Agencias/Zócalo
Tijuana, B.C.- Lo
primero que se viene a la mente mientras se intenta llegar a Lomas Taurinas es
“¿a quién se le ocurrió traer a un candidato presidencial aquí?”, pregunta que
desde antes del asesinato de Luis Donaldo Colosio y hasta la fecha muchos se hacen
sin encontrar una respuesta lógica.
Lomas Taurinas es
una colonia popular densamente habitada del municipio de Tijuana. Es cierto, el
contacto con la gente del barrio es realmente cercano, pero no cumple con
medidas elementales de seguridad y criterios de facilidad de acceso. Esto se ha
dicho desde hace 19 años, cuando fue asesinado el entonces candidato
presidencial del PRI.
EL DISCURSO DE COLOSIO EL 6 DE MARZO DE 1994.
El 23 de marzo de
1994 ya estaban en auge las campañas por la Presidencia de la República. A
usanza de los tiempos, el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari había
elegido como su sucesor al secretario de Desarrollo Social, Luis Donaldo
Colosio, quien antes ya había sido dirigente nacional del partido.
Colosio contendía
contra Diego Fernández de Cevallos del PAN y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano del
PRD, en un México donde ya se había logrado la alternancia a nivel estatal y
poco a poco el PRI perdía curules en la Cámara de Diputados y escaños en el
Senado, a manos de los partidos opositores al régimen tricolor.
El electorado y la
prensa ya hacían constantes críticas al sistema de gobierno que llevaba
entonces 65 años. Además, el 1 de enero de ese año se levantó en armas el
Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), movimiento armado que
pretendía reivindicar los derechos de los pueblos indígenas y abatir su
marginación.
COLOSIO: CRIMEN POLITICO
Ante esto, el
candidato priista decidió romper con el discurso de continuidad, y hablar de
manera más cercana sobre las preocupaciones y en el lenguaje de la gente.
El político
originario de Sonora comenzó a hablar de temas y diagnósticos poco favorables
al status quo. Si bien era el abanderado del partido en el gobierno, el tono de
sus discursos resultó incómodo para algunos sectores del PRI que sentían
amenazados sus intereses, y los medios destacaban que parecía un tercer
opositor al gobierno del presidente Salinas de Gortari.
El desmarque de
Colosio de las políticas, tonos e intereses de Salinas de Gortari alcanzó su
punto más álgido el 6 de marzo de 1994, cuando dio un discurso que trascendió
por su tono renovador, pronunciado durante la celebración del 65 aniversario
del Partido Revolucionario Institucional, en el Monumento a la Revolución de la
capital del país.
Colosio Murrieta
dijo que el pueblo de México estaba sumido en el agravio y la desigualdad, lo
que para muchos fue la firma de su sentencia de muerte, sin que esa hipótesis
–la del magnicidio orquestado desde el Gobierno federal– se haya podido
comprobar.
COLOSIO: CRIMEN POLITICO
“Veo un México de
comunidades indígenas que no pueden esperar más a las exigencias de justicia,
de dignidad y de progreso; de comunidades indígenas que tienen la gran
fortaleza de su cohesión, de su cultura y que están dispuestos a creer, a
participar, a construir nuevos horizontes.
“Veo un México con
hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada por las distorsiones
que imponen a la ley quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres
afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas
gubernamentales”, dijo el sonorense. Se entendió que las políticas llevadas
hasta entonces por el gobierno emanado de su partido eran las responsables de
las malas condiciones del país.
Dos semanas después,
el PRI llevaba a su candidato a hacer campaña a Baja California, un punto clave
porque es el primer estado donde un partido distinto al PRI ganaba la
gubernatura. De acuerdo con los hombres cercanos a la campaña de Colosio, el
propio candidato gustaba de hacer actos donde el intercambio con la gente se
diera de manera más directa.
COLOSIO: CRIMEN POLITICO
La gira por Baja
California comenzaba en una colonia formada por un asentamiento irregular:
Lomas Taurinas. Al terminar el mitin que se realizó ahí, Luis Donaldo intentó atravesar en medio de
una multitud que se aglutinaba en la angosta calle para llegar hasta su
vehículo a pie, y dado que había pedido que no se exagerara en las medidas de
seguridad para su persona, y que de hecho no se había dispuesto un operativo,
el amontonamiento se salió de control.
