Una espina en
los tenis del padrastro de Érika ofreció indicios de que podría ser el
victimario de la enfermera de 19 años
CIUDAD DE MÉXICO, 16
de diciembre.- La enfermera Érika Kassandra Bravo, de 19 años de edad, fue
asesinada el pasado 3 diciembre por su padrastro, Daniel Murillo Sáenz, informó
el procurador General de Justicia del Estado, Martín Godoy Castro.
UNA ESPINA EN EL CALZADO
Una espina en los
tenis del padrastro de Érika ofreció indicios de que podría ser el victimario
de la enfermera de 19 años.
La joven Kassandra
Bravo se había quedado sola en casa la tarde del miércoles 3 de diciembre y
tenía que presentarse a las 19:00 horas en una casa de la colonia
El Mirador para
cuidar a unos hermanos gemelos recién nacidos.
Su madre y padrastro
salieron del inmueble aproximadamente a las 17:00 horas.
A la autoridad le
llamó la atención que nadie en la calle la hubiera visto, pues iría vestida de
enfermera y tendría que pasar por una zona en que los comerciantes exhiben sus
mercancías en la calle. Nadie la observó.
El padrastro dijo
que ese día repartió calendarios en diversas zonas de Uruapan. Los agentes le
pidieron hacer el recorrido y se mostró nervioso.
Tras una inspección,
los agentes encontraron una bolsa en casa de Kassandra y estaban dentro las llaves de su casa.
Los agentes hicieron
una inspección más rigurosa y en el clóset del padrastro encontraron una espina
que coincide con la flora en que se halló el cuerpo de la enfermera.
Tras confesar, el
inculpado, Daniel Mendieta, de 42 años, ofreció a los policías 10 mil pesos a
cambio de no ser relacionado con el homicidio.
(EXCELSIOR/
Redacción/ Fotos: Twitter y Cuartoscuro/ 16/12/2014 06:24)
No hay comentarios:
Publicar un comentario