viernes, 15 de junio de 2018

JÓVENES SICARIOS EJECUTAN A PEP



Foto: Lorena Lamas

En ataque directo, la mañana del viernes 1 de junio fue ultimado el elemento Francisco Ibarra González, con 16 años de servicio y poco más de uno de ser ascendido a jefe de Área Técnica en la Policía Estatal Preventiva.

Aunque lo señalan con vínculos criminales y existen por lo menos dos denuncias en su contra, fue despedido con honores, donde el propio secretario de Seguridad Pública del Estado, Gerardo Sosa Olachea, fue parte de la guardia. Sus atacantes pasaron desapercibidos con vestimenta tipo escolar

El jefe del Área Técnica e Investigaciones de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) en Ensenada, Francisco Ibarra González, de 38 años de edad, dejó una carta póstuma a sus familiares que está en manos de la autoridad.

El ataque directo se perpetró en el fraccionamiento de interés social Villas del Real VI, al sur de la ciudad, cerca del ex Ejido Chapultepec, donde hay una alta incidencia delictiva y narcomenudeo.

Compañeros de la corporación, describieron a Francisco como un policía “confiado”, que hace poco más de un año ascendió al cargo de jefe y a partir de entonces comenzó a sacar “muchos jales” en la zona sur del municipio, rumbo a San Quintín.

El gran aseguramiento fue de 801 kilogramos de marihuana y 36 dosis de “ice”.

Mencionaron que  la madrugada del 21 de marzo, él intervino por una orden que llegó cuando sujetos estaban descargando mercancía de un tractocamión en la Carretera Transpeninsular, en el tramo Ensenada -Santo Tomás.

Según cálculos de la propia Policía Estatal Preventiva (PEP), se trató de un millón 600 mil dosis que fueron sacadas de circulación en el mercado.

En un comunicado, la SSPE informó que se trató de una denuncia ciudadana sobre un camión International CF500, modelo 2008, con el logotipo de San Quintín, procedente de la delegación El Rosario.



Hay quienes dentro de la corporación tenían señalado a Ibarra González como un policía “relacionado (con el crimen organizado), vinculado, bajador y recaudador”, que no tenía que estar al frente de ese cargo.

Tras el asesinato, ocurrido el viernes 1 de junio, Francisco se sumó a la estadística de los 118 homicidios cometidos en Ensenada en lo que va de 2018, y aunque existen rastros de quiénes perpetraron el crimen, no hay detenidos.

LA EMBOSCADA A FRANCISCO

El comandante Ibarra salió de su casa en el fraccionamiento de interés social Villas del Real VI, sobre la calle Corona esquina con Constantinopla, poco después de las siete de la mañana, cuando iba de salida al trabajo.

Sus atacantes llevaban uniforme, mochilas, pantalón color caqui, suéter azul marino y camisa tipo Polo de color blanco; Francisco estaba subiendo su equipo a la cajuela de su auto y, sin más, le dispararon en varias ocasiones a quemarropa; su cuerpo quedó tendido en el pavimento, bocabajo.

Al mismo tiempo, una mujer de 63 años fue alcanzada por las balas, se trata de una vecina del agente, quien sobrevivió y se recupera en un hospital por una lesión en la pierna.

Testigos aseguraron que escucharon por lo menos ocho disparos.

Dentro de la vivienda del comandante estaba su pareja, quien cuidaba a dos de los hijos procreados con diferentes compañeras sentimentales. Una adolescente de 14 años y un niño de 9 años, ambos estaban de visita y fueron testigos del crimen.

Tres semanas antes del asesinato, el padre de Francisco Ibarra, quien tenía formación militar, murió por problemas de salud.

GATILLEROS TRAÍAN VESTIMENTA ESCOLAR

En un inicio se manejó que los sujetos estaban armados y con uniforme de la Policía Ministerial. Sin embargo, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) lo descartó.

Los hombres que atentaron contra la vida del agente iban vestidos con pantalón caqui, pero en la parte superior llevaban suéter escolar azul marino, del cual sobresalía un cuello de camisa tipo Polo.

Tras el asesinato iniciaron un operativo en el que a unas cuatro cuadras del lugar, ya en Villas del Real IV, dentro del Parque de la Alegría, la Policía recuperó dos armas de fuego que dejaron abandonadas: una tipo escuadra calibre 40 milímetros y otra 9 milímetros, las cuales fueron embaladas por Servicios Periciales y enviadas al Departamento de Balística para realizar las pruebas y determinar si han sido usadas en algún otro evento delictivo.

De igual manera, unas cuadras atrás del mismo fraccionamiento, se encontraron dos camisas tipo Polo color blanco, así como dos sudaderas escolares color azul marino.

Por la información de los testigos, se advierte que los agresores tienen entre 18 y 25 años de edad, son de complexión irregular y estatura media. Por lo pronto siguen con la investigación y cotejo de datos con otros crímenes en Ensenada.