Abriéndose paso a
empujones entre la gente, mientras “La Culebra”, canción de ritmo quebradita de
la Banda Machos, sonaba a todo volumen en el sonido local, un brazo empuñando
una pistola salió de entre la multitud para colocar el cañón del arma en la
sien del candidato y disparar a quemarropa. Mientras Luis Donaldo Colosio caía
abatido, se escuchó otro disparo, que le impactó en el costado.
Los gritos y la
confusión llegaron de inmediato. El candidato fue trasladado a una clínica de
salud cercana en un auto no oficial, mientras agentes de seguridad vestidos de
civil aprehendieron al principal sospechoso y lo presentaron ante las
autoridades.
COLOSIO: CRIMEN POLITICO
La especulación y
las sospechas se encendieron como reguero de pólvora. La sociedad y los medios
no reconocían al sospechoso. Decían que el que se había aprehendido había sido
uno y el presentado en televisión, limpio, afeitado y con pelo corto era otro,
y que en todo caso ese hombre sólo era el autor material, exigiendo una
investigación que llegara hasta el autor intelectual de alto nivel.
En la noche del
mismo 23 de marzo, los médicos que atendieron a Luis Donaldo Colosio informaron
de su muerte. El magnicidio que marcaría el panorama político del país había
ocurrido.
Cuatro fiscales
especiales se comprometieron, durante varios años, a llegar a la verdad del
asunto, pero la única hipótesis que pudieron sostener fue la del asesino
solitario; la versión que la sociedad no aceptaba creer.
A Colosio lo
sucedería Ernesto Zedillo Ponce de León, quien fungiera como su coordinador de
campaña, y que al final ganó la presidencia para el periodo 1994-2000.
COLOSIO: CRIMEN POLITICO
RECUERDO VIVO UNA VEZ AL AÑO
Lomas Taurinas es un
conjunto de laderas, barrancos y desniveles.
Para llegar ahí, uno
debe dirigirse hacia la frontera con Estados Unidos, una de las más densas del
mundo, por la que más de 50 mil personas cruzan diario para estudiar, trabajar
o hacer comercio. Luego, hay que seguir hacia el aeropuerto por una calle que
un mapa mostraría como el filo entre los dos países.
Personas, la mayoría
hombres, esperan sentadas o de pie la oportunidad para brincarse la barda que
separa a Tijuana de San Diego, mientras una patrulla de la Policía estatal
transita del lado mexicano sin que los agentes hagan algo por disuadir a los
indocumentados. Esto se ve todos los días.
En el camino, un
tianguis irrumpe en la calle. El mercado informal, donde se vende de todo, se
asienta justo atrás de las oficinas del Sistema de Administración Tributaria
(SAT) de Tijuana, otra de las muchas paradojas de esta urbe.
Poco a poco se da
uno cuenta de que está en lo alto de una colina, porque de repente, entre una
casa y otra, se pueden ver barrancos llenos de casitas. Las calles que
seccionan en cuadras esa colonia son rampas muy empinadas para subir o bajar de
las “lomas”.
Muy cerca del punto
donde Luis Donaldo Colosio fue impactado por dos balazos, está la base número
12 de la Fuerza Aérea Mexicana. Un parque con la reliquia de un avión sirve de
recreo para niños de la zona.
COLOSIO: CRIMEN POLITICO
La colonia, ahora
pavimentada y aprovechada hasta el último centímetro para casas o locales,
también tiene parques que hoy lucen muy bien cuidados. Las calles son angostas,
más porque de cada lado de la acera hay coches estacionados. La velocidad para
transitar es obligadamente lenta por lo abrupto de las pendientes.
Subir y bajar por
esas calles-rampa permite ver un paisaje urbano saturado, pobre pero pujante.
Lomas Taurinas ha cambiado y crecido en 19 años. Le han pavimentado las calles
y construido parques, escuelas, clínicas y bibliotecas municipales, aunque a veces
no están abiertas.
En medio de la calle
Cuauhtémoc se ve la Plaza de la Unidad y la Esperanza, mejor ubicada por los
pobladores como “donde mataron a Colosio”.
Frente a ella hay casas, una farmacia llamada Lomas Taurinas y una
carnicería que prefirió sólo llamarse Lomas.
