El futuro energético de México, al menos
en los próximos 20 años, es ampliar el sistema de refinación nacional a unas
tres refinerías más y seguir desarrollando energías renovables para balancear
las importaciones de Estados Unidos, donde siguen construyendo refinerías en
Texas para vendernos sus productos, aseguraron analistas. El país necesita
generar 800 mil barriles diarios de gasolina adicionales a los de las seis
plantas existentes que operan a la mitad de su capacidad.
Sin embargo, Sergio Saldaña, autor de
Reforma energética. Una trampa de subdesarrollo, sospecha que “es intencional”
la falta de mantenimiento a las seis refinerías de Pemex para generar contratos
millonarios de compra-venta de combustibles.
Ciudad de México, 17 de junio
(SinEmbargo).– Mientras Estados Unidos está instalando dos refinerías en Texas
al ver en su vecino mexicano a un gran comprador de sus combustibles, de este
lado de la frontera se sigue sin recuperar y ampliar la capacidad de refinación
–que reduciría los precios– de la mano del desarrollo de las energías
renovables, afirmaron analistas.
Durante el proceso electoral,
el candidato del Frente por México, Ricardo Anaya Cortés, ha dicho
reiteradamente que es “un disparate” construir más refinerías como lo propone
el candidato puntero de Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador.
El panista argumenta que en el futuro el consumo de la gasolina disminuirá.
Pero los especialistas, con datos duros, documentaron que México es el cuarto
mayor consumidor de combustibles entre las naciones de la OCDE y hasta 2040 se
seguirán necesitando.
“Recuperar y aumentar nuestra
capacidad nacional de refinación es un tema de seguridad nacional”, sentenció
el economista Sergio Saldaña, autor de Reforma energética. Una trampa de
subdesarrollo. “En la historia de un país, nunca ha dejado de ser
subdesarrollado si antes no controla sus recursos naturales”. Pero con la
reforma estructural de 2013, dijo, “el Estado mexicano perdió la exclusividad
para la exploración y explotación de hidrocarburos, y para la generación de
energía eléctrica”.
Ante este escenario, el
futuro energético debe dirigirse hacia la evaluación de la planta de refinación
para renovarla y construir de una a tres refinerías medianas más de frente a la
disminución “intencional” de la producción por parte de funcionarios públicos
de Petróleos Mexicanos (Pemex), aseguraron.
“Al parar la refinería
nacional, creas una necesidad de exportación de gasolina con la que vas y
firmas contratos multimillonarios de compra e importación de gasolina de los
Estados Unidos, principalmente, con refinerías particulares. Los funcionarios
de Pemex ya se conocen el caminito: generan ‘comisiones’ altísimas para los
bolsillos. Veo indicios fuertes de corrupción por parte de esos funcionarios
ante lo cual el actual y los anteriores Presidentes de la República no son
inadvertidos. Han creado un sistema y el gran perdedor es el país”, aseguró el
ex economista de la Cepal.
En los 500 años de historia,
México ha tenido una tasa de crecimiento entre el 1 y 1.5 por ciento por el
modelo extractivista en que se transfiere todo el capital (minas, petróleo, mano
de obra esclavizada) al extranjero. Hasta Lázaro Cárdenas, con la expropiación
petrolera (1938), hubo la nacionalización de la industria para tomar las
riendas de los recursos naturales: “como acto de magia comenzó la tasa de
crecimiento económico del país a dispararse”, expuso Saldaña evocando el
“milagro mexicano” con tasas de crecimiento entre el 6 y 7 por ciento anual
durante las dos décadas siguientes.
Sin embargo, la trampa de la
falta de soberanía energética volvió en 1973, dijo. “Progresivamente y en
etapas fuimos perdiendo nuevamente el control de nuestros recursos naturales.
Fue de manera escalonada con la crisis de la deuda y petróleo de los 80, con
las concesiones y contratismo ilimitado de los 2000 con el gobierno de
(Vicente) Fox y (Felipe) Calderón, los intentos de reforma de Calderón y
finalmente la reforma 2013-2014 donde fue la entrega completa”.
Durante las tres rondas de
licitaciones de campos petroleros, desde diciembre de 2016, Pemex ha ganado 18
áreas en aguas profundas y poco profundas: 10 en consorcio con otras empresas
extranjeras, y tres asociaciones estratégicas con privados, de acuerdo con
datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos.
