* Hay tintes pasionales según las primeras pesquisas...
CARLOS HERNANDEZ
Luego
de sostener un pleito en calles de la colonia La Pochota, el señor Raúl
Andrade Méndez perdió la existencia de una puñalada que recibió el
pecho, mientras que el homicida escapo con rumbo desconocido, por lo que
es buscado por detectives de la Procuraduría de Justicia, y de acuerdo a
las primeras líneas de investigación, hay motivos pasionales.
De acuerdo a las primeras pesquisas, el ahora occiso contaba con 32 años de edad al morir, y minutos antes había abordado un taxi sobre la calle de Hernán Cortés, esquina con la calle 10 de la colonia Pocitos I. Rivera, al parecer acompañado de una persona de sexo femenino para trasladarlos a la citado colonia.
Llegaron hasta la calle de J.B. Lobos, esquina con calle Árbol de la Nuez de la colonia La Pochota, donde apenas descendieron del vehículo de alquiler, cuando apareció un hombre no identificado, que comenzó hacerle reclamos con insultos y amenazas a Raúl Andrade Méndez, quien reaccionó para defenderse.
De pronto el asesino sacó un objeto punzo cortante de entre sus ropas, para propinarle una estocada mortal en el pecho, que lo hizo desplomarse en el suelo de espalda, donde quedo tirado inmóvil en medio de un charco de sangre, con un severo traumatismo de cráneo por el golpe en la nuca.
Según una versión no confirmada, la mujer que lo acompañaba y el homicida se alejaron del lugar a toda prisa, mientras parecía que continuaban la discusión, dejando al apuñaleado moribundo, por lo que vecinos de la cuadra salieron de sus casas al descubrir el cuerpo tirado, y pidieron una ambulancia a la Cruz Roja, llegando la unidad 613.
Los paramédicos confirmaron que ya no presentaba signos vitales, tomando conocimiento oficiales de la Policía Naval, que solicitaron la presencia del personal de la Agencia Séptima del Ministerio Público, a cargo del licenciado Mario Jesús Ramírez Castillo, quien acudió con detectives de los Servicios Periciales y de la Agencia Veracruzana de Investigaciones.
Después de practicar las diligencias de ley, levantaron los indicios que más pudieron, ordenaron el traslado del cadáver al Servicio Médico Forense, para efectuarle la necropsia de ley y esperar que aparezcan los familiares, que identifiquen de forma oficial el cuerpo, pues sólo se reconoció por la foto de su credencial de elector.
Las primeras líneas de investigan apuntan, a que éste crimen tiene tintes pasionales, por lo que ya hay un grupo de la AVI abocado a la localización y detención de un probable sospechoso del asesinato.
De acuerdo a las primeras pesquisas, el ahora occiso contaba con 32 años de edad al morir, y minutos antes había abordado un taxi sobre la calle de Hernán Cortés, esquina con la calle 10 de la colonia Pocitos I. Rivera, al parecer acompañado de una persona de sexo femenino para trasladarlos a la citado colonia.
Llegaron hasta la calle de J.B. Lobos, esquina con calle Árbol de la Nuez de la colonia La Pochota, donde apenas descendieron del vehículo de alquiler, cuando apareció un hombre no identificado, que comenzó hacerle reclamos con insultos y amenazas a Raúl Andrade Méndez, quien reaccionó para defenderse.
De pronto el asesino sacó un objeto punzo cortante de entre sus ropas, para propinarle una estocada mortal en el pecho, que lo hizo desplomarse en el suelo de espalda, donde quedo tirado inmóvil en medio de un charco de sangre, con un severo traumatismo de cráneo por el golpe en la nuca.
Según una versión no confirmada, la mujer que lo acompañaba y el homicida se alejaron del lugar a toda prisa, mientras parecía que continuaban la discusión, dejando al apuñaleado moribundo, por lo que vecinos de la cuadra salieron de sus casas al descubrir el cuerpo tirado, y pidieron una ambulancia a la Cruz Roja, llegando la unidad 613.
Los paramédicos confirmaron que ya no presentaba signos vitales, tomando conocimiento oficiales de la Policía Naval, que solicitaron la presencia del personal de la Agencia Séptima del Ministerio Público, a cargo del licenciado Mario Jesús Ramírez Castillo, quien acudió con detectives de los Servicios Periciales y de la Agencia Veracruzana de Investigaciones.
Después de practicar las diligencias de ley, levantaron los indicios que más pudieron, ordenaron el traslado del cadáver al Servicio Médico Forense, para efectuarle la necropsia de ley y esperar que aparezcan los familiares, que identifiquen de forma oficial el cuerpo, pues sólo se reconoció por la foto de su credencial de elector.
Las primeras líneas de investigan apuntan, a que éste crimen tiene tintes pasionales, por lo que ya hay un grupo de la AVI abocado a la localización y detención de un probable sospechoso del asesinato.
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