Sin posibilidad de libertad condicional, la tijuanense Nancy
Michelle Mendoza fue sentenciada a doble cadena perpetua por seducir a dos
hombres para que fueran secuestrados en San Diego. Su familia reitera su
inocencia, mientras su defensa busca la apelación de la condena
Inés García
Ramos
Recién cumplida la
mayoría de edad, Nancy Michelle Mendoza Moreno se había convertido en asistente
del secretario de Gobierno Municipal, Raúl Corona Sesma, en su despacho
particular, mientras estudiaba en la Universidad Autónoma de Baja California
(UABC) para ser abogada. Al mismo tiempo, era ubicada por autoridades
estadounidenses como parte de la banda del crimen organizado “Los Palillos”, la
más sanguinaria del Sur de California.
A punto de ser trasladada a Chowchilla, la prisión más grande
de mujeres en California, Nancy Mendoza cumple la sentencia dictada el 23 de
agosto de 2013: dos cadenas perpetuas y 20 años de prisión.
Juzgada por haber participado en el secuestro de dos hombres,
por quienes la banda criminal cobró 650 mil dólares en rescates, la joven
tijuanense de hoy 25 años de edad, quedó sin derecho a solicitar libertad
condicional.
La célula de “Los Palillos”, desprendida y rival del Cártel
Arellano Félix (CAF), cometió nueve asesinatos violentos en Chula Vista y
Bonita entre 2005 y 2007. Dos cuerpos disueltos en ácido, los convirtieron en
el principal blanco de la Policía de San Diego y agencias federales de
investigación.
Considerado líder de la banda, Jorge Rojas López es hermano
de Víctor Manuel Rojas López “El Palillo”, muerto en Tijuana en 2005 e
identificado un año antes como colaborador del CAF, para quien adquirió
credenciales de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), como lo
publicó en un reportaje el licenciado Francisco Javier Ortiz Franco en abril de
2004, y cuyo contenido sería una línea de investigación en su asesinato, aún no
resuelto.
Rojas López enfrenta un proceso legal para ser sentenciado a
muerte junto a Juan Francisco Estrada González, segundo en la jerarquía la
banda criminal y pareja sentimental de Nancy Mendoza, quien podría enfrentar el
mismo destino si la fiscalía solicita reabrir el caso para pedir la pena
máxima.
Los secuestros
Diecisiete miembros de
“Los Palillos” han sido procesados penalmente en San Diego. De los secuestros
perpetrados en 2007, a Nancy se le acusa de haber seducido a dos hombres para
dejarlos en manos de sus cómplices. Hasta ahí su participación, motivo por el
cual la defensa considera la cadena perpetua como “un castigo inusual y
excesivo”.
De acuerdo a pruebas presentadas ante la Corte, la banda de
secuestradores seleccionaba a miembros del crimen organizado en Tijuana,
radicados en San Diego, quienes improbablemente denunciarían los delitos
-secuestro y extorsión, principalmente- para evitar ser investigados por sus
nexos criminales.
En enero de 2007, Jorge García Vázquez, cuñado de Jesús “El
Chuy” Labra, fue abordado en un gimnasio de San Diego por una joven de 19 años,
para pedirle fuera su entrenador físico personal. De acuerdo a la fiscalía,
Nancy Michelle atrajo al hombre de 58 años hasta la guarida de los
secuestradores, donde permaneció durante 22 días hasta que su familia pagó un
rescate de 450 mil dólares.
Seis meses después, en junio, Mendoza Moreno acudió a un café
para conocer a Eduardo González Tostado. El treintañero accedió a visitarla en
una casa de Chula Vista, ahí fue amagado por un grupo de hombres vestidos de
policías. Estuvo ocho días en cautiverio.
Previo a la entrega de 200 mil dólares, agentes del FBI
colocaron un dispositivo rastreador en el maletín. Luego, un grupo táctico
conformado por elementos del SWAT y el FBI detuvo a los secuestradores y liberó
a González Tostado.
Secuestrador buscado por PGJE, testigo clave
Pese a ser un testigo
protegido por el FBI, Eduardo González Tostado es uno de los criminales más
buscados en Baja California.
“El Mandil”, alias de González Tostado, aportó el testimonio
principal durante el juicio contra Nancy Mendoza, a quien identificó como la
mujer que lo sedujo para llevarlo hasta sus plagiarios.
No es la primera colaboración de González con el FBI, y, pese
a estar en su lista de testigos protegidos, se le vincula con un comando de
policías de Ensenada, dedicado a privar de la libertad a personas ligadas al
crimen organizado, presuntamente bajo órdenes de los Arellano Félix.
Las acusaciones continúan. En la edición 1966 de ZETA
(diciembre de 2011), se recogen las declaraciones de Juan Manuel León Rodríguez
“El Sica”, quien ubica a “El Mandil”, como traficante de droga de Tijuana a San
Diego para el CAF.
En 2008, el rostro de González Tostado apareció en los
anuncios espectaculares de la PGJE, acusado como presunto secuestrador. Ese
mismo año, autoridades norteamericanas lo identificaron como propietario del
restaurante de mariscos El Pacífico, en Baja California, donde encontraron
tambos con ácido.
Defensa apelará sentencia
Tres años después de los crímenes por los que hoy enfrenta el
resto de su vida tras las rejas, el 13 de agosto de 2010, Nancy Michelle
Mendoza Moreno fue detenida por agentes de Enlace Institucional de la Policía
Estatal Preventiva (PEP).
Fue trasladada de Tijuana a Mexicali y de ahí a la Ciudad de
México, hasta que en enero de 2011 se le extraditó a Estados Unidos.
Nancy porta el uniforme verde penitenciario, una discreta
línea de delineador en sus párpados y su cabello ondulado y castaño, sujetado
por una diadema.
En audiencia celebrada el 23 de agosto de 2013, la joven
escuchó al juez de la Corte Superior de San Diego, John Einhorn, quien la
condenó a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, seguida de
cadena perpetua con posibilidad de libertad condicional y 20 años de prisión
adicionales.
En Corte, la joven ha admitido su relación sentimental con
Juan Francisco Estrada González, segundo al mando de “Los Palillos”, pero nunca
ha aceptado su participación en los secuestros; niega también el pago de 15 mil
dólares por participar en los crímenes.
El abogado de la sentenciada, Merle Schneidewind, declaró
para ZETA que buscarán apelar la moción del juez en la Suprema Corte de
Justicia de Estados Unidos, la cual ha sostenido que la cadena perpetua sin
posibilidad de libertad condicional puede resultar en una “sentencia inusual o
cruel”.
Esa mañana, frente a su familia y los fiscales, a la joven
tijuanense se le concedió hablar ante la Corte. “Aunque siento empatía por las
víctimas y sus familias, no se me puede responsabilizar de los crímenes por los
que me han procesado”, dijo en inglés.
Pero el juez consideró que, a pesar de tener 19 años cuando
cometió los crímenes, la mujer demostró una conducta “sofisticada, calculada y
prolongada”. De ser admitido, el proceso de apelación podría durar más de un
año en llegar a la Corte, mientras tanto, Nancy Michelle Mendoza Moreno
continuará purgando su condena, sin posibilidad de algún día salir de la
cárcel.
(SEMANARIO ZETA/ Inés García Ramos/ septiembre 2, 2013 12:00 PM)
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