CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La
Montaña de Guerrero sufrió dos desastres naturales en septiembre de 2013 –una
tormenta tropical y un huracán– que sumieron a la población local en una
miseria más profunda de la que ya padecían: 90% es pobre y la mitad enfrenta
pobreza extrema. Medio año después de las tragedias Rosario Robles, titular
entonces de la Sedesol, llegó a hacer promesas de reconstrucción, para la cual
se destinaron fondos federales por más de 40 mil millones de pesos. Pero las
promesas se quedaron en eso. La funcionaria nunca regresó y las empresas
contratadas para reconstruir dejaron todo a medias.
(PROCESO/ PROCESO TV/ MATHIEU TOURLIERE , 6 JULIO,
2018)
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