Al menos 16 personas, cuatro de ellas civiles, y 14 elementos operativos, entre militares y policías, han muerto durante los últimos dos años en México, víctimas de minas terrestres sembradas por narcotraficantes en los estados de Michoacán y Jalisco. Durante el mismo periodo resultaron lesionados más de 100 individuos y varias cabezas de ganado se perdieron producto de las explosiones de los artefactos, algunos de ellos tecnificados y otros de fabricación casera.
A este recuento realizado por ZETA se unen las
agresiones entre grupos de la delincuencia organizada y en contra de las
Fuerzas Armadas, con drones que arrojan explosivos, pero que, a decir de las
propias autoridades castrenses, no han pasado a mayores de causar daños en
fincas y vehículos. Aunque las agresiones han arrojado saldos mortales en las
entidades señaladas, Guanajuato, Chiapas y Guerrero no escapan de estas
prácticas narcoterroristas, lo que ha llevado a la Secretaría de la Defensa
Nacional (Sedena) a plantear la adquisición de tecnología para “contrarrestar”
los ataques con por parte del narcotráfico.
El 8 de marzo último, durante la conferencia de
prensa matutina presidencial que se realizó en Morelia, Michoacán, el general
Luis Crescencio Sandoval González, titular de la Sedena, afirmó que es en ese
estado donde se incrementaron los ataques con drones, así como el uso de
artefactos explosivos improvisados.
“Es el mayor número aquí. También el uso de
artefactos explosivos improvisados. También aquí, en el estado. Si mal no
recuerdo, como 980 artefactos explosivos se han asegurado”, declaró el
divisionario.
Basta con observar los acontecimientos de los dos
años recientes para advertir que en Michoacán se tiene el registro de siete
estallidos de minas terrestres en municipios como Apatzingán, Tepalcatepec y
Tumbiscatío; mientras que en Jalisco se cuenta con dos sucesos explosivos, en
los municipios de Tlajomulco de Zúñiga y Santa María del Oro, con el saldo
mortal antes reseñado. En ambas entidades se vive una guerra a muerte entre
integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación y Cárteles Unidos (Los Caballeros
Templarios, el Cártel de Tepeque y Los Viagra).
En días recientes se dio a conocer la explosión de
una mina sembrada en el municipio de Apatzingán, Michoacán, luego de que una
unidad del Ejército mexicano pasó por un camino de terracería que conduce a la
comunidad de Los Llanos. Este incidente dejó a cuatro elementos lesionados que
tuvieron que ser hospitalizados en Guanajuato.
Por su parte, el Gobierno del Estado de Michoacán
también anunció cambios en la estrategia de sus cuerpos de seguridad para
enfrentar a estos grupos del crimen organizado, presuntamente adiestrados por
colombianos, salvadoreños y venezolanos en la fabricación y uso de minas
explosivas. El 11 de marzo, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, anunció la
creación de un grupo policial especializado antibombas para atender los embates
de las diversas facciones criminales con explosivos lanzados con drones y las minas
antipersonales.
Al mes de agosto de 2023, el general secretario
Luis Crescencio Sandoval informó que, hasta esa fecha, en lo que iba de la
actual administración, se habían asegurado dos mil 803 artefactos explosivos
artesanales en 22 entidades, erróneamente conocidos como minas terrestres, los
cuales no explotaron. A ese corte, “estos aparatos explosivos, los que han
logrado explotar, han herido a 77 elementos: 24 militares, 10 elementos de la
Guardia Nacional, 31 policías y 12 civiles”, dijo el titular de la Sedena.
LOS ATENTADOS
Las agresiones más notorias, en las que explosivos
sembrados a baja profundidad o al ras de suelo han causado daños graves o
pérdida de vidas en personal militar, policial o civiles, durante los años más
recientes, iniciaron el 31 de enero de 2022 en Apatzingán, Michoacán, cuando
una de las minas estalló al paso de un convoy de soldados sobre un camino de
terracería.
Uno de los agentes de la milicia resultó lesionado
y el resto del personal aturdido por el fuerte estruendo. El 13 de febrero
siguiente, en la misma municipalidad, un campesino y su hijo quedaron
lesionados al explotar otro de los artefactos enterrados cuando circulaban a
bordo de un automotor.
Cinco días más tarde, tres vacas que se
alimentaban en la ranchería de La Alberca, municipio de Apatzingán, murieron al
explotar otra de estas minas. El 19 de junio de 2023, cuatro elementos del
Ejército Mexicano que transitaban sobre una brecha que conduce a Los Llanos,
Apatzingán, resultaron heridos al explotar una mina antipersonal. Tres de las
víctimas fueron trasladadas vía aérea al hospital militar de Irapuato,
Guanajuato.
Las violentas agresiones en la región propiciaron
en esas fechas el desplazamiento de aproximadamente 800 personas pertenecientes
a seis comunidades, quienes buscaron refugio en la cabecera municipal y en la
parroquia de la localidad de El Rosario.
