Más carreras y falsos héroes, ensenadenses las aplauden, pero se ven afectados en muchos sentidos
Ensenada, B. C. - Dicen por ahí que Ensenada tendrá un fin de
semana "histórico”, "de gloria”, en referencia a que se realizarán tres
carreras fuera de camino, de las pomposamente llamadas "off-road”.
Serán carreras, una de 500 millas, otra de 300 y una más de 200. Entre lo absurdo y lo insensato.
No conformes con las "bajas”, la 500 y la 1000, que ya mucho dañan a
Ensenada, ahora le quieren agregar tres más. De hecho en nuestro
estado cada año se organizan alrededor de 50 carreras de este tipo, lo
que ocasiona un enorme daño al ambiente, que está muy lejos de ser
compensado con los supuestos beneficios que generan estos eventos.
Lo que están logrando es un impacto tremendo a las regiones
naturales, que las autoridades se han negado a evaluar. Igualmente se
han negado a regular estos eventos, permitiendo a los organizadores que
hagan lo que les dé la gana.
Cambio climático y derrama
En el caso de las carreras "baja”, el contrato que se celebra entre
el ayuntamiento es altamente lesivo para los intereses de la ciudad, y
aún así ha estado siendo avalado por los presidentes municipales en
turno desde hace décadas.
Desde luego, esto no es gratuito, ya lo hemos denunciado en este
mismo espacio, pero las autoridades lejos de ver por los intereses de
los ensenadenses, más bien trabajan a favor de los organizadores.
A pesar de que está ocurriendo en otros estados los efectos
devastadores del cambio climático, pareciera que aquí no los vemos, ni
los queremos ver. Preferimos que la naturaleza sea destruida, a cambio
de migajas para nuestra sociedad, que poner orden y acotar estos eventos
perjudiciales desde muchos puntos de vista.
Recientemente el secretario de Turismo del Estado, Juan Tintos
Funcke, dijo que "Estas carreras, además de la importante derrama
económica que generan, antes y durante el evento, proyectan a nuestro
estado a nivel mundial, por la gran cobertura que se alcanza a través de
medios internacionales y la presencia de corredores y equipos de
diferentes países, lo que se traduce en un indicador de confianza,
respecto a la imagen y a la percepción que se tiene de Baja California
por parte de los turistas extranjeros, especialmente de Estados Unidos”.
Esto es falso, empezando por la supuesta "derrama económica”.
Muchos creen que Ensenada es la capital mundial del "off-road”, que
esto es un orgullo para la ciudad y para el estado. Pero ciertamente es
lo contrario.
Cada día que pasa la proyección internacional que estas carreras
dan para Ensenada, especialmente las "bajas”, es más negativa. Por un
lado estas carreras ya están totalmente acotadas en muchos países, sobre
todo en los desarrollados, donde se les prohíbe y sólo las pueden
realizar en muy pocos sitios y con muchas limitantes, precisamente por
sus efectos adversos al medio ambiente.
Es decir, a los ojos del mundo Ensenada se está convirtiendo en un
lugar donde la naturaleza no es valorada, y por lo mismo muchos
visitantes que aman sus espacios naturales dejan de venir, para dejar
paso a un turismo de mucho más bajo nivel, turismo cervecero y vulgar
que lo que menos les preocupa y valora son nuestros sitios naturales.
Pero además, esta situación está dejando ver a Ensenada como un
lugar de corrupción, con ciudadanos incultos que no aprecian sus sitios
naturales. Por eso es el paraíso de los "off-road”, porque aquí pueden
hacer todos los desmanes que en sus lugares de origen no pueden, ya que
allá sí hay gente consiente que cuida sus regiones naturales y no se
deja llevar por migajas.
Incluso aquí a los corredores se les permite atropellar y matar a la gente sin que tengan ninguna consecuencia.
Falsa tradición, falsos héroes
Muchos creen que las carreras "off-road” ya son una tradición
bajacaliforniana. Esto es un absurdo más. Estas carreras nada tienen que
ver con las tradiciones de nuestra tierra.
Más bien, al dejarlas que aquí se realicen sin ninguna cortapisa
afectan las verdaderas tradiciones, pervirtiendo la visión de nuestros
jóvenes, presentando a los corredores, muchos de ellos gente de lo más
vulgar, como los grandes héroes, cuando en realidad son destructores de
nuestras regiones naturales. A ese grado llega la confusión.
Las autoridades siempre se han dejado llevar por el dinero, y no
tienen el más mínimo cuestionamiento a estas carreras, presentando estos
eventos como lo máximo para la ciudad. Pero lo cierto es que ocasionan
muchos daños y molestias, y tal parece que no disminuirán, sino
aumentarán. Jamás se ha escuchado a los ciudadanos afectados.
El panorama es triste. Un pueblo enajenado que no sabe o no aprecia
lo que tiene, y que se deja llevar por lo que de afuera le presentan
como si fuera lo máximo. El efecto enajenador es parecido al del futbol o
las telenovelas.
En realidad es reflejo de cómo se manejan aquí las cosas. Sólo que
se está llegando a niveles de insensatez en momentos que es urgente la
sensatez.
Las máquinas no son indispensables, pero cada planta del desierto
sí; cada ave que pasa por nuestro cielo sí; cada animal que corre por
nuestra tierra sí es indispensable.
El que una máquina llegue más rápido a un lugar es algo ciertamente
intrascendente. Pero no el que tengamos un aire limpio; no el que
lleguen a nuestra península decenas de miles de aves migratorias; no el
que cada año nazcan aquí miles de ballenas y millones de flores.
No son héroes los que llegan más rápido y en su rapidez destruyen
todo lo que encuentran. Son héroes los que han dedicado toda su vida a
estudiar nuestra flora y nuestra fauna.
Son héroes los que han dedicado muchos años a defender nuestros
ambientes naturales, a pesar de llevar en contra a amplios sectores de
la sociedad. Son héroes los que nos hacen ver lo maravilloso de nuestra
geografía, de nuestras costas y mares, de nuestras sierras. No son
héroes aquellos que pasan rápido, sin ver, sin observar, destruyendo,
maltratando, y que a pesar de eso hay muchos que les aplauden.
Los que aplauden las carreras "off-road”, "of course”, no aman a
Baja California, aman las máquinas. Pero las máquinas no nos dan vida, y
nuestra tierra sí.
Podrán generar mucho dinero las carreras fuera de camino, pero a la
gente de Baja California sólo le llegan las migajas. Las verdaderas
ganancias se las llevan otros y se las llevan a otro lado.
Tantos años
de hacer carreras "off-road” no han dejado nada importante para el
municipio, fuera de los destrozos que ocasionan.
Algunas propuestas
Si aman a Ensenada, yo conmino a las autoridades para que regulen
estas carreras de tal manera que nos beneficien. Ruta única para este
tipo de carreras, de tal manera que no afecten otras áreas ni se esté
cambiando el recorrido a cada rato.
Que no pasen por las áreas naturales protegidas, como el Valle de
los Cirios, la Sierra de San Pedro Mártir y la Sierra de Juárez.
Que ya no salgan ni lleguen a Ensenada, ya que cada vez ocasionan
más desorden. Que paguen el estudio de impacto ambiental y lo sometan a
discusión con los interesados en proteger el ambiente.
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