Luego de la legalización del uso recreativo de la
marihuana en California, Estados Unidos, tijuanenses han aprovechado las
“bondades” de la frontera, cruzan, compran y pasan de manera ilegal los
productos que utilizan con fines -principalmente- medicinales y recreativos, lo
cual refleja una problemática mayor. Como el reducido acceso a los medicamentos
por los elevados costos, y la facilidad para su cruce en la frontera. Para el
Estado vecino, la venta del enervante ha resultado un “negocio” muy rentable
con ganancias tributarias por más de 60 millones de dólares tan solo en el
primer trimestre del año
Desde el 1 de enero de 2018, cuando entró en vigor la
Ley que despenaliza el cultivo, venta y consumo recreativo de la marihuana en
el Estado de California, Estados Unidos, ciudades cercanas a la frontera con
Tijuana se han convertido en una especie de nicho o mercado activo para la
comunidad consumidora tijuanense, quienes con fines medicinales o recreativos,
están cruzando hacia el país vecino para importar un producto que consideran de
“mejor calidad y más beneficioso”.
La gran cantidad de variantes, presentaciones y
graduaciones de la marihuana, los beneficios medicinales que les representan,
los altos costos y lo dañinos que son los medicamentos y el hecho de no
involucrarse directamente con narcomenudistas o expendedores de la mafia local,
son algunos de los motivos por los cuales estas personas se están “arriesgando”
a cruzar la frontera de norte a sur con un material que, de antemano, saben que
en México es ilegal e incluso conlleva repercusiones de orden federal.
Jóvenes estudiantes, padres de familia, licenciados y
oficinistas, son algunos de los principales consumidores de la marihuana
medicinal, de acuerdo con testimonios de personas consultadas por ZETA, pues
son quienes generalmente cuentan con documentos que los identifica también como
ciudadanos norteamericanos o simplemente porque tienen amigos o familiares que
constantemente pueden cruzar y a ellos encargan los productos.
Ya sea porque padecen de enfermedades o síntomas como
ansiedad, estrés o desequilibrios psicológicos y emocionales, los cuales pueden
controlar y estabilizar con dosis “recetadas” por los especialistas de los
expendios, o simplemente por el gusto de consumir dicho producto.
Pese a que en California la venta de marihuana
medicinal ha resultado un negocio demasiado retroactivo –con ganancias
tributarias de 60.9 millones de dólares tan solo en el primer trimestre de este
año-, autoridades municipales y federales consideran que la población activa de
personas que van a comprar y cruzan de regreso con este producto es aún
demasiado pequeña, por lo tanto, no representa un problema serio para la
ciudadanía, aunque sí un delito federal para quien la cruza o pretende cruzar;
hasta el momento no se tienen registrados casos de detención por parte de la
Procuraduría General de la República (PGR) Delegación Baja California.
Sin embargo, especialistas en la materia consultados
por este Semanario consideran como algo preocupante el hecho de que toda la
marihuana que antes entraba a California y que ya no está siendo requerida, se
quede en territorio tijuanense e incremente el índice de consumo entre los
jóvenes, aunado a que esta situación deja ver un problema mayor como el
reducido acceso que algunas personas tienen a los medicamentos.
PREFIEREN LA MARIHUANA AL USO Y COSTO ELEVADO DE LOS
MEDICAMENTOS
Más de un año después de haber sido diagnosticada con
Trastorno Límite de Personalidad (TLP), enfermedad caracterizada por la
dificultad en la regulación de las emociones, y de estar consumiendo
medicamentos como Rivotril, Clonazepam y otro tipo de antidepresivos de
elevados costos –de mil hasta 3 mil pesos por unidad (cada 15 días o cada
mes)-, “María” -quien ha decidido llamarse así por seguridad-, decidió comenzar
a probar con la marihuana medicinal, gracias a la recomendación de una amiga
que padece cáncer y que desde hace varios años está sometida a un tratamiento
médico con cannabis.
