La máxima responsabilidad del Estado
Mayor Presidencial es cuidar las espaldas del Presidente del país, pero también
se encargan de la seguridad de su familia, de los secretarios de Estado y
candidatos presidenciales, entre otras personas.
También son los responsables de
coordinar la seguridad y logística de aquellas visitas que realicen jefes de
Estado y de Gobierno extranjeros a México.
El experto en seguridad Erubiel Tirado
dijo hoy a EFE que el Estado Mayor nació con el objetivo de que no se
concretase un golpe de Estado en los tiempos posteriores a la Revolución
Mexicana (1910-1920).
Isabel Reviejo
México, 19 de julio (EFE).-
Por más de 70 años, el Estado Mayor se ha encargado de proteger al Presidente
de México; no obstante, el futuro mandatario, Andrés Manuel López Obrador,
considera poner fin a este cuerpo de elite, formado principalmente por
militares y que sólo rinde cuentas al jefe de Estado.
Después de ganar con una
holgada ventaja las elecciones del 1 de julio (en las que acaparó más de 53 por
ciento de los sufragios), el izquierdista confirmó que rechazaría la protección
del Estado Mayor Presidencial, formado en la década de 1940.
“He sostenido que me cuida la
gente y me cuida el pueblo, y el que lucha por la justicia no tiene nada que
temer”, clamó el líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), quien
también afirmó que el Estado Mayor pasaría a integrarse en la Secretaría de la
Defensa (Sedena) como parte de su Plan de Austeridad Republicana.
El Estado Mayor, órgano con
un carácter técnico-militar, está conformado por dos mil 021 personas, de las
cuales 84 por ciento son hombres.
De estos efectivos, mil 586
forman parte de las Fuerzas Armadas -82 por ciento provenientes del Ejército,
nueve por ciento de la Armada y nueve por ciento de la Fuerza Aérea-, 52 son
policías federales y 383 son civiles, los cuales realizan básicamente funciones
administrativas.
Además, cuentan con las
tareas de apoyo de los más de seis mil integrantes de Guardias Presidenciales
del Ejercito y de la Armada.
Su máxima responsabilidad es
cuidar las espaldas del Presidente del país, pero también se encargan de la
seguridad de su familia, de los secretarios de Estado y candidatos
presidenciales, entre otras personas.
También son los responsables
de coordinar la seguridad y logística de aquellas visitas que realicen jefes de
Estado y de Gobierno extranjeros a México.
El experto en seguridad
Erubiel Tirado dijo hoy a EFE que el Estado Mayor nació con el objetivo de que
no se concretase un golpe de Estado en los tiempos posteriores a la Revolución
Mexicana (1910-1920).
Pero con los años no sólo no
desapareció, sino que “adquirió otras funciones y, obviamente, deformaciones”,
así como “claroscuros”, argumenta el coordinador del Diplomado en Seguridad
Nacional, Democracia y Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana.
Por ejemplo, señala Tirado,
existe la teoría de que fueron miembros del Estado Mayor Presidencial los que
dispararon contra el Ejército regular el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de
las Tres Culturas, y así se inició la matanza estudiantil de Tlatelolco.
Asimismo, “se le han dado
atribuciones de espionaje; alguien dirá ‘inteligencia política’, pero son de
espionaje, lo que da otro cariz al desempeño” de este órgano, abunda el
académico.
Los integrantes del Estado
Mayor, en términos de mando, actualmente no responden ante la Sedena o ante las
otras instituciones de las que proceden. Su presupuesto, además, sale de la
partida destinada a Presidencia.
“Son legal, presupuestal y políticamente
irresponsables; es decir, no le responden a nadie más que al presidente”, dice
el catedrático.
El mayor fracaso del Estado
Mayor Presidencial a lo largo de su historia fue el asesinato en marzo de 1994
de Luis Donaldo Colosio, candidato a la Presidencia por el Partido
Revolucionario Institucional (PRI), quien fue baleado tras un mitin en Tijuana.
Ahora, la cuestión de quién
quedará al cargo de la seguridad presidencial si el Estado Mayor no está
presente sigue siendo una incógnita, dado que López Obrador hasta el momento no
ha ido más allá del argumento de que el pueblo lo protegerá.
Una actitud que se asemeja a
la que tenía cuando ejerció como jefe de Gobierno de la Ciudad de México
(2000-2005), cuando nombró como encargadas de su seguridad a “Las Gacelas”, un
grupo de mujeres con las que pudo seguir ofreciendo la imagen de cercanía que
quería mostrar de cara a los ciudadanos.
Incluso el actual Presidente
de México, Enrique Peña Nieto, dice haber “insistido” durante sus charlas con
López Obrador en la necesidad de que cuente con seguridad.
“Es una definición que él
tomará en última instancia (…) pero creo que es algo importante”, refirió el
mandatario.
(SIN EMBARGO/ EFE/19 DE JULIO 2018)
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