La Plaza de la
Unidad y la Esperanza tiene una estatua de Luis Donaldo Colosio en un pedestal,
la construcción –aún en obra negra– del “Centro comunitario Diana Laura Riojas
de Colosio” (viuda de Colosio), y una biblioteca municipal llamada “Luis
Donaldo Colosio Murrieta”. “Antes abría con regularidad, pero ahora la señora
que la atiende abre sólo de vez en cuando”, relata el encargado de la
carnicería.
La plaza también
tiene un par de baños públicos que “a veces funcionan”, y un espacio con
columpios y juegos infantiles al aire libre.
El homicidio de
Colosio dio visibilidad a Lomas Taurinas, y se la sigue dando cada marzo. Hoy,
como cada aniversario, trabajadores del Municipio se encargan de recoger
basura, pintar sobre los grafitis que estuvieron durante todo un año
estropeando el paisaje urbano, volver a poner las letras de metal que fueron
arrancadas, resanar los escalones, limpiar la estatua, tapar los baches de
banquetas y calles, pintar cada detalle, para recibir el homenaje conmemorativo
que se le hace al ex candidato presidencial.
“Es una pena
decirlo, qué mal que haya pasado aquí el asesinato de ese hombre, pero si lo ve
una a la larga, nos ha beneficiado. No mucho, pero algo es algo”, dice una de
las vecinas de la zona que fue a recoger a sus hijos a la escuela Francisco
Zarco, que colinda con la plaza.
Don Jacinto, un
hombre de edad que se sienta frecuentemente en una de las bancas de la plaza
para pasar el rato, sentencia: “mientras se recuerde a Colosio, aunque sea cada
23 de marzo, se acordarán de Lomas Taurinas”.
El albañil que
remoza la estatua de Luis Dolando Colosio dice desde donde está encaramado: “La
tenían medio abandonada, pero ya llegamos a arreglarla para que esté limpia
para el evento. Aunque sea una vez al año, ¿no?”.
La gente está
cansada de contar lo del asesinato. Apenas ven un reportero llegar en los días
cercanos al aniversario y dicen: “yo no estaba aquí entonces, yo llegué
después”, o “la que sabe es doña Yolanda, que vive hasta arriba”, y así se acumulan
las evasivas.
Doña Yolanda es una
de las lideresas priistas de la zona. Estuvo en el mitin y ha dado su versión
de los hechos a diferentes medios; la última referencia es el documental “El
Caso Colosio” de Discovery Channel.
Los vecinos del
lugar se enteran que habrá homenaje y que tendrán cerca a las autoridades (con
las correspondientes molestias del caso: calles cerradas y cordones de
seguridad), si ven que la plaza comienza a ser arreglada días antes del 23 del
tercer mes del año. “Cuando la ciudad es gobernada por el PRI, es más seguro
que vengan”, reconocen los habitantes del barrio.
LUIS DONALDO... ¿QUIÉN?
De la misma manera
en que los vecinos más próximos del lugar ya no son los colonos que aquella vez
estuvieron en el mitin, una generación nueva de electores no tiene tan presente
la figura de Colosio porque eran muy niños o todavía no nacían cuando el
político murió.
El dirigente del
Frente Juvenil Revolucionario, el diputado federal Alejandro Canek Vázquez
Góngora, sabe que esa brecha generacional existe. Ante ello, se ha decidido a
traer a la memoria de los mayores la visión de país de Luis Donaldo Colosio
Murrieta, igual que colocarla en el mapa ideológico de los más jóvenes.
Se está preparando
un video que circulará en redes sociales en el que se recuperan frases
memorables del político sonorense, para hacer un “diagnóstico del país y
vislumbrar los cambios que hay que hacer”.
“Justo por ese nuevo
electorado es que hemos decidimos utilizar las redes sociales, Internet, las
nuevas tecnologías para explicar quién era Luis Donaldo Colosio”, dice el
legislador en entrevista.
Vázquez Góngora
afirma que para los priistas, el asesinato de Colosio aún es indignante.
“El homenaje que le
hacemos a Luis Donaldo Colosio año con año no es un asunto con tintes solamente
electorales, si bien no podemos ser ajenos a que estamos inmersos en un proceso
electoral, este aniversario nos indigna año con año porque sigue siendo un
asesinato que no se ha resuelto a plenitud. Todavía quedan muchas dudas para
los mexicanos, y eso habla de que tenemos un país donde todavía el sistema de
procuración de justicia no es el que quisiéramos”, lamenta.
