CIUDAD DE MÉXICO, 13 de febrero.- La Secretaría de Marina (Semar)
tiene evidencia de que los principales líderes y operadores de la organización
delictiva de Los Zetas han modificado sus patrones de vida y que en la
actualidad han montado sus viviendas en tráileres, tractocamiones o camionetas,
para tener la mayor movilidad posible y evitar ser detenidos por las Fuerzas
Armadas o detectados por grupos rivales.
De acuerdo con funcionarios de la institución,
los narcotraficantes, principalmente Los Zetas, ya no adquieren propiedades y ya
no establecen su residencia en grandes mansiones, como lo hacían anteriormente;
ahora adaptan diversos vehículos para pernoctar y satisfacer sus necesidades
físicas más primarias, lo que provoca que muchos de ellos vivan en "condiciones
deplorables".
Escondido en un corralón
Raúl Lucio Hernández Lechuga El Z16, también
conocido como El Lucky, uno de los fundadores del cártel de Los Zetas, fue
capturado en diciembre del año pasado en Córdoba, Veracruz.
De acuerdo con declaraciones del personal naval
que participó en la aprehensión del presunto narcotraficante, y que están
reflejadas en las averiguaciones previas de la Procuraduría General de la
República (PGR), El Lucky vivía en un tráiler sin tener servicios sanitarios ni
las condiciones mínimas de higiene para vivir; incluso, se indica que esta
persona no se bañaba para evitar ser detectado por las autoridades o por sus
rivales, "por lo que podía pasar meses sin asearse".
Las declaraciones de El Lucky ante la PGR, su detención se realizó en el
tráiler donde vivía, estacionado en las sombras de un corralón, y el cual fue
habilitado como "cámper" para distraer a las autoridades.
Tras la captura de esa persona señalada como
peligrosa —una de las 37 más buscadas en México desde finales de los años 90—,
sobre la carretera México–Veracruz, funcionarios de la Semar indicaron que
Hernández Lechuga estaba "dentro de una caja del tráiler, dormía en un sillón
deteriorado, viejo y con profusa suciedad, es decir, en condiciones de total
insalubridad".
El Lucky mantenía un elevado rango dentro de la
organización de Los Zetas. La Armada de México señala que esta persona respondía
de manera directa a las órdenes de líder de ese cártel, Heriberto Lazcano
Lazcano El Lazca.
Contrario a lo que ocurría en la etapa en la que
Los Zetas se desempeñaban como brazo ejecutor del cártel del Golfo, cuando
gozaban de enormes ganancias que les ayudaban a adquirir diversos inmuebles en
los que podían fácilmente esconderse, en la actualidad, a pesar de las ganancias
y del dinero que pueden poseer, tienen que vivir con una gran movilidad para
evitar ser capturados o asesinados, lo que significa una gran merma en la
estructura operativa de la organización.
Carecen de servicios básicos
Otro caso es el de Martín Omar Estrada Luna El
Kilo, jefe operativo de Los Zetas en San Fernando, Tamaulipas, capturado el 16
de abril de 2011, por personal de Infantería de Marina, el cual, al momento de
ser aprehendido, se encontraba en el interior de una casa de seguridad, debajo
de una cama, en pleno llanto, según se establece en actas oficiales.
El Kilo es señalado responsable de haber ordenado
la muerte de 72 migrantes en agosto de 2010, y de ser el autor intelectual de,
por lo menos, otros 150 homicidios.
La casa de seguridad ubicada en la colonia Vamos
Tamaulipas, fraccionamiento Peregrinos, donde fue detenido, carecía de servicios
primarios, apenas había una cama, ésta y un sillón formaban parte del mobiliario
del lugar donde se escondió por más de dos años.
Al igual que El Z 16, El Kilo vivía todos los
días en distintos lugares y a diferentes horas para evitar ser detectado.
Se establece que El Kilo apenas se cambiaba de
ropa dos o tres veces por mes.
Otro caso similar es el de Ezequiel Cárdenas
Guillén Tony Tormenta, líder del cártel del Golfo, abatido en noviembre de 2010,
quien debido a su movilidad tras su rompimiento con Los Zetas, vivía en
condiciones deplorables.
Abatidos y capturados en la opulencia
El modo de vida de jefes de la droga comienza a
cambiar al dejar atrás las grandes mansiones que usaban como escondite. Éstos
son algunos casos de capos detenidos en residencias de lujo.
16 de diciembre de 2009
Arturo Beltrán Leyva El Barbas, entonces jefe del
grupo de narcotraficantes de los hermanos Beltrán Leyva, fue abatido en un
operativo de la Marina en un departamento de lujo del exclusivo fraccionamiento
Altitude, en Cuernavaca, Morelos. Días antes escapó de un operativo para
capturarlo, realizado en una residencia en Tepoztlán.
29 de julio de 2010
Ignacio Nacho Coronel, uno de los líderes del
cártel de Sinaloa, fue abatido durante un operativo del Ejército en un
fraccionamiento de Zapopan, Jalisco.
12 de septiembre de 2010
Sergio Villarreal Barragán, operador del
grupo de narcotraficantes de los hermanos Beltrán Leyva, fue capturado en un
operativo de la Marina en el fraccionamiento residencial Puerta de Hierro, en la
ciudad de Puebla, Puebla.
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