Agencia AFP/
Puebla de Zaragoza—
Al menos 13 personas murieron y 154 más resultaron heridas ayer por el
estallido de material pirotécnico que era transportado en una camioneta para la
celebración de una fiesta religiosa en el estado de Tlaxcala, informó el
gobierno estatal.
El estallido dejó
además unos 154 lesionados, según el balance de las autoridades, que no
precisaron la gravedad de las heridas de estas personas.
Los heridos han sido
trasladados por tierra y a bordo de helicópteros a clínicas de Tlaxcala y
Puebla, de acuerdo con reportes de cuerpos de emergencia locales.
El secretario de
Salud, Jorge Aguilar Chedraui, informó que tres menores de edad lesionados por
la explosión registrada en el municipio de Nativitas, Tlaxcala fueron
trasladados de un hospital de Puebla hacia el Centro Nacional de Quemados del
Distrito Federal.
El gobernador de
Tlaxcala, Mariano González Zarur, declaró tres días de luto en todo el estado
por esta tragedia ocurrida poco después del mediodía en el poblado de Jesús
Tepactepec, en el municipio de Nativitas, localizado a 125 km al este de Ciudad
de México.
El presidente de
México, Enrique Peña Nieto, envió su pésame a los familiares de los fallecidos,
en un mensaje en la red social.
Según las
investigaciones realizadas por la policía local y cuerpos de protección civil,
la explosión ocurrió cuando en plena procesión religiosa en honor a Jesusito,
patrón del pueblo, una de las bengalas que lanzaban pobladores cayó justo en
una camioneta en la que se transportaban otros fuegos pirotécnicos.
El vehículo estalló
y escupió los cuerpos de las personas que se encontraban más cerca.
“Todo empezó a
explotar, muchos pudimos correr, pero nada más se veían cuerpos volando, luego
todo negro”, narró a la prensa Isidro García Vázquez, quien se encontraba en el
lugar de la tragedia.
Vecinos del poblado,
de unos mil habitantes, indicaron que entre las víctimas había un bebé y que
algunos cuerpos fueron lanzados por la fuerza del impacto hacia un canal
cercano de aguas negras de donde fueron sacados por peritos.
El obispo de
Tlaxcala, Francisco Moreno, se trasladó al lugar de la explosión, que recorrió
con vecinos del lugar. “Dios mío, esto es una tragedia”, exclamó visiblemente
consternado a reporteros.
“Bendije a todos los
que fallecieron e hice una plegaria ante ellos a nombres del pueblo y la
Diócesis de Tlaxcala”, dijo el obispo en su cuenta de Twitter.
Helicópteros y
docenas de ambulancias, cuerpos de rescate y soldados llegaron al pueblo, 110
kilómetros al este de la Ciudad de México, a trasladar a heridos a hospitales
de la región.
Jesús Tepactepec es
un pueblo pequeño al este de la Ciudad de México de alrededor de mil
habitantes, algunos de los cuales se les conocen por sus artesanías, como la
elaboración de canastas o figuras de bambú y madera.
En los poblados
mexicanos es común el uso de fuegos pirotécnicos en las fiestas locales y se
han producido distintos accidentes por su mal manejo o pocas condiciones de
seguridad.
La explosión de ayer
ha sido una de las más graves en los últimos años.
(DIARIO DE JUAREZ/ AFP/El Universal | 2013-03-15 |
22:47)
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