Distrito Federal— La
Procuraduría General de la República (PGR) identificó cinco de los 67 cadáveres
hallados en 35 fosas clandestinas
en el municipio de
La Barca, Jalisco, víctimas entre las que hay dos militares que realizaban
labores de inteligencia contra los grupos del crimen organizado que operan en
ese estado y Michoacán.
Funcionarios de esa
dependencia mencionaron que tres cuerpos más pertenecen a personas originarias
de Sonora, de las que aún se está tratando de determinar si formaban parte de
alguna organización criminal o solo fueron víctimas de la delincuencia.
Informaron que la
mayor parte de los asesinados eran integrantes de la agrupación delictiva
denominada Los caballeros templarios, debido a los tatuajes que presentan en
sus cuerpos, particularmente la imagen de una cruz que los distingue de otros
grupos.
Aunque presumen que
detrás de estos homicidios está el cártel de Jalisco Nueva Generación, dicen
que aún tienen dudas si realmente son los autores de estas matanzas, ya que
varios de los cuerpos fueron desmembrados.
Indicaron que esa no
es una forma de operar de dicha organización, sino de otros grupos delictivos.
Detallaron que a
partir del hallazgo de los 64 cadáveres, la PGR ha logrado conformar un banco
genético con 400 muestras aportadas por personas que buscan a sus familiares
entre las víctimas.
Relataron que las
muestras genéticas se tomaron en Michoacán, Nuevo León y Jalisco, donde la
institución instaló mesas para ofrecer apoyo a las personas que buscan a
familiares desaparecidos desde hace meses o años.
A principios del
presente mes, la PGR terminó los trabajos de búsqueda de los cuerpos de dos
agentes de la Policía Federal Ministerial levantados por el crimen organizado y
que se presume fueron asesinados y enterrados en las fosas de La Barca.
La decisión de
acabar con la búsqueda de los cuerpos de los agentes René Rojas Márquez y
Gabriel Quijadas Santiago, se debió porque no encontraron más cadáveres.
Los 64 cadáveres
fueron trasladados a la Ciudad de México, a la Coordinación General de
Servicios Periciales que depende de la Agencia de Investigación Criminal, para
conocer las causas de la muerte, su temporalidad y conocer su identidad.
Los agentes federales
fueron levantados el pasado 3 de noviembre en el municipio de Vista Hermosa,
Michoacán, pero policías locales detenidos por ese caso declararon que fueron
enterrados en La Barca.
Ocho días después
(el 11 de noviembre), un juez federal ordenó el arraigo por 40 días de 20
policías de Vista Hermosa.
Por su parte, cinco
personas más, entre ellos dos policías y tres civiles, fueron dejados en
libertad bajo las reservas de ley, pues no hay pruebas que los relacionen con
estos sucesos.
Los 20 policías municipales
continúan bajo interrogatorio del agente del Ministerio Público Federal
adscrito a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia
Organizada (SEIDO).
Durante la pesquisa,
la Agencia de Investigación Criminal realizó una búsqueda en cuatro puntos de
La Barca, donde se presume que fueron inhumados clandestinamente los restos de
los agentes de la Policía Federal Ministerial, quienes no han podido ser
localizados.
En noviembre pasado,
el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, dijo que los
responsables de la desaparición de los agentes eran "prácticamente todos
los policías municipales" de Vista Hermosa, pues ellos fueron quienes
levantaron a los agentes
"Los detenemos
(a los policías municipales) y logramos en la investigación encontrar un lugar
(en La Barca) donde pudieran haber sido enterrados los policías", agregó.
(EL DIARIO,
EDICION JUAREZ/ Milenio | 2013-12-12 | 22:30)
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