Desde hace un par de meses, adquiere productos como
cigarrillos ya forjados con 100 por ciento flor de marihuana en la presentación
de “híbrido”, es decir, un componente con la mezcla de marihuana sativa e
índica –con costo de 10 dólares ya con impuestos-, que es el que más consume
porque este tipo de híbridos la relaja, pero no la duerme, y le quita la ansiedad,
“pero no me tira a la cama a dormir, o no me deja sin ganas de hacer nada como
los medicamentos”.
El inhalador de CBD (compuesto cannabinoide no
psicotrópico que se usa con fines medicinales y terapéuticos) es otro de los
productos que suele comprar porque actúa directamente en el sistema nervioso y
no tiene THC (Tetrahidrocannabinol, principal constituyente psicoactivo del
cannabis), no es psicoactivo y por lo tanto no funciona como “droga”. Además,
sirve para el tratamiento de la ansiedad, para dormir, relaja, quita el estrés,
dolores musculares, entre otras cosas. Tiene un valor de 30 dólares.
Otro de los productos que ha llegado a consumir es el
gotero de aceite con CBD también para la ansiedad y estrés, cuesta 70 dólares
por frasco y se vende de acuerdo a los grados de CBD que contenga, como los que
son para el sistema inmunológico y con fórmulas más fuertes.
“Empecé a probar el CBD por una cuestión medicinal,
porque después de mucho tiempo quería dejar los medicamentos, tomaba Rivotril y
antidepresivos muy fuertes y muy costosos, y con esa idea van muchas de las
personas a los lugares de expendio, según comentan los vendedores,
principalmente porque los medicamentos dañan el riñón y la marihuana, no”, dijo
María.
Sin embargo, pese a que lo hace para su “beneficio
propio por cuestiones de salud”, sabe bien que en California la compra y el
consumo de marihuana está regulado, pero en México no, lo cual lo vuelve un
delito federal y “es un arriesgue” cruzarla a la ciudad, aunque “no hay mucha
seguridad en ello y resulta hasta cierto grado sencillo, pero yo lo hago y me
arriesgo porque desde hace unos meses que consumo de forma ordenada la
marihuana, he sentido el cambio en mí, como todo está ‘testeado’ en
laboratorio, todo tiene un control y lo que tú compras o consumes es de acuerdo
a lo que tú necesitas. Para ello te hacen una especie de consulta en la que
expones qué problema tienes y con base en ello te recomiendan el tipo de
producto, dosis y cantidades.”, arguyó.
“NO ES ALARMANTE”; PREOCUPA MÁS SE GENERE UN MERCADO
NEGRO EN LA CIUDAD
Para el doctor Vicente Sánchez, investigador del
Departamento de Estudios de Administración Pública del Colegio de la Frontera
Norte (El Colef), este tema todavía no se vuelve una “alarma”, ni es algo que
le preocupe mucho porque, si bien la población de Tijuana que cruza legalmente
a Estados Unidos es mucha en cuanto a proporción, la que tiene probabilidades
de comprar y consumir la marihuana en el mercado legal americano y cruzarla
hacia Tijuana es mucho menor.
Población que se acota todavía más, porque de acuerdo
a “un estudio que también se realizó en El Colef”, poco más del 50 por ciento de los jóvenes de
Tijuana no tiene los documentos legales para cruzar al país vecino, lo cual
quiere decir que los pocos que consumen esta marihuana medicinal de forma
estrictamente recreativa, pueden hacerlo porque aprovechan o usan a los amigos
que tienen residencia en el país vecino.
Sin embargo, lo que realmente preocupa al doctor
Sánchez, es que la marihuana que antes cruzaba de México a Estados Unidos y ya
no está siendo requerida allá, pudiera estar en el mercado de Tijuana y,
dadas las condiciones en que se opera
–criminalización y falta de reglamentación-, se genere un mercado negro aún más
fuerte que propicie circunstancias para otro tipo de actividades como la
violencia.
Lo cual ha generado que incluso ya no sea marihuana la
que se cruce por este lado de la frontera, sino otro tipo de drogas como las
sintéticas, lo cual quiere decir que la legalización en California también ha
transformado el sistema de trasiego y al propio mercado consumidor de la Unión
Americana.