Aunque el caso
Colosio ya fue cerrado, aceptando la hipótesis del asesino solitario en la que
Mario Aburto disparó dos veces contra el priista. Ahora, purga una condena de
45 años de prisión.
La vigencia de
Colosio y sus ideas, según el diputado, radica en que los problemas que
diagnosticó en 1994 son los mismos que los que ahora ve el PRI.
“Sólo que ahora las
desigualdades son mayores”, apunta Vázquez, quien confía en que el ahora
presidente Enrique Peña Nieto, sabrá retomar las buenas ideas de Colosio para
su proyecto de nación.
‘MI VENGANZA SERÁ LA PAZ Y EL PERDÓN’
Ernesto Acosta Sosa
/ Enviado | San Juan de Sabinas.- “Yo quiero ser presidenta”. Así lo confiaba
Diana Laura Riojas Reyes, esposa de Luis Donaldo Colosio, a sus seres queridos,
en su etapa de juventud.
El destino y el amor
la llevaron a compartir su vida con Colosio Murrieta, asesinado el 23 de marzo
de 1994 en la colonia Lomas Taurinas, en Tijuana, al terminar su discurso como
candidato del PRI a la Presidencia de la República.
Meses después, el 18
de noviembre del mismo año, el cáncer de páncreas terminó con la existencia de
Diana Laura, dejando huérfanos a los pequeños Luis Donaldo y Mariana.
Dos vidas, dos
destinos unidos. Sueños interrumpidos por el infortunio. Dos modelos de
sencillez, humildad, perseverancia y lucha para los mexicanos.
“Si ella no hubiera
estado enferma, sí hubiera llegado a ser presidenta”, asegura Cristina Idalia
Jiménez Reyes, prima de Diana Laura.
“Recuerdo mucho
cuando Donaldo falleció y el discurso que ella dio el día que lo sepultaron –el
25 de marzo–. Me acuerdo que salió en el periódico una caricatura de ella con
un mapa de México y la bolsa abierta, o sea, donde ella se había echado México
a la bolsa por su gran valentía... ¿qué hubiera sido de México si no hubiera
pasado? De seguro han de llevar una buena presidencia los dos allá en el
cielo”.
Refiere que el dolor
y el llanto no la doblegaron. Leyó con entereza. “Todo mundo admiramos esa
fortaleza, aunque se quedaba en ratitos callada por el nudo en la garganta,
ella dijo todo lo que tenía preparado para decir”.
Guarda su recuerdo
con amor entrañable y profundo respeto. Disfrutaron los juegos de niñas y los
sueños de juventud.
Diana Laura nació en
el hospital viejo de Nueva Rosita, hoy convertido en asilo de ancianos y vivió
en Monterrey, sin embargo, procuraba visitar a sus familiares en vacaciones
largas y en Navidad, por los lazos afectuosos.
“Ella desde
adolescente siempre decía que iba a ser presidenta de México, no lo logró, pero
estaba a punto de, lástima que truncaron la vida, tanto de Luis Donaldo y ella
con su enfermedad no pudo seguir adelante, pero tenía muchos planes de mucho
provecho para México.
“Ella, como Luis Donaldo,
amaba al país; sabían qué es lo que podían explotar de cada estado para tener
más fuentes de trabajo”. Ambos poseían una biblioteca muy extensa en su casa y
tenían identificadas las necesidades de cada entidad. “Era una mujer muy
activa, muy emprendedora, muy caritativa, muy amorosa. Fue una gran mujer, no
porque haya sido mi prima, no porque haya fallecido, pero es un ejemplo a
seguir”.
“Siempre estuvo
estudiando. Era licenciada en Administración de Empresas, luego de Economía,
siempre quería salir adelante”. Pese a su capacidad académica, era sencilla en
su manera de ser y vestir. Acostumbrada a vestir en pants, como para pasar
inadvertida y no ser tomada en cuenta, para que los demás no supieran la
personalidad que tenía.
SU DESEO DE SER PRESIDENTA
“Creo que ya lo
traía en la sangre, porque mucho antes que conociera a Luis Donaldo, ni llevara
una trayectoria política, ella siempre, desde los 17, 18 años, decía que iba a
ser presidenta de México, era el amor al país, a veces no tienes las posibilidades
y no puedes sacar adelante tu deseo.
