lunes, 11 de marzo de 2013

ARRIBA LA TEMPORADA DE HAMBRE EN CAMPOS PESQUEROS DE SINALOA



Luis Fernando Nájera/Riodoce
El Colorado.- Pescadores ribereños han comenzado a guardar sus redes: chinchorros, suriperas y cabos. Eso porque la temporada de veda al camarón de bahía llegó, y con ella, el hambre, la miseria, las necesidades, la violencia, la rapiña a los campos pesqueros de la entidad.

Además, la situación parece ser que se agudizará, porque ahora los gobiernos no tienen recursos para empleo emergente. Y peor aún, parece que para los funcionarios, la miseria que amenaza a los campos está tan lejana como improbable.

Para los pescadores locales, el desinterés oficial los lastima más que la propia veda, pues saben que tendrán que rifársela en la clandestinidad para llevar algo de dinero a la cocina de la casa. Y en esa misión no solo pueden perder la panga, el motor o las redes, sino la propia libertad, y en el peor de los casos, la vida. Y es que al ser clandestinos, y violar las vedas, lo mismo pueden ser atrapados por la autoridad que por los grupos delictivos, que según la autoridad municipal, en esta zona se han multiplicado.

Los pescadores afirman que muy pronto no tendrán qué hacer para ganar dinero, pues las labores en el campo también se han terminado.

José, así dice llamarse, amontona sus redes. Las va a guardar, por seis meses. En ese tiempo él va a sacar sus cañas de pesca, piolas y anzuelos. Buscará primero capturar escama, venderla bajo sus propias reglas, después, porque el comercializarlas con introductores es negocio para ellos y no para el que se la raja en el mar. Eso lo sabe porque tiene años de experiencia navegando, porque nació aquí y su familia también.

Sabe que lo que se avecina es la miseria, y por eso echará mano de todo lo que esté a su alcance para no caer en ella. Y recalca: si el Gobierno no los apoya con trabajo temporal, muchos pescadores van a cruzar la línea y se internarán en lo tenebroso, porque no va a ser una miseria normal, sino recrudecida.

Hace votos porque esto no suceda, pero sabe que con pedir a Dios no es suficiente, sino la acción que él pretende que el ser humano realice, y en ella, considera que el Gobierno debe de tomar la iniciativa. “No pedimos nada regalado. No. Queremos trabajar, nada más, cuando se acabe la temporada de camarón”.

La pesca de camarón ya se terminó, el tiburón también, la jaiba está por concluir y la escama sencillamente no produce ganancias, pese a ser temporada de cuaresma.

Aquí no hay más opción que el empleo temporal, pero para los pescadores este es insuficiente.

Solo el año pasado el empleo temporal en la vigilancia de la veda al camarón fue tan raquítica que la temporada fue un fracaso, porque el saqueo de larvas y de juveniles estuvo siempre presente, tanto en las zonas reproductoras como en las de desarrollo, se lamenta el regidor y presidente de la Federación de Cooperativas del Norte de Sinaloa y Sur de Sonora, Leonel Sánchez Cota.

“Ya le hicimos un llamado emergente, de urgencia, al alcalde Zenén Xóchihua para que envíe despensas a los campos pesqueros. Dijo que lo haría, lo prometió, pero no sabemos cuándo va a cumplir”.

Asegura que el hambre y la miseria golpearán tan severamente a los campos pesqueros, que muchos de ellos quedarán despoblados en las semanas próximas. “Si no hay apoyo del Gobierno, la crisis se desatará, porque un padre desesperado por la manutención de la familia es capaz de todo”.

Sánchez Cota afirmó que las crisis en los campos pesqueros son recurrentes y se requiere de la modificación de las políticas públicas.

“Hoy el Gobierno tiene esa misión”.

José Alfonso Chaparro Bojórquez, presidente de la Federación de Pescadores Siglo XXI, reconoció que los campos pesqueros no tendrán un verano fácil, sino muy complicado debido a que la actividad productiva se paralizará durante seis meses.

“No hay más que recurrir a los programas asistenciales, de apoyo de los gobiernos, porque no hay empresa social o de iniciativa privada que pueda contratar a los miles de pescadores que quedarán desempleados”.

No se necesitan despensas, ni que les llevan alimentación a los campos pesqueros, sino trabajo.

“Contratarlos para vigilar la veda al camarón sería una acción tan positiva puesto que además de proteger y cuidar la especie, se genera ingresos para la familia. Cuidar lo que mañana será de uno, pues realmente es bueno”.

Chaparro Bojórquez afirmó que en esa gestión se han centrado, pero el Gobierno parece no escucharlos, en ocasiones, y en otras, lo hacen a medias.

Las alertas sobre la miseria que viene ya fueron lanzadas, ahora le toca al Gobierno actuar. Eso es lo que se espera que haga un sistema que en los últimos dos años ha sido insensible e insuficiente.

(RIODOCE.COM.MX/ Luis Fernando Nájera/        marzo 10, 2013)

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