Como él, al menos 30 jóvenes más del
sector entre los 14 y 28 años deambulan por las calles y avenidas del Oriente,
como los mismos protagonistas de la famosa serie televisiva de los Estados
Unidos “The Walking Dead”; sin futuro, sin sueños, sin ilusiones, sin deseos,
sin un metas ni aspiraciones por estar inmersos en la mortal droga que se
derramó sin freno en Hermosillo como arena del mar...
Hermosillo, Sonora
(DP).-Javier, un joven de 28 años vecino de la populosa colonia Los Naranjos,
desde hace 6 años no consigue empleo a causa del consumo del “crystal”, al
menos 3 veces al año ingresa al Cereso I por diversos robos y cuando sale,
retoma su vida de pobreza, delictiva y de drogadicción.
Como él, al menos 30 jóvenes
más del sector entre los 14 y 28 años deambulan por las calles y avenidas del
Oriente, como los mismos protagonistas de la famosa serie televisiva de los
Estados Unidos “The walking dead”; sin futuro, sin sueños, sin ilusiones, sin
deseos, sin un metas ni aspiraciones por estar inmersos en la mortal droga que
se derramó sin freno en Hermosillo como arena del mar.
MUERTOS VIVIENTES
Una dolorosa realidad, como
la de decenas de colonias y sectores de la capital sonorense, se vive en la
colonia donde la peligrosa droga consume además de las mentes y cuerpos de
quienes la consumen, sus voluntades al grado de atentar contra sus propias
familias y vecinos a cambio de unos pesos para comprarla.
Javier forma parte de una
comunidad de consumidores de “Crystal” que recientemente fue expulsada del
perímetro de la Central Camionera por los constantes robos a daños a vehículos
que se estacionaban en los alrededores.
Narra que en un día normal,
entre o fin de semana, la distribución y compra-venta de esta droga es tan
común como respirar, es el pan de cada día con diversos ingredientes como el
asalto a mano armada, cristalazos a vehículos, allanamientos de morada, asaltos
a tiendas del sector, robo en casa-habitación y hasta el saqueo de cableado
eléctrico en la capilla San Rafael.
Afirma que la condición de
vecinos en Los Naranjos, como en ninguna colonia considerada de alto riesgo en
el consumo de “cristal”, no les garantiza que para el consumo, bajo el consumo
o después de este los drogadictos de la colonia no ataquen a las personas de
bien como la mayoría de este sector habitacional contiguo a la presa “Abelardo
L. Rodríguez”.
Los graves y mortales efectos
que les produce la droga nubla sus mentes, voluntades y caminar; desorientados
por completo son como muertos vivientes.
EL CARNAVAL
Sin distingo alguno de hora,
lugar o personas, estos jóvenes “cristaleros” no sólo deambulan con los ojos
rojizos y brillantes por las calles y avenidas de Los Naranjos, al menos no con las manos vacías.
Sin pudor alguno, la mayoría
de las veces cargan en sus manos y hombros el producto de sus robos como
estéreos de autos, ropa, calzado, cintos, aparatos electrónicos como
televisiones, radios, celulares, bocinas, baterías de automóvil, cajas de
herramientas, bicicletas, microondas, computadoras, laptops, licuadoras,
secadoras de pelo, llantas, rines, discos compactos y hasta cobijas, bases para
cama, colchones, lavadoras, boylers, coolers y aires acondicionados.
La vendimia o el carnaval
convierten a Los Naranjos en un gran tianguis de productos robados a personas
que seguramente invirtieron gran parte de su tiempo, esfuerzo, trabajo y
ahorros para poder comprarlos y usarlos en bien de sus familias.
“Nada personal”, dice el
joven abordado por Dossier Político.
VENDER LO ROBADO
Expone que particularmente
los fines de semana, el carnaval se hace más visible, el desfile de drogadictos
es tan amplio como productos robados en sus manos, productos que ofertan a
precios que de ser de legal procedencia serían un sueño para los simples
mortales
Televisiones de 50 pulgadas,
HD o de plasma 500 pesos la primera oferta; la segunda, una hora después, 350
pesos y en ocasiones, ya avanzada la noche hasta 200 pesos; tenis Nike, Levi´s
o cualquier otra marca reconocida, 700 pesos la primera oferta, 500 la segunda
y gasta 300 la tercera.
Según Javier, en los llamados
“tiraderos” no les permiten intercambiar lo robado por el mortal químico por
eso se ven obligados a salir a la calle a venderlos a quien se les ponga
enfrente con el consabido riesgo de que estas personas también sean víctimas de
los “crystaleros”.
