Algunos
de los magnates más poderosos de México, incluido Carlos Slim, volaron a
España en agosto pasado. Olegario Vázquez Raña fue el anfitrión de
numerosas fortunas y al cardenal Norberto Rivera le tocó dar misa. El
investigador Elio Masferrer señala que la difusión de ese encuentro del
purpurado con tan connotados monaguillos es el desafío de un sector del
clero, que tiene amistad y negocios con la élite empresarial, contra el
mensaje evangélico del Papa Francisco. Pero advierte que también
pudieron mezclar los negocios con sus benditos placeres.
MADRID
(Proceso).- Ataviado con suntuosa casulla verde y cruz pectoral, el
cardenal Norberto Rivera Carrera celebraba misa en la iglesia del pueblo
gallego de Avión. Era el domingo 4 de agosto. Lo escuchaban amigos
multimillonarios con quienes viajó desde México.
El Misal Romano,
que rige diariamente la liturgia católica, no pudo haberlo puesto en
peores aprietos: le exigía para ese día leer la parábola del evangelio
relativa al rico insensato que acumula riquezas y más riquezas mientras
está a punto de morir.
El cardenal tuvo que ajustarse a la lectura
y exclamar: “¡Cuídense de toda clase de avaricia! Porque la vida del
hombre no depende de la abundancia de los bienes que tenga”.
Incómodos,
con tosecitas nerviosas, lo escuchaban sus amigos que lo habían puesto
en el altar: el magnate Olegario Vázquez Raña, dueño del periódico
Excélsior y de los hospitales Ángeles; el empresario Carlos Slim, con
una fortuna de 73 mil millones de dólares y considerado por la revista
Forbes como el segundo hombre más rico del mundo; Miguel Alemán Velasco,
exgobernador de Veracruz y propietario de la aerolínea Interjet.
También
estaban ahí el almirante Manuel Sáenz, secretario de Marina durante el
gobierno de Felipe Calderón; el capitán Alberto Abed, quien fuera
propietario de la extinta aerolínea Taesa y hoy dueño de la empresa de
taxis aéreos FlyMex; el notario Daniel Goñi, expresidente de la Cruz
Roja Mexicana, y Miguel Rincón Arredondo, presidente de Corporación
Durango y uno de los principales productores de papel en México con
Bio-Pappel.
Todos ellos tuvieron que soportar el sermón posterior a
la lectura del evangelio de San Lucas. Rivera Carrera, arzobispo
primado de México, concelebraba con Serafín Suárez, el párroco de este
poblado de 3 mil 500 habitantes encaramado en la montaña de Ourense.
La
misa dominical se realizó en plenos festejos a San Roque, el santo
patrono del pueblo, por cuyas calles se realizó ese mismo día una
nutrida romería que sacó a pasear a la figura barbuda del santo. Muy
solemnes y entre el repique de campanas, el cardenal Rivera y el padre
Serafín encabezaron la procesión, amenizada por una banda de música que
no paró de tocar.
Avión y Beariz son los dos municipios más
prósperos de Galicia gracias a sus emigrantes, que han amasado grandes
fortunas en México. Se les llama “indianos”, en añoranza por los
españoles que durante la Colonia iban a las “Indias” a probar suerte. En
esta época estival los “indianos” suelen vacacionar en el terruño y
decorar sus chalets y mansiones con ondeantes banderas mexicanas.
Hoy
por hoy el más exitoso “indiano” de Avión es Olegario Vázquez Raña. Él
invitó al cardenal Rivera y a sus pudientes amigos mexicanos a la
festividad de San Roque, lo mismo a magnates españoles como Amancio
Ortega, dueño de las tiendas de ropa Zara, con una fortuna que Forbes
estima en 60 mil millones de dólares, que lo convierte en el hombre más
rico de España. Ortega se les unió durante esos festejos religiosos que
coincidieron con la celebración del cumpleaños de la esposa de Olegario,
Ángeles Aldir, Gela…
Fragmento del reportaje que se publica en la edición 1923 de la revista Proceso, actualmente en circulación.
/ 11 de septiembre de 2013)
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