La hija del fallecido comandante compartió entre familiares y amigos que confía en la justicia: “Digan lo que digan usted siempre fue una gran persona, siempre miraba por los demás, y al último por usted, por eso es que espero seguir su ejemplo.  Seguiré con nuestros planes de graduarme de Medicina y de algún día viajar por todo el mundo, de vivir una vida grandiosa y, claro, de cuidar mucho de mi hermanito ‘Emy’.  No entiendo por qué pasan las cosas, pero le aseguro que se hará justicia, tanto por quienes inventan y hablan cosas de usted, como de quien hizo esto. Y espero que la sociedad algún día se dé cuenta de lo que está haciendo mal, y se ponga a pensar por un momento lo mal que estamos, lo horribles que somos y razone, y se proponga ser una mejor sociedad”, fue como describió públicamente a su padre, quien en redes sociales usaba el seudónimo de Frank Wayne.

TENÍA ANTECEDENTES

Francisco ingresó a la academia en 2002, desde entonces, tuvo por lo menos dos denuncias.

La primera, de una mujer en San Quintín que lo acusó por abuso de autoridad en el Ministerio Público de esa delegación. La ciudadana Teresa Ríos Pérez, con Número Único de Caso 0201-2018-04023, aseguró que el agente ingresó a su casa sin autorización.

En un video se puede ver al comandante arribar a la vivienda para realizar una diligencia junto con otros agentes, pero en las imágenes no quedó plasmada la evidencia.

Cuatro años antes, en 2014, se abrió una investigación en la Subprocuraduría contra la Delincuencia Organizada,  en contra de un comandante y ocho agentes de la PEP  por el robo de un vehículo en un operativo extrajudicial efectuado sin orden de cateo en una residencia de Tijuana.

Por la sustracción de una camioneta Dodge Nitro modelo 2007, en junio de 2009, al parecer los policías estatales aprovecharon datos personales de identificaciones de un grupo de personas detenidas en un operativo realizado en Ensenada, para acudir a sus domicilios con el supuesto objetivo de “investigar” su entorno social.

En el caso del vehículo se dio a conocer que tiene un precio de 360 mil pesos, además, que estaba equipado con accesorios de lujo, aunque existe otra denuncia sobre robo a una casa donde los policías robaron mobiliario y pertenencias a familiares. Quedó asentada en la averiguación previa7960/2009/211, dentro del sistema tradicional de justicia.

Entre los acusados estaba Francisco Ibarra González.

  AUN ASÍ, LO DESPIDEN CON HONORES

Por órdenes del secretario de Seguridad Pública del Estado, Gerardo Sosa Olachea, los medios de comunicación no fueron convocados al acto fúnebre que se llevó a cabo el domingo 3 de junio, dos días después del asesinato de Francisco, pero la familia pidió la presencia de la prensa.

Incluso, el titular de la seguridad en el Estado, estuvo en Villas del Real VI horas después del homicidio, pues se encontraba en la ciudad para asistir a un evento de la Secretaría de Marina Armada de México, del cual se retiró.


Durante el acto fúnebre, a la una de la tarde del domingo en las instalaciones de la SSPE, reunieron unas 50 patrullas; compañeros policías, amigos y familia dieron el último adiós con el pase de lista.

La extensa caravana recorrió desde la Funeraria Ángeles, hasta la entrada a la zona de Pórticos o Villas de Real, pero sobre la calle Escritores y Lázaro Cárdenas, a tres kilómetros de donde se perpetró el crimen; de ahí regresaron al edificio de la PEP.

Sosa Olachea estuvo presente en el acto, donde ofreció condolencias a la familia y formó parte de la guardia de honor, lamentando la pérdida y hablando  del compromiso que tienen quienes trabajan dentro de la corporación policiaca.

“La valentía del comandante no fue, ni será en vano,  sus actos seguirán presentes en cada uno de nosotros, porque la disciplina y profesionalismo que siempre demostró en sus 16 años dentro de la PEP, es algo que debemos reconocer y retomar, así como compartir la enseñanza de un héroe que aun ante la adversidad, nunca dudó en cumplir con su deber”, expresaría el titular de la SSPE.

C3 Y DEPURACIÓN DE LA PEP

La directora del C3 en Baja California, Brenda Valdez Jaramillo, mencionó que como parte de la depuración policiaca en 2017, de los que realizaron los exámenes de permanencia, 128 elementos no aprobaron.

Desde julio de 2009 a la fecha se han realizado 42 mil 700 evaluaciones a policías activos, a quienes están en otros cargos dentro de la corporación y procuración de justicia.

El examen se hace cada tres años para garantizar la permanencia.

Como dato estadístico a nivel estatal, la funcionaria estimó que a abril de 2018 tenían 13 mil 374 elementos activos en los cinco municipios, de los cuales 851 corresponden a Ensenada. Todos son rotados a los distintos municipios, de acuerdo a las necesidades.

En los últimos ocho años,  mil 080 agentes han reprobado el examen de permanencia; a mil 071 se les ha instaurado un procedimiento administrativo.

Actualmente 430 elementos que aspiran a ingresar a la corporación, de los cuales 148 tiene aprobado el examen para que se incorporen a la academia.

(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA  LORENA LAMAS LUNES, 11 JUNIO, 2018 01:00 PM)

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