El economista Sergio Saldaña
consideró necesario revisar los contratos. “Los contratos de licitación de
estas rondas de la Sener fueron elaborados y redactados casi sobre las
rodillas. Los entregaron con condiciones extremadamente ventajosas para los
extranjeros”, dijo. “Previo a la Reforma Energética, el Estado mexicano se
quedaba con más del 85 por ciento de los ingresos por ventas de hidrocarburos.
Con estas nuevas condiciones, el Estado no se queda ni con el 10 por ciento;
representan una pérdida de riqueza para el país y constituyen en esencia un
daño patrimonial a la nación”.
MÁS REFINERÍAS CON ASOCIACIÓN PÚBLICO PRIVADA
En noviembre de 2016 y en
marzo de 2017, las compañías texanas Raven Petroleum y MMEX Resources Corp
anunciaron la construcción de dos refinerías al sur del estado para exportar
vía ferroviaria gasolinas, diésel y otros productos a México. Ambas plantas se
alimentan de la cuenca de Eagle Ford. La de Raven, ubicada en Laredo, calcula
refinar una capacidad de 55 mil barriles diarios de crudo, y la de Resources,
que comenzó a construirse este año para estar lista en 2019, producirá 50 mil
barriles diarios.
A la par, más de 30 marcas
ajenas a Petróleos Mexicanos han comenzado a instalar gasolineras en el país
con precios aún equivalentes a los de la empresa estatal, quien los provee del
bien ante falta de infraestructura para producción propia.
En contraste, las seis
refinerías mexicanas que datan de la década de los 70 no han tenido
mantenimiento y operan a la mitad de su capacidad. Por ello México importa más
de la mitad de las gasolinas que consume de Estados Unidos perdiendo divisas y
aumentando su costo.
“Tenemos que realizar una
evaluación externa a toda la planta refinadora nacional de Pemex. Las seis
refinerías que están trabajando a menos del 50 por ciento de su capacidad
tienen que recibir una evaluación independiente. El Estado Mexicano debe
contratar a una o más empresas que hagan la revisión”, propuso el economista
Sergio Saldaña.
Una vez que se tenga el
diagnóstico sobre la capacidad productiva, se debe planear la construcción de
una a tres refinerías adicionales. México necesita generar 800 mil barriles
diarios de gasolina adicionales. Para ahorrar tiempo e ingresos, deben
priorizarse las medianas con capacidad de 300 mil barriles diarios y un periodo
de construcción no mayor a dos años. Para minimizar costos logísticos, también
deben establecerse en zonas estratégicas, expuso el autor del libro.
El analista energético Arturo
Carranza explicó que por cuestiones técnicas se recomienda colocarlas cerca de
los centros de consumo y de puertos para ahorrar en el transporte y
distribución. Documentó que en los próximos 20 años el mundo seguirá
dependiendo de los hidrocarburos, pero a la par hay que seguir desarrollando
otras fuentes de energía que actualmente no son competitivas por sus altos
costos.
“Se deben diversificar las
fuentes energéticas. Hasta el 2040 la fuente de hidrocarburos seguirá siendo la
más importante en términos de oferta y demanda. Considerando eso, modernizar y
ampliar el sistema nacional de refinación es acertado”, dijo Carranza citando
un estudio de BP. “Si se ejecuta el mantenimiento de las seis refinerías,
serviría para aumentar la producción de petrolíferos, pero no basta la
modernización. Hay que ampliar la capacidad”, reflexionó. Sobre el número
necesario de refinerías, expuso que depende de los resultados de la
modernización del sistema nacional de refinación.
Si se corrigiera el déficit
comercial petrolero causado por la importación de combustibles, calculó
Saldaña, se equilibraría la balanza comercial de la economía mexicana y con
ello de reduciría la presión del tipo de cambio. “Las condiciones crediticias se
ablandarían y habría más estabilidad macroeconómica”, explicó. “Esta política
energética es de una enorme irresponsabilidad de la política nacional”.
Sobre el costo de la
construcción, los analistas destacaron que la nueva Ley de Hidrocarburos
permite que Pemex se pueda asociar con particulares para esos proyectos.
