jueves, 20 de diciembre de 2012

MINTIÓ ABOGADO DE "EL BOCINAS" PARA OBTENER AMPARO


Un ciudadano de nombre Roberto Camacho Gómez, tramitó ante el juzgado de distrito el amparo para Crisóforo Maldonado Jiménez, diciendo que el supuesto capo había sido detenido ilegalmente por el Ejército y la Federal.

Cuernavaca • Roberto Camacho Gómez, representante legal de Crisóforo Maldonado Jiménez, alias “El Bocinas”, presunto integrante de la cúpula del grupo criminal “Los Rojos”, mintió a la Justicia Federal para buscar que ésta protegiera al supuesto capo, y pudiera librar el cerco policiaco y militar que le esperaba afuera del hospital del IMSS de esta ciudad, donde era atendido de las heridas que le produjeron disparos de arma de fuego, después de que fue atacado por varios sujetos en un auto en marcha, el pasado 10 de diciembre.
Lo anterior se desprende de la demanda de amparo indirecto de fecha 10 de diciembre, que derivó en el amparo 1966/2012-III expedido por el Juez Segundo de Distrito con sede en Cuernavaca, José Leovigildo Martínez Hidalgo, interpuesta por el ciudadano Roberto Camacho Gómez, quien asistido de varios abogados, no dice en ningún momento al juez de distrito en turno que Maldonado se encontraba hospitalizado y herido después de haber sido atacado por hombres armados, sino que argumentó, como punto uno de su escrito, que su cliente había sido detenido, en su casa, por elementos de la Policía Federal y del Ejército mexicano, a las cuatro de la tarde del día diez de diciembre.
En el numeral uno de la demanda, que obra también en el expediente que la PGJ integra para reforzar la investigación, el que busca el amparo para “El Bocinas”, argumenta: “… Crisóforo Maldonado Jiménez fue detenido cuando se encontraba en su domicilio por aproximadamente siete o nueve elementos que dijeron ser de la Policía Federal Preventiva y aproximadamente cuatro elementos que dijeron ser del Ejército mexicano, so pretexto que tenían órdenes de llevara a declarar sin que mediara ninguna identificación (… ) y sin que se mostrara orden por escrito de autoridad competente (…) por lo que se trata de un auténtico abuso de autoridad y privación ilegal de la libertad.”
Sin embargo, ninguno de las premisas planteadas corresponden a la realidad, ya que a la misma hora del mismo día, pero en otro lugar (Cuernavaca), Maldonado Jiménez se encontraba bajo atención médica en el hospital público, a donde llegó tras ser atacado cuando viajaba a bordo de un auto particular en compañía de otro de los líderes del mismo grupo criminal, Antonio Román Miranda “La Moña”, quien resultó ileso y una hora después de los hechos sucedidos cerca de las once de la mañana, liberado por el titular de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano (SPYAC), Guillermo Barclay, por no tener “elementos para detenerlo”.
Más adelante, en la misma invocación de protección, el representante de Maldonado le pide al juez en la demanda que luego de buscarlo por varias dependencias como la PGJ y la PGR en la entidad, “me dijeron que había unos detenidos pero que no me podían decir si eran ellos o no (sic)”.
Con base en el oficio PGJ/DGJAE/11212/12-12 de la Fiscalía morelense, y en la tarjeta informativa enviada por el Director General Jurídico, Amparos y Extradiciones de la misma dependencia, Rubén Flores García al Procurador, Mario Vázquez Rojas, el amparo promovido por Camacho Gómez a favor de “El Bocinas” causó sus efectos el día once de diciembre a partir de las dos de la mañana –cuando fue recibido en la PGJ-- bajo la tesitura de que a Maldonado se le amparaba “para que cesen de inmediato los actos reclamados consistentes en la incomunicación, malos tratos y demás actos prohibidos por el artículo 22 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos”.
La resolución que fue otorgada bajo las premisas inexactas, permitió que “El Bocinas” saliera del hospital sin ser detenido, sin embargo el mismo Juzgado, el día 14 de diciembre, tres días después, reculó en su determinación, al reconocer que había sido engañado, luego de haber recibido el informe de las autoridades al que lo obliga la ley: “Visto el estado de las autos, específicamente lo manifestado por las autoridades responsables con su respectivo informe previo de los que se advierte (sic) que no es cierto el acto reclamado consistente en la privación de la libertad fuera de procedimiento judicial del directo quejoso Crisóforo Maldonado Jiménez”.
Para entonces, Maldonado Jiménez, ya estaba en el Distrito Federal. Dos días después, lo mataron.

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