Uno de los ataques más terribles ocurrió en el
municipio de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, que forma parte de la zona
metropolitana de Guadalajara, donde el 11 de julio de 2023 explotaron
artefactos colocados a nivel de tierra a unas cuadras de la plaza principal
rumbo al cerro, con un saldo fatal de seis personas muertas, tres de ellas
elementos de la Fiscalía Estatal, dos policías municipales y un civil; además
de 12 personas que sufrieron lesiones entre leves y graves, algunas de ellas
también elementos de la corporación de seguridad local. Hubo cuatro detenidos
durante el transcurso de las investigaciones, dos de los cuales han recuperado
su libertad.
Durante 2024 han arreciado las agresiones
explosivas. El 20 de enero ocurrió un evento de estos, en el que militares
fueron emboscados en la comunidad de Zipoco, municipio de Santa María del Oro,
Jalisco. Aunque un soldado
murió durante la activación de un artefacto explosivo terrestre, el hecho se
conoció en redes sociales hasta el 13 de febrero, cuando circuló un video en el
que se observa que algunos vehículos circulan a paso lento y soldados caminan detrás
de las unidades, hasta que de repente se produce una explosión a nivel de
tierra lanzando por los aires a los militares. Autoridades reconocieron la
autenticidad del material y tuvieron que informar del deceso del agente
castrense.
El 21 de enero de este año regresaron los
atentados a Apatzingán, Michoacán, muriendo un cabo durante la activación de un
artefacto explosivo terrestre. El jueves 29 de febrero, autoridades de
Michoacán reportaron la explosión de una mina en los límites de los municipios
de Coalcomán y Tepalcatepec, que tuvo saldo de cuatro soldados muertos y nueve
heridos. Presuntamente los militares verificaban la existencia de un campamento
del narcotráfico cuando pisaron el artefacto. El 5 de marzo, tres campesinos que
viajaban en una camioneta de redilas murieron en el municipio de Tumbiscatío a
causa de otra mina explosiva.
Estos últimos sucesos llevaron a criminales a
defenderse a través de lonas impresas con los llamados narco mensajes, en los
que acusan de los referidos hechos a los grupos criminales de Los Caballeros
Templarios y el Cártel de Tepeque, que encabezan los presuntos narcotraficantes
Homero González “El Gallito”, y Juan José Farías Álvarez “El Abuelo”, quienes
son apoyados para la fabricación, adiestramiento y uso de los explosivos por un
colombiano de apodo “El Roca”, que encabeza a un grupo de sudamericanos tanto
para capacitar a mexicanos como para sembrar minas en el estado de Michoacán.
Las autoridades reconocen la presencia de
extranjeros en la guerra entre narcos y en contra de las fuerzas armadas.
COLOMBIANOS
Autoridades que señalaron que entre los sujetos
que enseñaron a los cárteles mexicanos el uso, fabricación e instalación de
explosivos terrestres o los arrojados por drones, existen migrantes
sudamericanos ilegales en el país, informaron el 8 de octubre de 2023 sobre la
detención de ocho personas de nacionalidad colombiana que presuntamente
integraban una célula criminal de Los Viagra, uno de los grupos delictivos que
conforman la unión de Cárteles Unidos, que lucha en contra del avance del
Cártel Jalisco Nueva Generación en territorio michoacano. La detención ocurrió
en el municipio de Buenavista Tomatlán, en Tierra Caliente.
Los detenidos fueron identificados como Héctor F.,
de 30 años; Onacio A., de 47; Mauricio R., de 42; Jon S., de 18; Richard M., de
49; Luis Antonio T., de 36; Iván Darío R., de 39, y Yiovanny O., de 47;
originarios de ciudades y departamentos como Bucaramanga, Medellín, Villeta
(Cundinamarca), Yopal (Casare), Gibraltar (Santander) y Bogotá. Señalados como
presuntos miembros de una célula narcoterrorista y supuestamente relacionados
con los explosivos arrojados por drones o minas antipersonales, fueron encontrados
en posesión de 16 cargadores y mil 40 cartuchos para armas de fuego de uso
exclusivo del ejército, así como de cuatro artefactos explosivos de fabricación
casera.
Sin embargo, la versión se debilitó tras la propia
puesta a disposición de los individuos ante el Ministerio Público de la
federación, que sólo les pudo imputar los delitos de posesión de cargadores y
posesión de cartuchos para armas de uso exclusivo del Ejército; en el caso de
Onacio, se le atribuyó la portación del arma de fuego, una escuadra 38 súper
bañada en oro.
Ni siquiera fueron imputados por los supuestos
explosivos caseros, pues, al parecer, pericialmente, no se estuvo ante
artefactos que pudiesen tener esa calidad. Tampoco se les señaló de
delincuencia organizada, ni en la carpeta de investigación se les menciona como
miembros de grupo criminal alguno. Fueron vinculados a proceso y se les dictó
prisión preventiva justificada por ser extranjeros.
