El 7 de junio, el INE y el Trife ‘pitarán’ un juego
electoral con nuevas reglas y jugadores dispuestos a todo para salir con el triunfo. Sin embargo,
los réferis de esta contienda ya están recibiendo rechiflas y acusaciones antes
de comenzar
“Son los partidos los que deciden
finalmente quiénes entran y quiénes no. Y eso evidentemente le da un sesgo
desde un principio, que se nota de hecho en la mayoría de las decisiones"
Pablo Xavier Becerra
Catedrático de la Universidad Autónoma
Metropolitana
“No son, perdónenme, pero no son
verdugos de nadie"
José Luis Flores
Consejero Poder Legislativo del PRI
"Es un tipo de consejero un tanto
rencoroso, es un tipo de consejero que llega con corajes al Consejo General y
asume posiciones a priori en contra de partidos políticos y se justifican bajo
el escudo de la ley y cuando les debates la ley, se desvían por asuntos
laterales"
Arturo Escobar
Coordinador de la bancada del PVEM en la
Cámara de Diputados
Uno de los asuntos que el PVEM considera
importante y que ha sido rechazado son sus quejas contra AMLO
"Buena parte de los gastos de
campaña no se ven, no se reportan, son en efectivo, no se fiscalizan, y ese es
el gran problema de la corrupción del financiamiento de las campañas"
Luis Carlos Ugalde
Director de la consultora Integralia y
exconsejero presidente del IFE
El juego electoral está por
comenzar y se antoja complicado, no solo para los protagonistas, sino también
para los encargados de impartir la justicia.
En uno de los procesos
electorales más complejos de la historia, la falta de herramientas para tomar
decisiones certeras, ponen al Instituto
Nacional Electoral (INE) y sus consejeros en medio del campo, donde está en
juego su prestigio como árbitros de la contienda.
El proceso electoral de este
año promete ser de los más judicializados de la historia.
La introducción de nuevas
causales de nulidad, como el rebase de los topes de campaña o la compra de
espacios en radio y televisión, traerá una oleada de quejas que deberán ser
resueltas por el órgano electoral.
A esto se suman las nuevas
reglas de fiscalización que posibilitan que un candidato pueda perder, incluso
su registro, y quedar descalificado.
En la vorágine de las
campañas políticas con estas nuevas condiciones, y señalados por los
reflectores de todo el país, los consejeros electorales han tomado decisiones
que han resultado polémicas; algunas por su dureza, otras por su laxitud.
Lo que a los ojos de varios
actores parece común es la práctica de los consejeros del INE de tomar
decisiones basados en interpretaciones y –aparentemente- no cobijados en un
marco legal estricto.
El problema es de origen. La
conformación del árbitro electoral de esta contienda estuvo marcado por el
reparto de cuotas partidistas y hoy los propios partidos están pagando esa
factura.
A esta condición se suma la
escasez de herramientas legales que permitan a los consejeros tomar decisiones
más certeras.
Ocurre así, por ejemplo, en
el nuevo esquema de fiscalización, con el que solo se puede hacer rendir
cuentas sobre una parte de los recursos, ya que se dejó fuera de la ley la
vigilancia de otros mecanismos que benefician a los candidatos o los partidos.
La cancha está lista para la
polémica, que apenas comienza.
PROBLEMA DE ORIGEN
Con la aprobación de la
reforma político electoral del 2013-2014, en la que se crearon las normas que
rigen la actual elección, llegó la transformación del Instituto Federal
Electoral (IFE) en Instituto Nacional Electoral (INE).
Con el cambio, llegaron
también las negociaciones sobre cómo se llevaría a cabo el nombramiento de los
11 consejeros electorales.
A principios del 2014, en la
Cámara de Diputados las bancadas comenzaron los jaloneos. Se instaló una mesa
de expertos externos para hacer la evaluación de los perfiles de candidatos a
consejeros y obtener así a los mejores.
Ya en el interior de la Junta
de Coordinación Política se llevó a cabo el reparto de cuotas y se decidió a
qué consejeros del extinto IFE se apoyaría para permanecer en el nuevo órgano.
Ricardo Monreal, entonces
coordinador de la bancada de Movimiento Ciudadano –hoy candidato de Morena a la
jefatura delegacional de Cuauhtémoc-, denunció que la conformación del nuevo
INE era un asunto de cuotas partidarias.
Reveló la forma en que los
partidos se habían “repartido” el INE: cinco consejeros para el PRI, tres para
el PAN y tres para el PRD.
Así, el primer Consejo
General del INE quedó constituido por consejeros impulsados por los tres
principales partidos políticos.
Para Pablo Xavier Becerra,
catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana, esta génesis es el
problema de fondo del INE.
Su origen partidista lo
coloca como un órgano viciado desde su nacimiento, en el que salen a relucir
las filias y fobias de sus integrantes, por encima de la ley electoral.
“Son los partidos los que
deciden finalmente quiénes entran y quiénes no. Y eso evidentemente le da un
sesgo desde un principio, que se nota de hecho en la mayoría de las decisiones.