Saldaña dijo que el
financiamiento de la construcción puede hacerse a través de alianzas
público-privadas como se vio en Bolivia con la recuperación de su sector de
hidrocarburos. “No lo hicieron solos, se apoyaron en energía privada”,
ejemplificó. Pero enfatizó la condición en que el Estado mantenga el control
sobre la inversión privada a través de instituciones sólidas y con direcciones
de personal confiable y capaz.
Arturo Carranza explicó que
los modelos de refinerías pequeñas como en la India reducen los tiempos (unos
dos años) y montos de inversión para su construcción, ya que refinarían menos
de 80 mil barriles diarios.
Una vez instaladas las nuevas
refinerías el precio de los combustibles (ahora en 20 pesos el litro), se
reduciría. Si se retiran los impuestos a los combustibles bajaría hasta 5 pesos
alrededor de 2022, calculó Saldaña. Aunque reconoció que el freno a los
impuestos energéticos generaría un hueco a los ingresos de las finanzas
públicas del país, por lo que esa acción debe realizarse después del reajuste
al gasto público superfluo.
“La inversión en refinerías
es de cajón, porque con eso se financia la soberanía energética, la cual no
tiene precio”, destacó Saldaña.
Carranza también reconoció el
reto del financiamiento, pero subrayó que la construcción de refinerías también
genera empleos, por lo que sería productivo colocarla en un estado sureño con
co-apoyo de inversión privada con experiencia.
“Generaría empleos y si se licita,
se puede convocar a empresas expertas que lo puedan hacer en tiempo y forma”,
visualizó el analista energético. “Como son proyectos de dimensiones muy
grandes, en el caso de México hay que ser muy puntuales con la transparencia”.
LENTO RUMBO A LAS ENERGÍAS RENOVABLES
Además de refinar más
combustibles para no importarlos, se debe controlar la demanda de gasolinas.
México es el cuarto consumidor de gasolinas entre los países de la OCDE por el
sobre uso del automóvil ante la falta de transporte pública digno y eficiente,
aseguró el economista Sergio Saldaña.
“Tenemos una economía
fuertemente orientada hacia los combustibles fósiles como un rezago gigante en
la implementación e investigación de energías renovables”, expuso. “El
compromiso de la Unión Europea es tener un 32 por ciento de energías limpias
para 2030, lo que quiere decir que México va lentísimo y que si no se inicia
con el avance, no habrá refinerías que nos alcancen”, advirtió el economista.
El analista energético Arturo
Carranza destacó que México tiene un potencial muy grande en energía eólica,
solar y geotérmica, pero los costos de la tecnología ha sido el obstáculo.
Desde el sexenio pasado de Felipe Calderón Hinojosa se comenzó a implementar la
Estrategia Nacional de Energía y con la Reforma de 2013 se amplificó el
esfuerzo.
Pero para avanzar,
consideraron ambos especialistas, se necesita investigación, desarrollo
articulado y regulación, ya que uno de los principales retos es la falta de
esquemas de beneficio mutuo para instalar parques eólicos o paneles solares en
comunidades sin generar conflictos por posesión de tierras.
Saldaña contrastó los
escenarios “optimistas” de la década de los 90 cuando las organizaciones
internacionales preveían que para estas fechas las energías renovables ya
estarían dominando la matriz energética, al menos en los países desarrollados.
Pero salieron mal los cálculos. El desarrollo e investigación ha ido lento, al
igual que el mercado.
“El precio comercial de los
autos híbridos sigue siendo alto aun con los estímulos fiscales de muchos
países. El sector privado tiene que desarrollarse más fuerte”, dijo.
“Necesitamos mucha dirección en nuestras energías renovables, esquemas
mutuamente benéficos entre dueños de la tierra y las empresas”.
En términos de tecnología
propia y número de empresas mexicanas renovables, “el rezago es enorme” en
comparación con Chile u otros países similares de Europa del Este, consideró
Saldaña.
Por ello, el Estado mexicano
debe dirigir la articulación integral de este sector para evitar fuga de
cerebros y de capitales, y ofrecer energía renovable de manera seria.
“En el Proyecto de Nación
[del candidato puntero en las encuestas] están mencionadas las energías
renovables. Necesitamos que lo hagan con una visión integradora. Que no se
lancen estímulos a las renovables por un lado asesinando con políticas de más
energías fósiles”, concluyó.
(SI EMBARGO/ DULCE OLVERA/ 17
DE JUNIO 2018)
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