El
presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, podría ser “un desastre”
para su vecino del Sur, México, su aliado y socio comercial, que espera su
llegada a la Casa Blanca -el próximo 20 de enero- “con temor”, dice el
semanario británico The Economist, publicación que cuenta con una gran
reputación entre los tomadores de decisiones a nivel mundial.
“Si
Trump -que ha calificado al TLCAN [Tratado de Libre Comercio de América del
Norte] como ‘el peor acuerdo comercial jamás firmado en cualquier parte’- lanza
una guerra comercial, México probablemente caerá en una recesión. Eso
empeoraría un ambiente político que ya es venenoso.”, indicó el semanario.
“México
va a celebrar su próxima elección presidencial en 2018. El nacionalismo y la
miseria provocados por el señor Trump podrían llevar al poder a Andrés Manuel
López Obrador, un populista de izquierda”, indicó The Economist.
Además,
dijo, “la debilidad de Peña amenaza con desacreditar las reformas vitales que
promulgó a principios de su mandato”, incluida la liberalización de la energía
y las telecomunicaciones, aunado esto a un desmantelamiento del TLCAN, “que
ayudó a crear las condiciones adecuadas para las reformas, lo que las mataría”.
En
un análisis publicado en la sección de Líderes de su edición impresa bajo el
título: “Manejar a un matón. Cómo se debe manejar México con Trump’, The Economist
dice que “nadie está más ansioso que México con Trump”, que comenzó su campaña
electoral condenando a los mexicanos como violadores y asesinos de empleos
estadounidenses.
Trump,
recordó el semanario inglés, ha venido amenazado repetidamente a fabricantes de
automóviles que invierten en México con aranceles de importación.
Ante
ello, Ford canceló los planes para construir una planta de 1,600 millones de
pesos.
Además,
el republicano recién renovó su promesa de hacer pagar a México por su muro
fronterizo, durante su primer conferencia de prensa ya como presidente electo
de EU: “México se ha aprovechado de los Estados Unidos”, declaró.
“Si
Trump es coincidente de sus agresivas palabras con acciones, las consecuencias
serán graves. La economía de México está íntimamente ligada a la de Estados
Unidos y Canadá bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El valor del comercio bilateral con su vecino del norte equivale a casi la
mitad de su PIB.”, recordó The Economist.
“América
compra las tres cuartas partes de las exportaciones mexicanas. Los 35 millones
de personas de origen mexicano que viven en los Estados Unidos envían 25 mil
millones de dólares al año en remesas. El señor Trump pone todo eso en
peligro.”, prevé la publicación británica.
The
Economist indica, además, que México ya está “sintiendo el efecto Trump”, por
ejemplo, en la depreciación de su moneda, ya que el peso cayó a un mínimo
histórico frente al dólar, “debilitando la de por sí débil economía mexicana”.
Además,
el medio británico hizo énfasis en que el presidente de México, Enrique Peña
Nieto, tiene las calificaciones de aprobación más bajas de cualquier líder
reciente, señalado “por no controlar la corrupción y por permitir que el crimen
subiera”.
A
ello, dijo The Economist, se suma que el 1 de enero, el gobierno de Peña Nieto
elevó los precios de la gasolina en un 20 por ciento, por lo que ciudadanos
“enfurecidos” bloquearon las carreteras, saquearon las tiendas y ocuparon las
gasolineras, con un saldo total de 6 muertos durante los disturbios.
Pero
no sólo México sufriría, indicó el medio británico, también Estados Unidos, ya
que aunque su comercio con nuestro País vale sólo el 3 por ciento de su PIB, de
éste dependen de 5 millones de empleos americanos.
“El diseño, la fabricación y el servicio de
todo, desde electrodomésticos hasta equipos médicos se extiende a través de
ambas fronteras. Los automóviles hechos en México están rellenos de piezas
fabricadas en América. Alrededor del 40 por ciento del valor de las exportaciones
mexicanas consiste en insumos comprados de los Estados Unidos. Si a México no
se le permite vender automóviles, equipo aeroespacial y frutas a Estados
Unidos, es probable que envíe más inmigrantes y drogas.”, previó The Economist.
La
publicación británica se pregunta entonces: “¿Cómo debe México responder a
Trump?”, y su respuesta es que en primer lugar, debe recordar a la
administración del magnate neoyorquino que la relación “es mutuamente
beneficiosa”.
“Junto
con el comercio, México ha sido un socio en el control de la inmigración
ilegal. Detiene a muchos de los 200 mil-300 mil centroamericanos y otros que
tratan cada año de cruzar a través de México a los Estados Unidos. Y México ha
pagado un precio para mantener las relaciones cálidas: unos 100 mil mexicanos
han muerto desde que México se unió a la guerra de Estados Unidos contra las
drogas.”, señaló The Economist.
México
también debe aprovechar las sugerencias ocasionales de Trump, de que está
abierto a renegociar el TLCAN en lugar de arrancarlo, dice el semanario.
“El
acuerdo de 23 años de antigüedad podría actualizarse para cubrir nuevos
sectores, como el comercio digital y la energía.”, enfatizó.
“Si
Trump está realmente decidido a iniciar una guerra comercial, México tiene
pocas opciones buenas. Una estrategia amplia de combatir los aranceles con los
aranceles afectará más a sus propios consumidores más, al tiempo que inflige
solo daños modestos en la vasta economía de Estados Unidos.”
The Economist recordó que existe margen para
un uso “ingenioso “de medidas específicas dentro de las reglas del TLCAN y de
la Organización Mundial del Comercio [OMC], un enfoque que México ha manejado
hábilmente antes.
En
2009, narró, después de que Estados Unidos bloqueara a los camiones mexicanos
de operar al norte de la frontera -para proteger los empleos de los conductores
estadounidenses- México impuso aranceles a casi 100 productos estadounidenses,
desde árboles de Navidad a bolígrafos de punta de fieltro, eligiendo industrias
con influencia en distritos congresionales cuyos representantes Tenía una voz
en la disputa. “El bloque estadounidense finalmente fue levantado.”
“La
mejor defensa de México contra un vecino intimidador, sin embargo, será buscar
un comercio más libre en otros lugares y fortalecer su propia economía.
Necesita construir más infraestructura: mientras que el norte de México tiene
buenas conexiones de transporte con América y las costas, el sur pobre está en
gran parte cortado”.
“La
mayoría de los trabajadores mexicanos tienen empleos informales improductivos.
Cambiar las empresas a la economía formal será difícil mientras el gobierno no
frene la corrupción. Muchos mexicanos no están dispuestos a pagar impuestos que
suponen que serán robados. El populismo anti-mexicano de Trump amenaza con
ayudar a un gobierno izquierdista que abandonará las reformas. Pero hace que
esas políticas modernizadoras sean más necesarias que nunca.”, finalizó el
semanario británico.
(SEMANARIO
ZETA/ CARLOS ÁLVAREZ/ SÁBADO, 14 ENERO, 2017 10:11 AM)
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