martes, 25 de diciembre de 2012

LAS MUJERES DE SINALOA: PERSEGUIDAS, VIOLADAS, ASESINADAS, SOLAS...



Judith Ortiz  
Los 75 asesinatos de mujeres ocurridos en Sinaloa en lo que va del año evidencian la incapacidad de las autoridades para brindar seguridad y justicia. Dos homicidios de alto impacto y las actitudes machistas de personal de las instancias judiciales, atizadas por las declaraciones del gobernador Mario López Valdez en torno al tema (“Quisiéramos pedirle a las mujeres que se porten bien, no hay que portarse mal, porque a veces el que se porta mal termina mal”) encendieron los focos rojos. Y las mujeres sinaloenses, agrupadas en asociaciones civiles, se apersonaron en la Secretaría de Gobernación para exigir al Gobierno federal la alerta de género en Sinaloa.

Hace seis meses asesinaron a cuchilladas a la maestra universitaria Perla Lizet Vega Medina. A pesar de la exigencia de justicia a través de cartas y declaraciones a los medios de comunicación, espectaculares y marchas de familiares y amigos hacia las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y del Congreso local, el caso aún no se esclarece.

El pasado 4 de noviembre, un hombre asesinó a machetazos a su pareja sentimental, Natividad Leyva Loya y a su hijastra Edna Yareli “N”, de 16. También hirió a Fabiana Guadalupe Mora Urías, hermana de Natividad, en la localidad de Carboneras, Guasave.

Estos son dos crímenes contra mujeres de los 75 registrados en lo que va de 2012, de los cuales, según la presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Organizadas en Red (AMMOR), María Aurelia Leal López, solo 18 han sido resueltos.

Entrevistada por Ríodoce, Leal López señala que “el feminicidio no existe para las autoridades estatales a pesar de que la ley en la materia acaba de entrar en vigor en Sinaloa; nos estamos dando cuenta de la ignorancia del Gobierno estatal en este tema, principalmente por declaraciones machistas del propio gobernador, que viene diciendo que si nos agreden o nos matan es por culpa nuestra”.

Es por eso, añade, que estamos solicitando la alerta de género, no es un capricho, es una necesidad, porque el Gobierno del Estado trata de negar la realidad; dice que no son feminicidios, dice a las mujeres que no se porten mal. Es una ofensa para nosotras que el gobernador diga eso, cuando ganó por el voto femenino. Niega los hechos porque está más preocupado que una medida de este tipo ahuyente las inversiones.

Leal López, quien también se desempeña como regidora del Ayuntamiento de Guasave y presidenta del Instituto Municipal de las Mujeres en ese municipio, señala que “Sinaloa se encuentra ya en segundo lugar nacional en feminicidios, aunque el Gobierno estatal no lo reconozca”.

Como dato local menciona que “en Guasave nos llegan alrededor de cinco casos diarios de mujeres que sufren violencia familiar”.

Violencia institucional

Sobre el caso de Perla Lizet, Imelda Gallegos cuenta que “las estrategias del Ministerio Público fueron, primero, tratar de encontrar cosas negativas en la vida de Perla, y como no lo lograron, se fueron en contra de la familia, haciéndolos parecer culpables, y como tampoco pudieron, ahora están apostando a que se le olvide a la gente”.

La joven cuenta que luego de la primera marcha hacia la PGJE, las autoridades dijeron que el caso se resolvería en una semana, y si no, agregaron, cada lunes les darían un informe detallado de las investigaciones.

“Pero solo nos recibieron el siguiente lunes. Primero me comunicaba con el director de Averiguaciones Previas, Carlos Olguín, pero luego lo tuve que esperar horas para poder verlo, y ahora ya ni siquiera me contesta el teléfono”.

Imelda Gallegos era una de sus mejores amigas.

“El mundo está muy loco —expresa—, si mataron a Perla puede pasar cualquier cosa, porque representaba todo lo bueno, no hay alguien que pueda decir algo negativo de ella”. Está indignada. Lleva en un sobre manila al menos 30 reconocimientos, diplomas y constancias de Perla por su participación en congresos, talleres y conferencias. Y su certificado universitario de la carrera de Estudios Internacionales, en donde se observan los dieces, salpicados de tres o cuatro nueves.

Y relata la vida de Perla: “Ella era una mujer que no tomaba, no fumaba, no salía en la noche, jugaba volibol, participaba en actividades altruistas a través de Jóvenes con corazón, viajó a Atlanta sin conocer a nadie y regresó con información para escribir una tesis brillante, que presentó para graduarse con honores, siempre destacó en todo lo que emprendía… era la última persona a la que le podía pasar algo malo, y le pasó en su propia casa mientras dormía”.

En el caso del personal del Instituto Sinaloense de las Mujeres, Imelda Gallegos refirió que “nunca se acercó a la familia o amigos para apoyar, o siquiera conocer el caso de Perla, hasta el pasado día de muertos, cuando nos contactó porque tenía planeado instalar altares de muertos en la plazuela Rosales y quería que pusiéramos uno en memoria de Perla. Por supuesto que no aceptamos. Nos pareció una actitud hipócrita, una forma de aprovecharse de la situación y tomarse la foto. Queremos que este crimen se resuelva, no que la hagan mártir”.

