domingo, 13 de enero de 2013

"EL CHAPO" Y LOS "ZETAS" SE PELEAN POR EL CONTROL DE GUATEMALA




Agencias
Ciudad de Guatemala.- Dos cárteles mexicanos libran en Guatemala una guerra por el control de las rutas de la droga hacia el norte y han penetrado las instituciones del Estado, reconoció el presidente Otto Pérez Molina, al destacar de su primer año de gobierno la búsqueda de estrategias contra la violencia.

Pérez Molina comentó que Los Zetas, el más sanguinario de los grupos criminales mexicanos, dominan dos de las tres rutas más importantes del trasiego ilegal de drogas en la región y disputan la tercera al cártel de Sinaloa, de Joaquín El Chapo Guzmán, el capo más buscado.

Ambas organizaciones criminales actúan en alianza con grupos locales de narcotraficantes desde hace varios años, explicó.

“Los trabajos de inteligencia han determinado que continúa la expansión de cárteles mexicanos a territorio guatemalteco (...) les interesa la ruta donde ellos se van a desplazar (...) penetrar instituciones, como las comisarías de la policía, fiscales o jueces.”

Los Zetas controlan la ruta del norte, en el departamento de Petén, fronterizo con México, y la de la franja transversal centro-norte, que incluye los departamentos de Quiché, Huehuetenango —también limítrofes—, Alta Verapaz y Zacapa, junto con agrupaciones locales.

En la tercera y disputada vía del Pacífico, en el sur de Guatemala, opera el cártel de Sinaloa con organizaciones locales.

Como ejemplo de la disputa territorial, Pérez Molina citó informes de inteligencia que señalan que el pasado 23 de diciembre fueron asesinadas e incineradas siete personas, incluida una fiscal, en un municipio de Huehuetenango, cercano a la frontera con México.

Guatemala comparte con México casi mil kilómetros de frontera, gran parte de ella selvática, la cual escasamente vigilada por las fuerzas de seguridad de ambos países y permeada por cientos de pasos ilegales.

Kaibiles y maras

Los Zetas, que incursionaron en Guatemala en 2008 y dominan el vasto departamento de Petén, reclutaron a militares guatemaltecos retirados del grupo de élite contrainsurgente, los kaibiles.

“A los kaibiles los buscaron porque Los Zetas se conformaron con ex militares de México (en la década de 1990) y encontraron ahí no sólo una preparación (sino también) disciplina y un entrenamiento militar que les podía ayudar a las actividades ilícitas”, explicó el presidente, también militar retirado con grado de general y experto en contrainsurgencia.

Otto Pérez afirma que, según la inteligencia guatemalteca, miembros de las violentas pandillas Mara 18 y Mara Salvatrucha, activas también en El Salvador y Honduras, colaboran con los cárteles mexicanos en trabajos específicos, aunque no son su brazo armado en Guatemala.

“Las maras son utilizadas en algunas actividades que interesan a narcotraficantes, como robo de vehículos, sicariato o narcomenudeo, pero una participación directa o un brazo armado no lo tenemos a la vista o confirmado”, expresó.

Polémica despenalización

Pérez Molina, quien prometió enfrentar con “mano dura” a la delincuencia, lanzó una sorpresiva y polémica propuesta poco después de asumir el poder el 14 de enero de 2012, para despenalizar las drogas como alternativa a lo que consideró el “fracaso” de la guerra frontal antidrogas impulsada por Estados Unidos.

El mandatario asegura que la guerra entre cárteles es un grave riesgo para la estabilidad del país y que casi 50% de las cinco mil 500 muertes perpetradas cada año en Guatemala tienen relación con el narcotráfico.

Muestra del fracaso, señala, es que el crimen organizado convirtió a Centroamérica —trampolín, junto con México, por donde pasa 90% de la cocaína enviada a Estados Unidos—, en la zona sin conflicto armado más violenta del mundo, según la ONU.

“Cuarenta años después de la prohibición y de haber declarado la guerra a los narcotraficantes, los resultados no son los buscados. Al contrario, hemos visto cómo han crecido esos grupos y se han extendido a otras actividades, como secuestro, sicariato y extorsiones”, lamentó.

Acusó que se ha incrementado el flujo de “armas de fuego del norte hacia Guatemala y Centroamérica. Éstos no son los resultados que buscamos”.

Afirma que la lucha antidrogas no se ganará mientras exista un alto nivel de demanda como el de Estados Unidos, principal consumidor mundial de cocaína.

“Cada gramo de cocaína consumida en Estados Unidos (...) ha dejado una estela y un camino de muerte, destrucción y corrupción, al minar las instituciones en nuestros países”, enfatizó.

Aunque su propuesta de despenalización fue rechazada enseguida por Washington y otros países de la región, consideró que la búsqueda de alternativas será abordada en la próxima asamblea general de la Organización de Estados Americanos en julio en Antigua, Guatemala.

El Diario de Chihuahua
DIARIO DE CHIHUAHUA/ AGENCIAS | 13 de Enero del 2013 | 08:34 hrs

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