Agencia Reforma
Roma, Italia - La crisis que golpea a los países de la Unión Europea se cobró otra víctima inesperada: los Juegos Olímpicos.
El anuncio, hecho por el primer ministro italiano, Mario Monti, es que Italia no va a respaldar económicamente la candidatura de Roma como anfitriona de los Juegos Olímpicos de 2020, como ya han hecho Doha, Madrid, Estambul y Tokio.
Con ello, Roma se queda fuera de la carrera.
Tras un día de rumores y desmentidas, Monti explicó que
la decisión se tomó debido a que Italia se encuentra en una delicada fase de
saneamiento de sus cuentas públicas y no es posible exigir más sacrificios a la
población.
"Llegamos a la conclusión unánime de que la actual condición de
Italia el Gobierno no se siente capaz de asumir el compromiso de ofrecer
garantías (financieras) necesarias para organizar los Juegos", declaró Monti
tras una reunión de gabinete.
"Nuestro gobierno fue llamado en una situación de
emergencia y le ha exigido importantes sacrificios a la población", dijo el
también ex asesor de Goldman Sachs.
Con lo cual, agregó, es necesario evitar
tomar decisiones que pesen sobre quien gobierne en el futuro o que puedan "poner
en discusión las finalidades del plan de saneamiento financiero (de las cuentas
públicas) del país".
En la actualidad, el Parlamento italiano está debatiendo
sobre el su segundo paquete para relanzar las finanzas del país, el que apunta a
liberalizar sectores claves de la economía, y las resistencias no son pocas. El
conjunto de las fuerzas políticas ha presentado un total de 2.299 enmiendas.
En la actualidad, el Parlamento italiano está debatiendo
sobre el su segundo paquete para relanzar las finanzas del país, el que apunta a
liberalizar sectores claves de la economía, y las resistencias no son pocas.
El
conjunto de las fuerzas políticas ha presentado un total de 2.299 enmiendas.
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