- Un juez federal concedió a la Agencia del Ministerio Público de la
Federación, adscrita a la Unidad Especializada en Terrorismo, Acopio y Tráfico
de Armas de la SIEDO, un arraigo de 40 días para Jerónimo Vera Ayala, que vence
el 5 de abril.
- Antes de eso, autoridades esperan obtener una orden de aprehensión por
delitos de delincuencia organizada y los que resulten.
- En un juicio de amparo a partir del que promovieron los abogados de
Jerónimo, explica la autoridad que dos personas señalan a los Vera como, quienes
coludidos con integrantes de un cártel de las drogas, recibieron, resguardaron y
sacaron droga -marihuana- de las instalaciones del Hipódromo, para traficarla a
los Estados Unidos.
- Jorge Vera, desaparecido desde el 4 de junio de 2011, cuando Jorge Hank
Rhon fue detenido por acopio de armas, ya fue sujeto de la justicia
anteriormente. La última, cuando se le detuvo con un vehículo balizado y armas
de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas. Entonces, en 2006, declaró que
era comandante del Estado de México, cuando aquella tierra era gobernada por
Enrique Peña Nieto.
- La esposa de Jorge Hank, quien también reside en los terrenos del
Hipódromo, donde testigo y coinculpado señalan se almacenó droga, es actual
candidata del PRI a una diputación plurinominal.
Investigaciones ZETA
Un testigo protegido y un coinculpado preso en algún penal de la República
Mexicana, han colaborado con autoridades federales, particularmente con la
Subprocuraduría de Investigación Especializada contra la Delincuencia Organizada
(SIEDO), en la integración de una investigación que implica a los hermanos Jorge
y Jerónimo Vera Ayala, por el delito de delincuencia organizada.
Gemelos, los Vera son hijos de Antonio Vera Palestina, quien purga una
condena de 25 años de prisión por el asesinato de Héctor Félix Miranda, ocurrido
el 20 de abril de 1988 en Tijuana, Baja California.
El sentenciado asesino pasó
los primeros años de su condena en la Penitenciaría del Estado en Tijuana, pero
en la segunda mitad de los noventa, por conflictos en la cárcel, fue trasladado
al penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco.
Durante el tiempo que el ex jefe de seguridad ha permanecido en prisión,
Jorge Hank Rhon ha ayudado a la familia de Vera Palestina.
Cuando se convirtió
en candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia
municipal de la ciudad, en 2004, entre su séquito destacó Jorge Vera Ayala, su
jefe de seguridad, cargo que mantuvo mientras fungió como alcalde.
El joven Jorge Vera Ayala fue inmiscuido en varios conflictos legales. En
2006, cuando Hank aún era presidente municipal, se le citó a declarar por parte
de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), en relación al
asesinato del oficial municipal Felipe Antonio Cavada Cueva. Llegaron hasta el
muchacho a partir de un vehículo que, presumían, había participado en la
emboscada para matar al policía. Vera aceptó que había sido suyo, pero argumentó
que lo vendió.
Aquella primera semana de noviembre de 2006, otro policía fue atacado. Héctor
Gaxiola, quien salvaría la vida para perderla después en otra afrenta
presumiblemente del narcotráfico. Pero inmediato a la balacera, por la
frecuencia de radio de la Policía Municipal, se escucharon alertas y amenazas:
“Pura raza pesada de Hank”, “A partir de ahora se declara la guerra” y “Arriba
la mañana”.
Efectivamente, los tres años siguientes fueron los peores en materia de
inseguridad para Tijuana. El Cártel Arellano Félix se escindió y una guerra se
desató en las calles de la ciudad.
Seis años después, luego de una detención por el delito de balizaje
-posteriormente fue liberado-, Jorge Vera Ayala, vuelve a ser sujeto de
investigación, esta vez, por delincuencia organizada.
El arraigo de Jerónimo
El 25 de febrero de 2012, fue detenido y arraigado en Jalisco el joven
Jerónimo Vera Ayala, hijo del sentenciado asesino de Héctor “El Gato” Félix
Miranda y hermano gemelo de quien fuera jefe de seguridad del ex convicto Jorge
Hank Rhon.