Elementos de la Guardia Nacional señalaron en su
informe policial homologado que en la fecha de los hechos, realizaban un
recorrido de vigilancia por la referida región cuando observaron a ocho sujetos
frente a un domicilio formando un círculo y en medio de ellos estaba una maleta
tirada. Al ir hacia ellos, huyeron, pero fueron alcanzados y detenidos. Al
llevarlos a donde estaba el equipaje y abrirlo, los militares se percataron de
que contenía cargadores y cartuchos para armas de fuego de diversos calibres y
las cuatro bombas artesanales de metal. Onacio portaba el arma corta fajada a
la cintura.
Durante sus entrevistas, los sudamericanos negaron
los hechos y dijeron que fueron detenidos al interior de una casa de descanso,
donde se encontraban alojados. Los ocho sujetos aseguraron no conocerse, y
mientras que unos de ellos aseguraban ir de paso hacia los Estados Unidos,
otros señalaron haber llegado a Michoacán para trabajar en la cosecha de limón,
cada quien por su cuenta y en distintas fechas. Coincidieron en que en el
pueblo les recomendaron hospedarse en una posada donde había puras personas de
su misma nacionalidad.
El Ministerio Público hizo notar al juez que sus
declaraciones son inverosímiles y que no era coincidencia en que siete de los
ocho admitieran conocer de armas de fuego por haber sido militares o prestado
el servicio militar obligatorio en su país.
TLATOPEC, GUERRERO
Cansados de la violencia y la falta de garantías a
su seguridad y derecho a la vida, habitantes de las comunidades Nuevo Poblado
el Caracol, Acatlán y Tetela del Río, del municipio de Heliodoro Castillo, en
el estado de Guerrero, presentaron una demanda de amparo en contra de diversas
autoridades ante los ataques de drones con explosivos y minas terrestres por
parte de los grupos criminales que operan en esa región ribereña, como Los
Tlacos y sus contras de La Familia Michoacana.
Luego de que en el Juzgado Séptimo de Distrito en
la entidad guerrerense se les negara la suspensión del acto reclamado, y tras
una queja, magistrados del Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal y
Administrativa del Vigésimo Primer Circuito, declararon fundado el reclamo al
decretar de oficio y conceder de plano la suspensión de los actos reclamados
para que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Secretaría de Seguridad
y Protección Ciudadana (SSPC) del Gobierno Federal, así como la Gobernadora del
Estado, la Secretaría de Gobierno y la Secretaría de Seguridad Pública estatal,
y por último, el Ayuntamiento del Municipio de Heliodoro Castillo, atiendan el
grave problema de inseguridad.
AMLO sobre choferes golpeados por criminales en
Acapulco: “Todo lo magnifican” …seguir leyendo
La suspensión otorgada es para que se dicten “en
caso de que no las hubieren dictado, lleven a cabo las medidas que resulten
conducentes, en el ámbito de sus respectivas competencias, para garantizar la
vida y seguridad de los quejosos ante la situación que detallan en la demanda
de amparo, y en consecuencia, el ejercicio pleno de los demás derechos que
estimen violados”.
Los quejosos, 16 pobladores de las comunidades
referidas, cercanas a Tlacotepec, cabecera municipal de Heliodoro Castillo
(sede del Cártel de Los Tlacos), reclamaron en su demanda “La omisión en la
garantía de los derechos de protección, seguridad, bienestar físico y mental,
derecho a la vida, derecho a la integridad personal, dignidad humana, libre
desarrollo de personalidad, libertad de tránsito, seguridad jurídica, derecho
de reunión, libre autonomía, educación, salud, acceso al deporte, alimentación
sana, y seguridad pública” (sic).
Además pidieron la protección de la población
“frente a un estado de cosas inconstitucional, es decir, cuando exista una
evidente violación masiva y reiterada de derechos que se dejan de garantizar,
frente acontecimientos que pueden suscitarse en un estado, como son los
ataques, bombardeos y balaceras, con drones, así como atentados que culminaron
en asesinatos, dirigidos a la población de la región rivereña (sic) del Nuevo
Poblado el Caracol, Acatlán y Tetela del Río del municipio de Heliodoro
Castillo, en el Estado de Guerrero”.
El incidente que concede la suspensión de plano de
los actos reclamados fue notificado al juzgado federal de origen, con
residencia en Chilpancingo de los Bravo, donde se continuará con los trámites
del juicio de amparo y donde se resolverá si se concede o se niega la
suspensión definitiva de los actos reclamados, derivados del temor de los
pobladores a perder la vida por el uso de los artefactos explosivos en sus
diversas modalidades y demás muestras de violencia que se registra en esa
región de Guerrero y del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario