en 2012 cuando apoyó a su delfín José Luis Marcos León Perea o en 2009 cuando se alineó con las candidaturas de Padrés y César Lizárraga Hernández, más no en la de Alfredo Ortega López a la diputación local, lo que le abrió paso a Otto Claussen al Congreso del Estado y de quien el Toñito Llano jr. fue jefe de finanzas en la campaña de 2012.

Ya de edad y entregado a sus negocios, más ahora luego del robo perpetrado en su campo agrícola, se cuestiona en los corrillos políticos el papel que jugará en la próxima liza electoral, lo que algunos dan como seguramente ausente y que sumado al probable desinterés de Astiazarán por la cosa local por tener la mira puesta en el centro, dejará al PRI ante el dilema de correr con candidatos sin apoyo político o sin bases sociales fuertes, punto de debilidad que será explotado por sus rivales en la justa comicial.

Dentro del PAN se afirma no hay más que de dos sopas: Manuel Villegas Rodríguez y Lorenzo Chencho Décima, el primero identificado con el grupo ganador de Roberto Romero López, secretario de gobierno y cuyos candidatos fueron los que salieron mejor librados en la elección pasada y el segundo apoyado por el Temo Terán y en el puerto por el armador Manuel Aguilar Juárez, de quien es socio en los negocios de la pesca.

Mientras en el PRD, el partido se mantiene movido por el proceso de elección de su próximo presidente local y la lucha se da entre las tribus de Nueva Izquierda, mejor conocida como Los Chuchos, con Margarito Santiago y Oliver Flores Bareño, a la cabeza de una de las subtribus, ambos de reconocido herraje azul y apoyadores en 2012 de la fracasada candidatura de Manuel Aguilar a la alcaldía, quienes buscan colocar a Eva Languré en el solazteca y la del profe José Guzmán López González, un fogueado miembro de la izquierda que aspira a presidir el partido a nivel estatal en sustitución del actual pastor René Noriega y quienes llevan como aspirante al contador Clemente Rodríguez, un personaje con amplia trayectoria dentro de la grilla. Tanto Acción Nacional como el PRD responden a otro lógica partidista y a otros intereses.

Tiempo de definiciones

Así las cosas, afirman algunas lenguas que el galeno León Perea, ya se decidió en buscar la candidatura a la alcaldía el año entrante y va contra todo y contra todos, lo permite vislumbrar en el escenario tricolor posibilidades para que el alemán se enfile, según el scrip familiar,  hacia la curul del 04 distrito federal. En la elección pasada la salida de Marco Antonio Cachorro Ulloa de las filas tricolor, si bien no colapsó al partido, ya como candidato del PRD-PT y Movimiento Ciudadano, obtuvo fuerte cantidad de votos, lo que lo hace figurar como alguien de cuidado.

Los amarres que permitan se hagan realidad dichas pretensiones habrán de darse conforme se vayan llevando a cabo las definiciones a la grande, es decir la candidatura a la gubernatura, muy disputada por el Borrego Ernesto Gándara, Claudia Pavlovich y Samuel Moreno Terán, quienes mueven el agua adentro del partido con ese afán. Hace poco Samuel se reunió con miembros de la clase priísta en el comedero de Chito Cambustón en Miramar.

En todo ese merequetengue serán definitorio para el PRI porteño, los derroteros que marcarán el Morroño, todavía con gran capacidad de influencia interna, el Toño Astiazarán, dueño y cabeza del grupo más atomatizado dentro y con posiciones de poder con gentes como Lorena Garibay, Susana Corella, etc. y con conocida capacidad operativa, aunque con muchos puntos negativos al exterior y los movimientos del actual alcalde Otto Claussen y del diputado León Perea, cuyos cargos les permiten tener capacidad operativa y de negociación, aunque ambos con el desgaste que el puesto les acarrea.

El vacío político y lo flaco de la caballada para dar la batalla se nota a leguas cuando ni siquiera mediáticamente el partido ha mantenido cierta vigencia como habrá de suponerse del partido en el poder y fuerza política mayoritaria en el municipio, pues de ahí a que el PRI se mantenga aceitadito y con el motor en marcha como en sus mejores momentos de aplastante maquinaria electoral, es otra cosa. A lo mejor los demás partidos ya le llevan delantera y el tricolor arranca tarde en la carrera sucesoria en puerta.

Ya veremos…

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