Tres días después, el 28 de febrero, los abogados de Vera Ayala promovieron
un “amparo directo penal contra actos del juez Segundo Federal Penal
Especializado en Cateos, Arraigos e Intervención de Comunicaciones, y otras
autoridades”.
El caso fue sobreseído. El gemelo de Jorge Vera Ayala está cumpliendo su
arraigo de 40 días, que vence el jueves 5 de abril, aunque, para entonces, la
autoridad federal espera contar con orden de aprehensión para encarcelarlo y
procesarlo por el delito de delincuencia organizada y lo que resulte.
Las 40 fojas del juicio de amparo directo penal 175/2012, contienen la
información en la que se sustentó la Agencia del Ministerio Público de la
Federación, adscrita a la Unidad Especializada en Terrorismo, Acopio y Tráfico
de Armas de la SIEDO, para solicitar al juez Federal Penal Especializado en
Cateos, Arraigos e Intervención de Comunicaciones el arraigo de 40 días
concedido.
Inscriben que la solicitud de arraigo deriva de una averiguación previa que
“se está integrando para la investigación del delito de delincuencia organizada
y lo que resulte”, y dentro de la indagatoria se encuentran los testimonios de
un coinculpado y de un testigo colaborador, recabados entre noviembre de 2011 y
febrero de 2012.
El coinculpado declaró conocer a Jerónimo Vera por razones profesionales, y
porque éste es hermano de Jorge Vera, a quien señala como participante directo
en el crimen organizado, particularmente narcotráfico.
Mientras el testigo colaborador señaló que se encargaban de “recibir y
resguardar la droga, tanto marihuana como cocaína en las instalaciones del
Hipódromo”, y que “esa droga era resguardada para posteriormente cruzarla hacia
los Estados Unidos”; además, que junto con otras personas, “se dedican a
transportar y traficar ilícitamente con personas que cruzan hacia los Estados
Unidos, para lo cual falsifican documentos, pero principalmente es para cometer
sus actividades delictivas y no ser detectados, hechos que le constan porque los
vivió directamente con dicha persona y los conoce”.
Esta confesión fue determinante al momento de decidir entregar la orden de
arraigo: “Con fundamento en lo dispuesto por los artículos 40 y 41 de la Ley
Federal contra la Delincuencia Organizada, de autos se desprenden indicios que
concatenados entre sí, revelan las actividades de narcotráfico y tráfico de
personas a las que presuntamente se dedica el arraigable…”, “… circunstancias
que hacen arribar al titular de este Juzgado que pudiese encontrarse vinculado
con los hechos que ahora nos ocupan, lo que hace conclusivo que existe un enlace
lógico y natural, medianamente claro, que el aquí indiciado pudiese ser la
persona que puede tener conocimiento o participación en diversas actividades
ligadas, entre otras conductas delictivas, a la delincuencia organizada, tráfico
de armas y lo que resulte”.
El testigo colaborador y el coinculpado, de los cuales no se omiten los
nombres, relatan que el jefe de escoltas de Hank trabaja para un determinado
cártel -por seguridad de la investigación, se reservan el nombre de la
estructura criminal- y que las operaciones de arribo, resguardo y salida de la
droga para su transportación a la Unión Americana, se hicieron en los terrenos
del Hipódromo Agua Caliente.
Historia de sospechas
Al igual que a su jefe, a Jorge Vera Ayala lo ha perseguido la sospecha.
En octubre de 2009 fue detenido por policías municipales de Rosarito, al
trasladarse en un vehículo balizado -situación prohibida para los ciudadanos- y
portar armas de fuego de uso exclusivo del Ejército.
Con la venia de algunos funcionarios y policías municipales, además de la
asesoría de sus abogados, Jorge Vera salió del edificio de la Procuraduría
General de la República quitado de la pena, lo que fue calificado como una fuga.
El 10 de noviembre se presentó a declarar y fue internado en la Penitenciaría
del Estado. La misma donde su padre había pasado algunos años.
Previo a ello, incluso ofreció una conferencia de prensa para justificar la
portación de armas: “Manifesté que soy comandante en el Estado de México, enseñé
mis oficios pero hicieron caso omiso de ellos. Me trasladaron a la PGR, pero
nunca como detenido”. A los pocos días, el jefe de seguridad de Hank recuperó su
libertad, pero el proceso continúa.
Meses atrás, en Sonora, Vera Ayala había sido detenido por el mismo delito.
Al igual que en Baja California, presentó los oficios que lo acreditaban como
policía en el Estado de México. Eran los tiempos del gobierno de Enrique Peña
Nieto.
Desaparecido
De Jorge Vera Ayala poco se sabe. Desapareció de la escena pública luego del
4 de junio de 2011, cuando Jorge Hank Rhon fue detenido por acopio de armas.
Entonces junto al candidato derrotado al gobierno de Baja California, fueron
aprehendidos diez hombres, entre escoltas y supuestos delatores. No aparecía
entre ellos el fiel jefe de seguridad del Hipódromo.
Los aprehendidos aquella madrugada por elementos del Ejército Mexicano,
cuando descubrieron y confiscaron 88 armas de fuego en la casa y las
inmediaciones de la misma, fueron: Ramón López Apodaca, Carlos Gonzalo Pérez
Contreras, César Pérez Guerrero, Javier Marco Polo Ayala Roldán, Juan Ignacio
Parra Santos, Luis Alfonso Sánchez Solís, Marco Antonio Trinidad Gómez,
Rigoberto González López, Rubén Muñoz Nava y Víctor Manuel de la Torre
Horta.
Desde ese día no se supo más de Jorge Vera Ayala.
El 15 de enero de 2012, una vez más la familia Hank, María Elvia Amaya, hoy
candidata del PRI a una diputación plurinominal, y Jorge Hank Rhon, se vieron
inmiscuidos en un acto ilícito.
En el vuelo privado en el que se trasladaron ellos y algunos familiares más,
del Estado de México a Tijuana, elementos federales localizaron cajas con aves.
Sin permisos, sin membretes y algunas protegidas por normas regulatorias.
Entonces detuvieron a otros escoltas de Hank: Óscar Gómez Islas, Raúl Ortiz Elisea, Luis Enrique León Briseño y Sergio Iván Parra Vite. El primero terminaría por ostentarse como dueño de los pájaros para terminar el asunto. Pero Vera Ayala no apareció entonces como jefe de seguridad.
Entonces detuvieron a otros escoltas de Hank: Óscar Gómez Islas, Raúl Ortiz Elisea, Luis Enrique León Briseño y Sergio Iván Parra Vite. El primero terminaría por ostentarse como dueño de los pájaros para terminar el asunto. Pero Vera Ayala no apareció entonces como jefe de seguridad.
De hecho, hasta el 22 de febrero, día en que fue detenido y arraigado
Jerónimo Vera Ayala, no se sabía nada de los hermanos que formaron parte del
entarimado de Grupo Caliente en el Hipódromo de Tijuana.
Ese día, Jerónimo promovió un amparo alegando una “ilegal orden de arraigo”,
puesto que, tanto él como sus abogados, consideran que “se encuentra integrando
la averiguación previa en mi contra por delitos de delincuencia organizada y
otros, privándome de mi libertad y libre tránsito de manera ilegal, puesto que
no cuentan con medios de convicción suficientes y bastantes para sustentar o
justificar la necesidad real de la medida cautelar que por esta vía se
combate…”.
Sin embargo, la jueza Luz María Ortega Tlapa, del Octavo Distrito de Amparo
en Materia Penal en el Distrito Federal, argumentó que se cumplieron dos
requisitos: existía solicitud de arraigo por parte del Ministerio Público de la
Federación, y la integración de una averiguación previa por el delito de
delincuencia organizada; elementos suficientes para sobreseer el amparo
directo.
Jerónimo Vera Ayala se encuentra cumpliendo con el arraigo en el número 43 de
la calle Doctor Ignacio Morones Prieto, Colonia Doctores, Delegación Cuauhtémoc
de la Ciudad de México.
Ahí permanecerá hasta el jueves 5 de abril, si no es que la autoridad federal solicita la extensión de 40 días más, o antes obtienen la orden de aprehensión por delitos de delincuencia organizada y los que resulten.
Ahí permanecerá hasta el jueves 5 de abril, si no es que la autoridad federal solicita la extensión de 40 días más, o antes obtienen la orden de aprehensión por delitos de delincuencia organizada y los que resulten.
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