Se pregunta: ¿Qué significa en el gobierno de Malova portarse bien o portarse mal? Que nos lo diga porque a lo mejor nosotras nos portamos mal porque estamos hablando”, cuestiona Iliana Padilla, compañera de estudios de Perla Lizet, quien expresa que “lo que pedimos es justicia para ella y para las otras personas que han fallecido en circunstancias similares. Intentamos presionar a las autoridades para que resuelvan su crimen, por su memoria, y para que no se ensucie su nombre”.

Iliana Padilla, por su parte, expresa que “Perla jamás dio motivo para que alguien pensara que era una niña que se portara mal o lo que las personas etiquetan como portarse mal; fue una estudiante brillante, modelo, disciplinada, intachable. Jamás consumió ningún tipo de droga o tabaco, era deportista, le gustaba mucho cantar y apoyar a sus amigos. Era una estudiante de diez, se incorporó a trabajar en Gobierno del Estado y después a la Facultad de Estudios internacionales a dar clases… No sé qué quiere decir nuestro gobernador con portarse mal”.

Los números de Malova

En el apartado de Equidad de Género, el Plan Estatal de Desarrollo presentado por Mario López Valdez establece que “a partir de 2007, los homicidios dolosos de mujeres en Sinaloa se incrementaron significativamente, cerrando 2010 con 110 mujeres asesinadas, lo cual evidencia en Sinaloa una estadística alta en esta materia”. En 2011, durante el primer año de la administración malovista, la cifra subió a 113, la mayoría de ellas asesinadas con armas de fuego, en el que fue catalogado como el segundo año más violento en los últimos tres sexenios, según estadísticas de la propia Procuraduría de Justicia.

Una encuesta nacional realizada por el INEGI e Inmujeres, documenta que Sinaloa es donde se observa un incremento mayor entre las muertes por homicidio de las mujeres jóvenes de 20 a 24 años, al pasar de menos de 1 en 2006 a 16.4 por cada cien mil habitantes en 2010, situándose con una tasa por encima de la media nacional.


Mujeres al paredón

— Los feminicidios son asesinatos motivados por la misoginia, porque implican el desprecio y el odio hacia las mujeres y niñas. Expresan situaciones extremas de violencia como diversas formas de humillación, de abandono, de terror y la aceptación de que las mujeres y niñas mueran como resultado de actitudes misóginas y de prácticas sociales de desprecio, de maltrato físico y emocional, de hostigamiento, de abuso sexual, de incesto.

— En 1993, la ONU estableció lo que a nivel internacional deberemos considerar: “Por violencia contra la mujer se entiende todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.

— El 23 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

— La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, realizada a finales del año 2011 por el INEGI y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), arroja que:

a) De cada 100 mujeres de 15 años y más que han tenido pareja o esposo, 47 han vivido situaciones de violencia emocional, económica, física o sexual durante su actual o última relación.

b) El 43.1 por ciento de las mujeres ha vivido agresiones de carácter emocional: insultos, amenazas, humillaciones y otras ofensas de tipo psicológico o emocional.

c) Cerca de la mitad de todas las mujeres actualmente casadas o unidas (44.8 por ciento) ha sido agredida por su pareja o esposo al menos una vez a lo largo de su vida en común.

d) Entre las mujeres de 50 años y más se ubica la mayor proporción de quienes han enfrentado agresiones físicas y sexuales.

e) El 10 por ciento de las mujeres casadas o unidas han tenido dos o más uniones o matrimonios, y son las más agredidas por sus actuales parejas o esposos.

f) Solo el 25 por ciento de las mujeres casadas o unidas que padecieron violencia física o sexual por parte de su pareja, recurrió a alguna autoridad en busca de apoyo.

g) 26.6 por ciento de las mujeres asalariadas (6.1 millones) han sido discriminadas en sus trabajos por el hecho de ser mujeres.

h) En Sinaloa, el 80.9 por ciento de la población manifiesta su temor a ser víctima de cualquier modalidad de la delincuencia.

i) Sinaloa se ubica entre las siete entidades del país más inseguras del país, de acuerdo con la percepción de sus habitantes.


¿Qué es la alerta de género?

La alerta de género es el conjunto de acciones gubernamentales de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida en un territorio determinado, ya sea ejercida por individuos o por la propia comunidad.

La alerta de violencia de género contra las mujeres tiene como objetivo fundamental garantizar la seguridad de las mujeres, el cese de la violencia en su contra y eliminar las desigualdades producidas por una legislación que agravia sus derechos humanos.

La alerta de género se solicita cuando en un lugar determinado la violencia contra las mujeres es sistemática y reiterada, es decir, es un mecanismo de emergencia que implica que la política pública que está generando el Estado no está sirviendo para prevenir, erradicar y sancionar la violencia de género.

En México, organismos civiles y de derechos humanos han solicitado alerta de violencia de género en contra de los estados de México, Chihuahua, Guanajuato, Nuevo León, Oaxaca, Veracruz, Morelos y Sinaloa, pero han sido negadas por el Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, organismo presidido por la Secretaría de Gobernación y el Instituto Nacional de las Mujeres.

Ante estos rechazos, activistas de derechos humanos acudirán al Comité de la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres (CEDAW), en la Asamblea General de las Naciones Unidas, para denunciar la ineficacia del Estado mexicano en la protección de la población femenina.

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