La imagen lo cuenta. Un
militar de tres estrellas aprieta con su mano la muñeca de la reportera de
ZETA, Inés García Ramos, mientras ella sostiene su grabadora. Testigo de los
hechos, marinos, elementos del Estado Mayor y la procuradora general de la República,
Arely Gómez.
Inés caminó al final de la
quema de droga donde la procuradora fue invitada de honor, hasta acercarse a la
funcionaria para hacerle algunas preguntas. García en su calidad de periodista,
Gómez en su cargo de servidora pública. Pero apenas articulaba la pregunta
sobre el caso Ayotzinapa, cuando el militar sujetó fuertemente a la reportera y
le dijo en voz alta: “No, nada. ¡No la toques!”. La procuradora fue testigo
mudo del apretón castrense para impedir la labor de la periodista. La miró,
volteó a los lados y sonrió. A pesar de la petición de la reportera de ZETA
para que el militar dejara de apretujarla, la soltara y le permitiera cumplir
con su trabajo, este no lo hizo hasta que Arely Gómez se había subido a la
Suburban blindada en la que la transportaron durante las horas que estuvo en
Tijuana. El mal humor y la cerrazón de los militares no solo afectaría a la
reportera. El General Gabriel García Rincón fue regañado por el Secretario
General de la Defensa, Salvador Cienfuegos. Después de la detonación de
explosivos entre 70 toneladas de marihuana, kilos de cocaína, heroína y
metanfetaminas, Cienfuegos preguntó por las cantidades exactas de droga. “Oye”,
le dijo al Comandante de la II Zona Militar, Gabriel García Rincón, mientras
con el dedo índice y la mirada hacia otro lado, le indicaba que se acercara.
“Sí, señor”, respondió apresurado y sudoroso García Rincón al abrirse paso
entre medios de comunicación. “Las cantidades por tipo de droga”, le exigió
Cienfuegos. Con un folder en la mano, el mando mostró la lista: “Aquí las
tengo”.
Después de que el titular de
la SEDENA leyera las cifras frente a la prensa y contestara un par de
cuestionamientos, sorteó la pregunta sobre las organizaciones criminales a las
que pertenecía la droga. “No tengo el dato. Gracias, la procuradora es quien
sabe eso”, respondió mientras emprendió camino para retirarse. Y cuando Inés
García Ramos se acercó a Gómez, fue impedida, por la fuerza militar, de
concluir su pregunta.
(SEMANARIO ZETA/ GENERALEZ/ Reporteros
de ZETA Fotos. Jorge Dueñes 21 de Agosto del 2015 a las 12:29:00)
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