Operativos de agentes de la
Policía Municipal, Policía Estatal de Seguridad Pública, de la Policía Federal,
del Ejército Mexicano y Procuraduría General de la República van y vienen, pero
los “tiraderos” siguen operando y recrudeciendo la de por sí miserable vida de
los adictos a este químico mortal, así como el riesgo a los habitantes y
familias de bien del sector.
LLEGA UNO, SE VA Y LLEGA EL OTRO
No en pocas ocasiones, los
mismos productos son ofrecidos por diferentes “crystaleros” que revenden lo
robado para ganarse una “comisión” y así poder comprar el mortal producto
químico que se vende sin control en las calles, colonias, parques y plazas de
Sonora.
La pasarela es tal que cada
10 minutos aparecen estos jóvenes para comercializar lo robado, cambian el
precio, lo suben, lo bajan, ofrecen otro producto a fin de obtener al menos 50
o hasta 30 pesos para su “cura”.
Los sueños de una mejor vida
que alguna vez tuvieron sus padres parece verse detrás de ellos como suave
niebla que se esfuma a cada paso que dan rumbo a los llamados “tiraderos” que
se han convertido en verdaderas antesalas de la muerte para niños, jóvenes y
adultos que sucumben ante los efectos enajenantes que genera el “crystal”.
Los días, las tardes, las
noches y madrugadas son una sola hora en Los Naranjos, como lo son en la
Solidaridad, El Coloso, Altares, la colonia La Cholla, Altares, El Mariachi,
Insurgentes y Los Arroyos, sólo por citar algunas.
DESTRUCCIÓN INMINENTE
La adicción es tal, que
personas ejemplares en condición de desempleo, optaron por probar este voraz
químico y pronto se convirtieron en otro muerto viviente más de Los Naranjos;
la mortal droga destruye conciencias, criterios, voluntades, dignidad y capacidad
de quienes son alcanzados por sus tentáculos.
De acuerdo a cifras
proporcionadas por las autoridades, de un kilo de “cristal” se pueden obtener
unas 5 mil dosis de la mortal metanfetamina que llega a los hogares sonorenses
de las cuales el narcotráfico obtiene ganancias superiores a los 250 mil pesos
por cada mil gramos.
Seguridad Ciudadana informó
que El Coloso, Solidaridad, La Cholla, Altares, El Mariachi, Insurgentes y Los
Arroyos, son las colonias de Hermosillo donde se detentan los mayores índices
de consumo de drogas como el “cristal” y la marihuana.
LA VERDAD DEL CRYSTAL
Hace unas semanas, un llamado
a padres de familia, jóvenes, organizaciones, instituciones educativas y de
salud, medios de comunicación y sociedad en general hizo la gobernadora Claudia
Pavlovich Arellano para emprender una lucha frontal contra el consumo de la
droga conocida como “crystal”.
Al presentar el programa “La
Verdad del Cristal”, la mandataria estatal expuso que “quiero que hagamos
conciencia como sociedad, tenemos que entender que en Sonora el cristal ya tocó
techo pero no va a echar raíces en mi Estado y para eso los necesito a todos
ustedes
Pavlovich Arellano puntualizó
que “todos podemos hacer algo desde el ámbito que a cada quien le corresponde,
esta es una lucha que emprendemos hoy contra el cristal”.
LA DROGA DE MAYOR CONSUMO
La coordinadora de Seguridad
Ciudadana, Alba Celina Soto Soto, reveló que en la zona urbana de la capital de
Sonora el consumo del “crystal” supera el 60 % mientras la marihuana, el 30 %
entre la juventud hermosillense que viven en los distintos sectores de la
ciudad.
El primer día del programa
implementado por la gobernadora, un total de 29 casos para recibir tratamiento
contra la droga del cristal se encausaron
el arranque del programa "La Verdad del Cristal".
Así lo informó la presidenta
de la Comisión de Salud del Congreso local, Cristina Margarita Gutiérrez Mazón,
luego de presentar al Pleno del Congreso local
un exhortó a los 72 Ayuntamientos de Sonora para sumarse a este programa.
La legisladora por el
Distrito local IX, aseguró que es necesario que se destinen recursos a sus
dependencias sobre todos a salud y
educación, para combatir la problemática en los 72 municipios.
"Me da mucho gusto
porque estamos viendo ya resultados inmediatos, el día de ayer por la mañana
hasta la noche del mismo día, fueron 29 casos de familias que hablaron porque
vieron el programa y que están siendo atendidos", detalló.
Puntualizó que de 8 mil 356
atenciones hospitalarias que hubo en el Estado durante el 2016, de los cuales
el 64.4 % fueron a personas adictas a la droga sintética conocida como
“crystal”.
(DOSSIER POLITICO/ ALEJANDRO MATTY ORTEGA/2017-03-09)
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