CONSUMO TERAPÉUTICO PODRÍA INCREMENTAR POR FALTA DE
MEDICAMENTOS
En cuanto al uso terapéutico de la marihuana,
consultado por ZETA, el doctor Sánchez consideró que pudiera crecer el consumo,
ya que es bien sabido que en México no hay medicamentos, son muy costosos y hay
toda una burocracia detrás de ellos, por lo tanto, al no ser tan accesibles
provocarían que las personas recurran a un “mercado negro”, a la vez
propiciando que las personas vayan y busquen otras alternativas como la
marihuana medicinal en el país vecino.
“Como no hay un mercado local de derivados de la
marihuana, que se aplican para tipos de enfermedades como la epilepsia, los
dolores o distintos padecimientos, tienen que pasar por una burocracia muy
complicada, y como no se ha generado tampoco un mercado de importación regulado
para la distribución de este tipo de medicamentos, esto podría estar
contribuyendo a que se genere, en un contexto transfronterizo, una especie de
mercado negro”, puntualizó.
ILEGAL TRANSPORTARLA EN MÉXICO; CONLLEVA DELITOS
FEDERALES
De acuerdo con la Ley General de Salud en México, el
uso o consumo de la marihuana está totalmente prohibido por propias razones de
que “atenta” contra la salud, aunque el hacerlo no conlleva una sanción de
acuerdo a lo que señala el Código Penal Federal, sin embargo, el producir,
transportar, traficar, comercializar y suministrar esta planta, sí es
totalmente condenable.
De acuerdo con la Ley de Narcomenudeo, si las
cantidades que posee o transporta una persona de un lugar a otro son mayores a
5 gramos –como lo estipula la Ley de Salud-, las sanciones por ello pueden ser
de hasta 25 años de cárcel; si es menor a 5 gramos no se puede privar de la
libertad inmediatamente a la persona, aunque sí se le inicia un llamado
Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera (PAMA).
En este se hacen constar los hechos ocurridos y se
expide una multa por “impuestos omitidos”, además de remitir a la persona a la
PGR para que se determine la situación legal; dependerá de la clasificación del
delito, ya sea por “introducción” o “posesión simple”, determinar la gravedad
de la sanción.
Actualmente en la delegación bajacaliforniana de la
PGR no hay casos registrados por posesión de marihuana medicinal que implique
una porción mayor a los 5 gramos que establece la Ley, sin embargo, cuentan con
diversos registros –no se precisó la cifra- de personas –principalmente
estadounidenses- que al cruzar se les han detectado “dosis personales”, aunque
ninguno en el periodo de enero a mayo de 2018.
VENTA EN EU SE CUANTIFICA EN MILLONES DE DÓLARES
Pese a que autoridades y especialistas coinciden en
que el impacto de la venta de marihuana legal en California ha repercutido en
menor grado en Tijuana, la realidad en el Estado vecino es que tras la entrada
en vigor de la Ley, los ingresos fiscales han significado todo un éxito. Tan
solo en el primer trimestre de este año -1 de enero a 11 de mayo-, los ingresos
por recaudación de impuestos fueron de 60.9 millones de dólares, según el
Departamento de Impuestos y Administración de Cargos de California (CDTFA, por
sus siglas en inglés).
En información compartida el 11 de mayo en su página
oficial de internet, detallaron que estos ingresos se deben a que en noviembre
de 2016, se aprobó la Proposición 64 de la Ley de Control, Regulación y Uso
Fiscal de Marihuana, en la que se contempló que a partir del 1 de enero de 2018
entraban en vigor dos nuevos impuestos sobre el enervante: uno local del 5%
sobre el cultivo de la planta cosechada que ingresa al mercado comercial, y un
gravamen especial estatal del 15% sobre la compra de la misma y productos
derivados.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA /MANUEL
AYALA /LUNES, 4 JUNIO, 2018 01:00 PM)
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