Distrito Federal—
Serafín Zambada Ortiz, El Sera, manejaba sus cuentas en Facebook y Twitter con
desparpajo. Lo mismo hacía con la información relativa al negocio del tráfico
de drogas y 'lavado' de dinero que controlaba, según se desprende del expediente
criminal 13-cr-3575, abierto en la Corte de Distrito Sur de California contra
él y 12 personajes de su entorno.
Y fue precisamente
un descuido de sus colaboradores en mayo de 2012 –quienes formaban una red de
traficantes y distribuidores de droga en San Diego, California, y Tijuana– el
que activó la Operación Narco Polo iniciada dos meses antes.
Gracias a ella y
tras más de un año de investigaciones, la Drug Enforcement Administration (DEA)
detuvo el pasado 20 de noviembre al imprudente hijo de Ismael El Mayo Zambada
García, líder del 'Cártel de Sinaloa', en el cruce internacional Dennis
DeConcini en Nogales, Arizona.
Según el expediente
criminal de El Sera y coacusados, al cual tuvo acceso este semanario, la DEA
interceptó llamadas telefónicas entre marzo y octubre de 2012. El legajo tiene
las declaraciones juradas de los presuntos cómplices del detenido sobre varios
decomisos de droga y dinero por parte de sus captores, así como informes de
laboratorio y fotografías. Todo ese arsenal será usado contra el hijo de El
Mayo.
Además de los
delitos de tráfico de metanfetaminas y cocaína que se le imputan al Sera en el
expediente criminal, las autoridades estadounidenses pretenden decomisarle
todos los bienes, derechos, títulos e intereses que conformen su patrimonio o
se deriven de cualquier ingreso que él haya obtenido de sus operaciones
relacionadas con el trasiego de droga y cualquier propiedad usada para dicha
actividad.
Semanas antes de su
detención, El Sera, de 23 años, subió a sus cuentas de Facebook y Twitter
fotografías de su colección de armas, así como drogas y mujeres; en una de
ellas incluso aparece con su medio hermano Vicente Zambada Niebla –detenido en
México en 2009 y extraditado a Estados Unidos en 2010, donde actualmente
enfrenta cargos de narcotráfico en una Corte federal de Chicago– e Ismael
Zambada, El Mayo Gordo, otro hijo del capo sinaloense.
Entrevistado vía
telefónica, el defensor del Sera, Michael McDonnell, señala que desconoce las
pruebas sobre los delitos que se le atribuyen a su cliente. Y cuando la
reportera le pregunta por qué señaló que las cuentas de Facebook y Twitter del
Sera son falsas, responde: “¿y qué me hace pensar que son verdaderas?”.
En términos
jurídicos, las fotografías pueden ser pruebas contra Zambada Ortiz en la Corte.
LA INVESTIGACIÓN
A finales de 2011 la
DEA inició en San Diego, California, una investigación en torno a una célula de
distribución de drogas en Chula Vista, California, y Tijuana. En marzo del año
siguiente los agentes antidrogas asignados al caso comenzaron a intervenir
teléfonos de esa célula –en total fueron 30– y bautizaron sus acciones como
Operación Narco Polo.
Después abrieron un
expediente judicial, el 16 de noviembre de 2011, en la Corte de Distrito Sur de
California, que llevan Laura Duffy, fiscal antinarco, y su asistente Adam
Braverman. En él se vincula el expediente 13-cr-3575 iniciado recientemente
contra El Sera por los mismos funcionarios de la fiscalía. Desde aquella fecha
se giraron las primeras órdenes de aprehensión, según los registros oficiales
sandieguinos.
En esos documentos
se afirma, por ejemplo, que las llamadas de los acusados fueron interceptadas,
además de que se confiscaron droga y dinero al Sera y los coacusados Daniel
Madrigal; Carlos Flores Vargas, alias La Tota; Arturo Chávez Jr., alias Tito
Salvaje; Ubaldo López López, alias Toritos; Roberto Luis Ochoa, Irvine
Rodríguez, Craig D. Lance McGruder, James Lawrence Snowden III, Jerry Téllez;
José Parra Martín del Campo, alias Perro; José Miguel García, alias Gabacho, y
otro más cuyo nombre se mantiene en reserva.
Al Sera se le acusa
de conspirar para la importación ilegal de 500 o más gramos de metanfetaminas,
así como de cinco kilos o más de cocaína, mientras que a sus presuntos
cómplices se les responsabiliza de distribuir la droga.
La mayoría de los
acusados son ciudadanos estadounidenses, incluido el propio Sera, lo que les
facilitaba introducir la droga desde México por el cruce de San Ysidro,
California, donde a Rodríguez se le confiscó más de un kilo de cocaína.
El primer detenido
fue Téllez, de 27 años, cuya familia vive en San Diego. Tiene un amplio
historial criminal por manejar bajo la influencia y posesión de droga. Los
exámenes practicados tras su detención dieron positivo en el consumo de
cocaína.