“Ella se preocupaba
mucho por los niños enfermos, de capacidades diferentes, por los ancianos, por
la pobreza, se mortificaba mucho por eso. De hecho, desde el anonimato, ayudó a
mucha gente discapacitada”.
Por su espíritu
solidario y altruista, se angustiaba por la situación de la ganadería, la
agricultura, la explotación del carbón y la falta de empleo. Para enfrentar las
adversidades de la vida, solía expresar “¡duro! ¡duro! ¡dale para adelante!”,
para animar a los demás y ella misma.
SU RELACIÓN CON COLOSIO
“Estaban de acuerdo
en muchas cosas, sobre todo en los ideales, los dos pensaban igual, fue una
pareja muy amorosa, se preocupaba mucho el uno por el otro. De hecho, pienso
que el asesinato de Luis Donaldo fue lo que ocasionó que se le apresurara su
enfermedad y su muerte”.
La angustia de Diana
Laura surgió desde el embarazo de la pequeña Mariana. Aunque todavía no le
detectaban el cáncer, los médicos le advirtieron que el embarazo era peligroso
al encontrarle problemas en el hígado. “Por eso el nombre de Mariana, porque se
la prometió a la Virgen María y, ya ves, todo muy bien. Hasta ahora es una gran
señorita muy hermosa”.
Después del
asesinato de Luis Donaldo Colosio, vivía angustiada por el futuro de sus hijos,
porque para entonces ya sabía la gravedad de la enfermedad. “Se preocupaba por
el porvenir de sus hijos, por un futuro que para ellos fuera provechoso y que
no tuvieran dificultades para salir adelante”. Fue una mujer que se preparó
académicamente y se daba tiempo para montar pequeñas obras de teatro que
presentaban en familia.
“Ya para cuando
llegaba con vestuario y todo, nosotros ya nos sabíamos todo y ensayábamos.
Luego, sentábamos a nuestros papás, a nuestros abuelos, y todos los sobrinos,
nietos, hacíamos la obra de teatro”.
La esposa de Luis
Donaldo era una persona muy religiosa, muy creyente. En la familia Riojas desde
pequeños se les inculcaba el amor a Dios, a la Virgen María y a los semejantes.
“La verdad es que todavía se le extraña porque fue una gran mujer en todos los
aspectos, como madre, esposa, hija, prima, nieta, en todo estaba siempre al
pendiente de todos. Con Diana Laura todo fue alegría, era una mujer muy
simpática, siempre preocupada por que nos la pasáramos bien en el momento en
que estaba con nosotros”.
Además de disfrutar
a la familia, también le encantaba la comida mexicana, en especial los chiles
en nogada, al igual que a Luis Donaldo, además de la fruta. En música, el gusto
era variado: clásica, baladas, internacional, rock, disco y todo el estilo mexicano.
LA POSTULACIÓN DE LUIS DONALDO
La felicidad y la
emoción llenaron a toda la familia cuando Colosio fue postulado como
precandidato del PRI a la Presidencia de México y después cuando fue ratificado
como candidato. “Ella estaba muy gustosa. A toda la familia nos dio mucho gusto
porque en realidad era lo que querían. Me acuerdo que estábamos en Monterrey y
festejábamos que él había sido seleccionado como candidato”.
¿QUÉ ADMIRABA ELLA DE COLOSIO?
“Todo, estaba súper
enamorada de él, todo le admiró. Siempre estuvo bien enamorada de su marido,
estuvo orgullosa de él, nunca jamás escuchamos un comentario negativo de Luis
Donaldo, ni que algo no le gustara de él, estaba súper entregada, hablaba
maravillas de su marido”.
Después de lo
ocurrido la tarde del 23 de marzo en Lomas Taurinas la tristeza se apoderó de
Diana Laura, pero no expresó sospechas ni señalamientos hacia algún grupo o
persona en particular.
Ya en la etapa final
de su vida, su temor y preocupación era por los pequeños Luis Donaldo y Mariana.
A los familiares más cercanos les encargó cuidar de ellos, que no les faltara
nada para salir adelante por sí solos.
(ZOCALO/ Agencias/ 23/03/2013 - 05:05 AM)
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