Señor Director:
Con relación a la
columna del señor Santiago Samaniego, titulada "En Guaymas no hay
Presidente", me permito hacer algunos comentarios buscando aportar
elementos que nos brinden una visión más objetiva sobre la situación de nuestro
querido puerto.
I. Además de cumplir
con lo que las normas jurídicas establecen como su obligación, el presidente
municipal debe ser un gestor constante, firme y decidido para llevar beneficios
a su comunidad. Un alcalde que se resigna a despachar cotidianamente en las
oficinas del palacio municipal, se autolimita a realizar proyectos que le
permitan su presupuesto, asumiendo que logra recaudar lo programado.
La gestión debe
realizarla en los otros dos órdenes de gobierno: el estatal y el federal, hoy
por hoy, con mayor capacidad financiera que el municipio.
Si la puerta del
gobierno estatal está cerrada, por diversas circunstancias que obligan a una
reflexión aparte, entonces el presidente municipal debe acudir a la instancia
federal.
Y para ello es
indispensable trasladarse a la Ciudad de México para exponer ante las
secretarías de Estado, ante los legisladores federales y ante diversos
funcionarios, las necesidades de los habitantes de su municipio. Y no es ir y
venir por una sola ocasión, por el contrario, la gestión amerita varios viajes
para garantizar que los recursos presupuestados y aquellos que tiene carácter
extraordinario, puedan ser canalizadas a las obras y proyectos propuestos.
Por ello estoy
totalmente de acuerdo con el Sr. Samaniego cuando afirma: "un Presidente
Municipal viajero y Gestor es más importante que uno encerrado en sus oficinas
y consigue más cosas para sus Representados" (se respeta la sintaxis y el
uso indiscriminado de mayúsculas).
II. Eso precisamente
es lo que ha estado haciendo Otto Claussen Iberri: viajar y gestionar más cosas
para sus representados. Consciente de las circunstancias adversas y muy graves
en que recibió la Administración municipal, se propuso tocar puertas donde
confiaba en que se las abrirían: el gobierno y el congreso federal. Esa
confianza ha obtenido respuesta, la gestión está fructificando.
Informar sobre
gestiones que implican tiempo para madurar, es una actitud impulsiva y con el
grave riesgo de generar expectativas que no se satisfagan. Por ello, cuando las
obras y proyectos gestionados estén completamente garantizados, Otto Claussen
informará con transparencia al pueblo de Guaymas.
III. Cuando hay
liderazgo funcional, el equipo trabaja aún sin la presencia física del líder.
En la Administración municipal de Guaymas cada uno de los funcionarios sabemos
qué hacer y cómo hacerlo, atendiendo las instrucciones del alcalde y
respondiendo a las demandas ciudadanas, en la medida de las posibilidades
físicas y financieras del propio Ayuntamiento. Que el presidente haga lo suyo,
sobre todo la gestión, que nosotros haremos lo nuestro.
Y Guaymas está
cambiando, no a la velocidad que quisiéramos, pero si con la energía y el
entusiasmo de los que estamos convencidos que mejores tiempos le esperan a
nuestro puerto. Más limpio, más iluminado, más ordenado..., después vendrá la
obra producto de las gestiones del presidente municipal.
IV. Es de llamar la
atención que quien habiendo sido síndico municipal, se atreva a afirmar:
"... ya que sus tontos Regidores le aprueban hasta lo más
inverosímil", aún más "Y 'pior' tantito, sus idiotas Regidores, con
todo respeto...", porque las dos afirmaciones anteriores sólo muestran una
total y absoluta falta de respeto a los miembros del Ayuntamiento, incluyendo a
los ediles de su propio partido.
En este sentido, es
preciso acudir al ámbito nacional, cuando los dirigentes del PAN y del PRD se
han sumado al Pacto por México. Sin dejar de ser oposición, con una madurez
admirable han antepuesto el interés de la nación, sobre el partidista.
En Guaymas, sin
dejar de hacer una crítica puntual sobre la actuación de los funcionarios y del
propio presidente municipal, los regidores, incluyendo a lo de oposición, han
asumido con mucha madurez y responsabilidad, la premisa que primero está
Guaymas, antes que los intereses de sus propios partidos, y con esta actitud
valiente, honran a las organizaciones políticas a las que pertenecen.
V. Otra coincidencia
con el Sr. Samaniego, es la afirmación: "Guaymas no merece tres años más
de atraso", que es un reconocimiento explícito al desastre de la anterior
Administración, por cierto, emanada del mismo partido de mi querido Santiago.
Claro que no merece
más atraso, por eso Otto Claussen está haciendo lo que su convicción y su
compromiso le indican: transformar Guaymas, darle un nuevo rumbo, avanzar hacia
el municipio que sus habitantes quieren y exigen: un Guaymas de progreso y de
mejor nivel de vida para su habitantes.
VI. Me es
indispensable manifestar públicamente el afecto que le tengo a Santiago y lo
valioso de su amistad. Aún en trincheras distintas y en posiciones políticas
incluso antagónicas, hemos y habremos de fortalecer nuestro respeto y cariño.
Atentamente
El Pilo
Gaspar
(Cartas al Director / Dossier Politico/2013-03-23)
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