Rosendo Zavala
Saltillo, Coah.- Tras golpear a su esposa y librarse de las
garras de la policía, un obrero llegó a su domicilio para hundirse en la
depresión que lo hizo escapar de sus problemas maritales para siempre,
ahorcándose del protector de la ventana sin despedirse de nadie.
Iván Alejandro Flores García salió muy temprano de la casa marcada con el 163 de la calle Biznaga en la colonia Las Teresitas, dirigiéndose a la fábrica donde labora su esposa Yesenia para meterse por la fuerza y hacer su escena de celos frente a los compañeros de ésta.
Luego de intercambiar reclamos con la mujer que desde un mes antes lo había botado de su vida, el operario de 20 años decidió terminar la disputa verbal para pasar de las palabras a los golpes, cacheteándola sin parar hasta que el vigilante intervino para calmar al rijoso.
Sabiendo que la policía se dirigía al sitio para detenerlo por peleonero, el decepcionado social retornó a su vivienda, donde la soledad lo tentó de la peor manera y sin tanto meditarlo caminó al patio trasero, donde concretaría el deseo que lo mandó al otro mundo.
Atando un cable eléctrico al protector de la ventana de una recámara, el suicida dio el jalón que lo ahorcó matándolo en el acto, tramitando su pasaporte al mas allá como resultado de al depresión que lo agobiaba desde hace tiempo.
Poco después, su hermano Giovanni llegó y al extrañar la presencia del obrero comenzó a buscarlo por todas partes, haciendo el trágico hallazgo para de inmediato dar aviso a la Cruz Roja que arribó tan solo para confirmar la tragedia.
Fue así como agentes ministeriales encabezados por el fiscal Mario Garza llegaron para tomar conocimiento, ordenando el traslado del cadáver la Semefo para que se realizara la autopsia de ley.
Iván Alejandro Flores García salió muy temprano de la casa marcada con el 163 de la calle Biznaga en la colonia Las Teresitas, dirigiéndose a la fábrica donde labora su esposa Yesenia para meterse por la fuerza y hacer su escena de celos frente a los compañeros de ésta.
Luego de intercambiar reclamos con la mujer que desde un mes antes lo había botado de su vida, el operario de 20 años decidió terminar la disputa verbal para pasar de las palabras a los golpes, cacheteándola sin parar hasta que el vigilante intervino para calmar al rijoso.
Sabiendo que la policía se dirigía al sitio para detenerlo por peleonero, el decepcionado social retornó a su vivienda, donde la soledad lo tentó de la peor manera y sin tanto meditarlo caminó al patio trasero, donde concretaría el deseo que lo mandó al otro mundo.
Atando un cable eléctrico al protector de la ventana de una recámara, el suicida dio el jalón que lo ahorcó matándolo en el acto, tramitando su pasaporte al mas allá como resultado de al depresión que lo agobiaba desde hace tiempo.
Poco después, su hermano Giovanni llegó y al extrañar la presencia del obrero comenzó a buscarlo por todas partes, haciendo el trágico hallazgo para de inmediato dar aviso a la Cruz Roja que arribó tan solo para confirmar la tragedia.
Fue así como agentes ministeriales encabezados por el fiscal Mario Garza llegaron para tomar conocimiento, ordenando el traslado del cadáver la Semefo para que se realizara la autopsia de ley.
Mientras recababan evidencias en la casa para descarta alguna situación anómala.
Mientras eso pasaba, familiares del difunto se reclamaban unos a otros y se liaban a golpes culpándose de lo ocurrido, siendo separados por los elementos policiacos municipales que participaron en las diligencias primarias del suicidio.
(ZOCALO/ Rosendo Zavala/ 15/06/2013 - 04:12 AM)
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