APATZINGÁN, Mich. (apro).- En medio de un fuerte dispositivo
de seguridad policiaca y militar, el gobernador priista Fausto Vallejo
se reunió a puerta cerrada con los líderes de los grupos de autodefensa
ciudadana para definir acuerdos.
Como parte del intento por recuperar el orden en la región, esta
ciudad fue totalmente tomada por miles de policías y soldados
fuertemente armados, quienes realizaron rondines en la cabecera
municipal.
A las siete de la noche llegó Fausto Vallejo a la presidencia municipal pero se negó a dar declaraciones.
“No voy a hablar”, repitió en varias ocasiones el gobernador, resguardado por escoltas con rifles de asalto.
Vallejo fue recibido con aplausos por los miembros de la presidencia municipal con quienes se reunió a puerta cerrada.
El gobernador acudió a la 43 Zona Militar, donde también fueron
trasladados miembros de las autodefensas, entre ellos Estanislao
Beltrán, integrante del consejo general de esta agrupación.
El encuentro fue a puerta cerrada y el mandatario estatal se negó a dar una declaración al respecto.
Por la tarde, el Ejército y la Policía Federal (PF) desarmaron a
elementos de la policía municipal de Apatzingán, quienes en diversas
ocasiones han sido acusados de tener vínculos con los Caballeros
Templarios.
Por otro lado, según integrantes de grupos de autodefensa ciudadana,
el intento del Ejército por desarmarlos fracasó por la reacción de la
ciudadanía de defenderlos en los municipios de Parácuaro y Nueva Italia.
Incluso, manifestaron que les regresaron las armas y que esa acción fortaleció el apoyo de la gente.
El comandante Martín, del municipio de Tepalcatapec, en
asamblea realizada en el zócalo de Nueva Italia, municipio de Múgica,
dijo que no dejarán solos a los pobladores que ya se rebelaron contra
Los Caballeros Templarios.
En respuesta, de manera anónima, unos mil 500 pobladores manifestaron
el apoyo a los grupos de autodefensa ciudadana, quienes respondieron
que se quedarán en la zona y trabajarán en las labores de seguridad
junto con las autoridades del gobierno federal.
Los habitantes reunidos frente al palacio municipal aprobaron crear
su propio grupo de autodefensa para hacer frente a los Templarios, así
como cooperar con las autoridades federales para recuperar la paz.
“Al rato llegará el Ejército y desarmará a la policía municipal, que
va a desaparecer. Hay que colaborar con ellos”, anunció un integrante de
las autodefensas identificado como Martín.
En la asamblea estuvieron presentes las autoridades municipales
encabezadas por el edil Casimiro Quezada Casillas. La ciudadanía que
asistió a la asamblea manifestó, a gritos, que no estaba de acuerdo con
el desarme de las autodefensas.
La profesora Tomasa Díaz Vargas dijo que el pacto es que van a trabajar de la mano con el gobierno federal, municipal y estatal.
“Tenemos que sacar las armas, se va a legalizar, necesitamos que
todos participen, no queremos gente cobarde, pasiva. Que se nos quite
ese miedo. Todo está bajo control”, explicó a los habitantes de Nueva
Italia, municipio de Múgica.
Sergio Pardo Menera, tesorero municipal, expresó que ya es tiempo de
tener tranquilidad. “Cada uno puede aportar algo para defendernos”, dijo
el funcionario.
Los muertos
En Antúnez, al mediodía, habitantes de este lugar se manifestaron en
contra del desarme de los grupos de autodefensa ciudadana, acción que
ayer a la medianoche iniciaron los soldados.
Hasta ahora están confirmados sólo dos muertos: Rodrigo Benítez
Pérez, de 25 años, y Mario Pérez, de 50, ambos de Antúnez, municipio de
Parácuaro.
Los dos fallecidos eran civiles jornaleros que llegaron a defender a
las autodefensas cuando estaban siendo desarmados por parte de los
militares.
“¿Por qué los mataron si no traían armas? Era gente pacífica,
trabajadores que recogían limones”, aclararon familiares de Rodrigo
Benítez.
Mientras acompañaban a sus muertos, amigos y familiares de ambos
caídos dijeron que los soldados les dispararon por haber defendido a las
autodefensas que llegaron a Antúnez para sacar a Los Caballeros
Templarios.
“Ellos (las autodefensas) nos defienden, son gente como nosotros; si
los desarman van a venir a matarnos”, advirtió una mujer que pidió no
dar su nombre por miedo a los Templarios.
Según testimonios de varios habitantes, los Templarios les fijan los
precios de la carne y pan, así como de otros alimentos, para sacar ellos
una ganancia.
Además, los tenían sometidos con amenazas y los obligaban a manifestarse en contra de las autodefensas.
En un recorrido, esta mañana se puedo observar que las autodefensas
permanecen armados en el poblado, a pesar de que ayer en la noche los
soldados les quitaron algunas armas.
En el entronque de Cuatro Caminos que une Apatzingán con Parácuaro y
Nueva Italia, también se encontraban las autodefensas armados.
Los habitantes de Nueva Italia realizaron un mitin en la glorieta y saludaron a los policías federales que arribaron la víspera.
/ 14 de enero de 2014)
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