Téllez fue capturado
el 30 de mayo de 2012 por un agente especial de la DEA apellidado Miller, quien
observó dos camionetas, una Land Rover y una Honda Civic, estacionadas en las
inmediaciones del pequeño poblado de Lemon Grove, en el condado de San Diego.
Miller notó que Téllez metía una caja a la Honda Civic y luego se retiró del
lugar acompañado por Tito Salvaje.
Miller siguió el
vehículo que conducía Téllez y, con el pretexto de que el joven estaba
incurriendo en faltas al reglamento de tránsito, le pidió detenerse; al revisar
el auto detectó un par de guantes cubiertos con vaselina, similares a los que
se usan para empacar droga.
El agente le ordenó
al conductor abrir la caja, que estaba llena de cocaína, y lo remitió a una
estación de policía, en donde también le aseguraron 809 dólares y un celular. Y
luego de interrogarlo y ficharlo, lo encerró en la prisión estatal por cargos
de posesión, distribución y transporte de droga.
Meses después, entre
el 27 y el 28 de noviembre de 2012, la DEA cerró la pinza y aprehendió a 11
integrantes de la célula que traficaba droga. El primer día detuvo a Rodríguez
a las cinco de la mañana, cuando intentó cruzar por la línea peatonal del
puente aduanal de San Ysidro con su pasaporte estadunidense.
En la revisión, Rodríguez
dio positivo. Tenía una orden de arresto y el agente de investigaciones del
departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security) le encontró 1.08
kilogramos de cocaína oculta en su ropa. Admitió que se dedicaba al tráfico de
drogas y que esperaba un pago de 200 dólares.
Ese mismo día fueron
capturados Daniel Madrigal, Chávez Jr., James Lawrence Snowden, Ubaldo López,
Parra Martín del Campo y José Miguel García. El 28 de noviembre cayeron Carlos
Flores Vargas y Craig Lance McGruder, quien vivía en Chicago.
Luego de un año en
prisión, la mayoría de los coacusados en el caso del Sera llegaron a un acuerdo
con la fiscalía, algunos incluso están libres y otros recibieron penas
benévolas recientemente.
DEFENSA SIN ESTRATEGIA
Proceso entrevistó a
la defensa de Serafín Zambada, Saji Vettiyil, quien lo representó para su
audiencia en la corte de Arizona del 27 de noviembre. Asegura que su cliente
pediría trasladar su caso a la Corte de San Diego, como sucedió, y adelantó que
se iba a declarar inocente.
“Independientemente
de la acusación –señala– mi cliente se presume inocente bajo la constitución de
los Estados Unidos”. Según él, como ciudadano estadunidense, El Sera “tiene fe
absoluta” en el sistema judicial de ese país, por lo que la defensa intentará
limpiar los cargos que se le imputan.
El 27 de noviembre
el hijo del Mayo Zambada fue presentado ante la juez Karen Crawford, de la
Corte de Distrito Sur de California. Iba esposado de pies y manos y con
uniforme reglamentario del penal. Y aunque en la breve audiencia se declaró
inocente, la fiscalía solicitó a la juez mantenerlo en prisión sin derecho a
fianza.
Al término de la
diligencia, su nuevo defensor, Michael McDonnell, declaró a la prensa que son
falsas las cuentas de Twitter y Facebook del Sera difundidas tras su captura.
“No crean todo lo que se publica”, expresó.
En conversación
telefónica con Proceso el 28 de noviembre, McDonnell respondió a pregunta
expresa de si seguirá la misma línea de defensa que en el caso de Vicente
Zambada Niebla, El Vicentillo, el hermano del Sera que también es juzgado en un
tribunal estadunidense: “No lo haremos”. No obstante, aclaró que aún no conoce
las pruebas del gobierno de Estados Unidos contra su cliente. Lo sabrá en los
próximos 10 días, indicó.
El Vicentillo,
hermano mayor del Sera, fue detenido en marzo de 2009 en la Ciudad de México al
salir del hotel María Isabel Sheraton, ubicado a un costado de la embajada de
Estados Unidos, tras un encuentro con agentes de la DEA.
En el expediente de
su caso, arraigado en una Corte federal en Chicago, se consigna que fue
extraditado en febrero de 2010.
A principios de
2011, en los preparativos del juicio, sus abogados argumentaron ante el juez
Rubén Castillo, quien lleva el proceso, que el gobierno de Estados Unidos no
puede juzgar a su cliente porque, arguyeron, había un convenio de protección e
inmunidad con la DEA para él y para otros miembros del Cártel de Sinaloa.
Según afirmaron, el
acuerdo se pactó a través de Humberto Loya, abogado y operador de Joaquín El
Chapo Guzmán, prófugo de la justicia mexicana. El punto medular, expusieron,
era dar inmunidad a los miembros del cártel a cambio de entregar información de
las organizaciones rivales. (Anabel Hernández/Proceso)
(EL DIARIO,
EDICION JUAREZ/ Proceso | 2013-11-30 | 21:35)
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