“Se nota la formación de
bloques cercanos a los partidos y eso genera una tensión muy nociva para el
INE, porque en lugar de que las decisiones y las discusiones estén guiadas por
el conocimiento de la materia electoral, por la valoración de la ley y de lo
que se está discutiendo, en lo fundamental se toman en buena medida por el
partido que propuso a los consejeros, por cercanía con esos partidos”,
consideró Becerra, en entrevista.
El problema de este tipo de
conformación del órgano electoral no termina en el INE.
Al ser una nueva facultad de
los consejeros el nombramiento de los integrantes de los Organismos Públicos
Locales (OPLES), el modelo de partidos se trasladó a los estados, con lo que
las decisiones del árbitro electoral de cada entidad también se han visto tocadas
por los partidos.
“Y lo que ahora tenemos son
conflictos interminables en los institutos electorales no por posiciones
específicas de conocimiento o del tema electoral, sino en buena medida por
adscripción a tales o cuales posiciones de los partidos políticos”, sentenció
Becerra.
El académico señala que
después de este proceso electoral será necesario revisar la forma en que se
conformará más adelante el INE para evitar la partidización del árbitro.
“Hay un problema en el que
ahora está metido el sistema electoral mexicano. Tenemos un problema central de
un modelo de árbitro electoral fuertemente sesgado hacia los partidos por la
forma de nombramiento, y tenemos un problema de competidores que saben que
pueden violar la ley (…) tal parece que estamos en un círculo vicioso”, afirmó.
¿FILIAS Y FOBIAS?
Por la mesa del Consejo
General del INE han pasado asuntos que desataron las críticas de representantes
de los partidos políticos en diversos sentidos. Los ataques siempre se
centraron en las filias o fobias de los
consejeros hacia tal o cual instituto político.
La primer crisis ocurrió en
febrero pasado, cuando representantes de siete de los 10 partidos políticos
sentados a la mesa del INE se levantaron de las discusiones.
La discusión surgió por el
retiro de dos temas del orden del día, relacionados con la suspensión de
programas gubernamentales en la temporada electoral.
El retiro de los temas
provocó una andanada de acusaciones contra el bloque de consejeros que votaron
a favor de la suspensión de la discusión por favorecer al Gobierno federal y al
PRI.
“Me sorprende formalmente,
pero no me sorprende políticamente, que el consejero (Marco) Baños, fiel
defensor de quien lo puso aquí en este Consejo, de su partido, el
Revolucionario Institucional, hoy quiera bajar estos temas. Pensé que no se
atrevería, pero sí se atreve, por lo menos tiene valor de defender bien a su
partido”, lanzó en esa sesión Horacio Duarte, representante de Morena ante el
INE.
En sentido contrario, la
semana pasada, los representantes del PRI acusaron a los consejeros del INE de
convertirse en verdugos del PVEM por las constantes multas que le han impuesto
a ese partido.
“A mí me parece que están a
punto de agarrar la pelota y patearla, el árbitro, y ya meterse a la cancha y
también hacer jugadas. Y aguas porque esa no es la función. Ustedes son
consejeros que, al final de cuentas, lo que garantizan es la ciudadanización de
este órgano colegiado. Y al final de cuentas lo que ustedes representan es para
preservar estos derechos.
“No son, perdónenme, pero no
son verdugos de nadie. ¿Quién los ha erigido a ustedes como verdugos? Con todo
respeto lo digo, ¿quién les ha dado esa facultad? (…) Falta de consistencia en
sus decisiones he visto, desde que llegamos acreditados aquí, que de repente
ustedes se van de un extremo a otro, en casos similares”, acusó José Luis
Flores, consejero Poder Legislativo del PRI.
Como ocurre con todos los
árbitros, las decisiones o indecisiones del INE han sido polémicas y han
despertado las suspicacias de algunos.
En el caso del PVEM, por
ejemplo, una de las múltiples multas que le fue impuesta, correspondió a la
contratación de vallas en el estadio de futbol donde se jugaba el partido
Chivas-América porque se consideró que se trataba de una trampa para salir en
televisión.
Jorge Herrera, representante
del PVEM ante el INE, aseguró que su partido presentó una queja porque el PAN
también había contratado vallas en el mismo juego de futbol y la petición fue
rechazada por los consejeros del INE.
Para Arturo Escobar,
coordinador de la bancada del PVEM en la Cámara de Diputados, este tipo de
decisiones tan disímiles no están basadas en la ley electoral, sino se trata de
una actuación por convicciones.
“Creo que hace mella en ellos
(los consejeros) cuando un círculo rojo identificado genera presión, son poco
consistentes en sus resoluciones, asumen posiciones muy legalistas con algunos
–como con nosotros- y con algunos partidos políticos pueden pasar 200 días con
quejas presentadas y no se integran los expedientes.
“Es un tipo de consejero un
tanto rencoroso, es un tipo de consejero que llega con corajes al Consejo
General y asume posiciones a priori en contra de partidos políticos y se
justifican bajo el escudo de la ley y cuando les debates la ley, se desvían por
asuntos laterales”, comentó Escobar en entrevista.
Uno de los asuntos que el
PVEM considera importante y que ha sido rechazado son sus quejas contra Andrés
Manuel López Obrador, por lo que piensan son actos anticipados de campaña rumbo
al proceso electoral del 2018.
Para el PAN, en cambio, la
actuación de los consejeros del INE se debe a que se están ajustando al nuevo
marco legal y a que han ido corrigiendo el rumbo para tomar sus determinaciones.
José Isabel Trejo, secretario
general del PAN, sostuvo que aunque al principio se veía un sesgo partidista a
favor del partido oficial, esto ha ido cambiando.
“Tenemos que darle la
oportunidad al INE de tener el margen de aplicación de esta ley que es nueva,
que es tan amplia y tan compleja, en un entorno muy difícil en donde hay miles
de candidatos (…)yo pienso que el Consejo General del INE debe tener la
oportunidad de demostrar que va a hacer bien las cosas.
“Por el momento, salvo las
grandes controversias que se han tenido respecto a la construcción de los
organismos locales, en donde se ha visto un sesgo de algunos consejeros
tendientes hacia el PRI para imponer autoridades del INE en los estados.
“...y este tema que había
sido en su momento un sesgo a favor del Verde se ha corregido; yo creo que sí
necesita el INE el voto de confianza de los mexicanos para que desarrolle el
proceso electoral del 2015”, afirmó Trejo en entrevista.
Trejo indicó que el PAN está
preparando una demanda también por actos anticipados de Andrés Manuel López
Obrador y espera que el INE tome una decisión apegada a la ley.
FISCALIZACIÓN, BATALLA QUE VIENE
Las decisiones más polémicas
que deberá tomar el INE estarán en la temporada postelectoral, pues será ahí
donde se definan las sanciones por violar la ley en cuanto a topes de campaña y
otras conductas legales.
A esto se suma la
imposibilidad que tendrá el Instituto de comprobar el uso de recursos públicos,
aunque estos se vean a simple vista.
A pesar de que el sistema de
fiscalización es nuevo, no contiene todas las medidas necesarias para evitar
que los candidatos y los partidos puedan beneficiarse de conductas indebidas.
Luis Carlos Ugalde, director
de la consultora Integralia y exconsejero presidente del IFE, consideró que el
de ahora es un mejor proceso de fiscalización, pero no termina con las zonas de
riesgo.
“Tenemos más luz pero sobre
una porción mínima sobre los gastos de campaña (…) El INE está haciendo un buen
proceso de fiscalización con una lámpara que diseñaron los legisladores pero
que apunta sobre la mesa, y hay que tener una lámpara más grandota que apunte
debajo de la mesa. Ese es el tema.
“Buena parte de los gastos de
campaña no se ven, no se reportan, son en efectivo, no se fiscalizan, y ese es
el gran problema de la corrupción del financiamiento de las campañas”, expuso.
Para el experto, la fiscalización
ocurre sobre lo que los partidos reportan al INE y, aunque tiene un complemento
con el que el órgano electoral puede fiscalizar a través de auditorías
independientes, la mayoría del recurso pasará desapercibido por la autoridad,
por lo que las decisiones del Instituto serán muy controvertidas.
“En la parte formal, los
candidatos cuidarán de no rebasar el tope de campaña, aunque en realidad lo
hagan en el día a día. Pero a pesar de que se cuiden, muchos no lo harán, y
entonces el INE detectará el rebase de topes de campaña y anulará algunas
elecciones. Habrá muchas denuncias para anular las elecciones.
“Pero habrá pocos medios de
prueba porque muchos de estos gastos son en efectivo, no son comprobables;
entonces habrá mucho ruido y pocas nueces”, previó Ugalde.
Francisco Guerrero,
catedrático de la Universidad Anáhuac y exconsejero electoral del IFE, dijo que
el proceso electoral del 2015 y todo su esquema de fiscalización es un
experimento que tendrá su punto clave después de la elección.
“Yo esperaría que en este
primer laboratorio electoral del 2015, el INE actúe con un sentido de prudencia
y de que los estándares de prueba sean suficientes para evitar que lo que se
gane en las urnas se pierda en la mesa de los abogados”, sostuvo el catedrático
de la UA.
El gran reto del Instituto
será tomar determinaciones que terminen con las múltiples controversias que
presentarán los partidos políticos y que pondrán al INE en el ojo del huracán.
“Sabemos muy bien que en
México hay una gran deslealtad democrática donde los partidos políticos nunca
pierden, nunca hay derrotados. Siempre los partidos, así pierdan por 20 puntos,
si pueden tratar de anular la elección por razones de gasto o por razones de
tiempo en radio y televisión lo van a intentar, de eso no hay que tener duda”,
sentenció Guerrero.
(REPORTE INDIGO/ IMELDA GARCÍA/ Lunes 25
de mayo de 2015)
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